Coronavirus

Claves para superar el aislamiento

Los psicólogos explican cómo enfrentarse a la cuarentena involuntaria. Aceptar la situación, primer paso para no sufrir estrés por la reclusión forzada

El aislamiento involuntario puede causar estrés. Entre un diez y un quince por ciento de las personas que atraviesan por una situación como esta pueden desarrollar estrés postraumático
El aislamiento involuntario puede causar estrés. Entre un diez y un quince por ciento de las personas que atraviesan por una situación como esta pueden desarrollar estrés postraumáticolarazon

Italia ha recluido a 16 millones de personas, la Comunidad de Madrid y parte del País Vasco han cerrado colegios, institutos y universidades, y cerca de 1.200 personas permanecen aisladas en toda España. Más allá de la salud física, el coronavirus también repercute en la mental. ¿Qué haría usted si le obligan a quedarse en casa (en el mejor de los casos) durante quince días? Seguramente hay tantas respuestas como personalidades, pero básicamente se resumen en dos: los que aceptan la realidad lo llevarían bien; los otros, no tanto.

“Frente a toda situación de estrés o traumática, como pudiera ser la del aislamiento involuntario, hay personas que reaccionan de un modo más magnificado y otras que aceptan la situación. Entre las primeras existe la posibilidad de que entre un diez y quince por ciento de ellas lleguen a desarrollar estrés postraumático, es decir, que una vez haya pasado la amenaza real, el sujeto siguiera experimentando estrés". Por contra, las que se someten más fácilmente a las circunstancias piensan: “Bueno, pues ahora ha pasado esto y esto es lo que tengo que hacer". Roger Muñoz, doctor en Psicología, profesor en la Universidad de Zaragoza y miembro del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana, explica que el estrés nace de la falta de equilibrio entre demandas y recursos. “Una persona que esté en aislamiento va a necesitar más ayuda social, por ejemplo, para cuidar de sus hijos. En la medida en que la familia pueda hacer frente a esas demandas o no, su nivel de estrés será menor o mayor”.

Una vez resuelta esa parte de la ecuación, lo peor es controlar la incertidumbre y el aburrimiento. Para ello, Muñoz considera básico una buena información, sobre todo de parte de las autoridades sanitarias acerca de lo que supone el aislamiento y las consecuencias de la enfermedad sobre su salud.

La capacidad de aceptación, centrarse en el plan que tenemos por delante para los próximos días, seguir las normas que dicten los médicos y no magnificar las amenazas son las herramientas que nos ayudarán a combatir el estrés provocado por esta situación, apunta el experto. En el caso de los niños, pese a contar con menos recursos para afrontar el estrés, tienen más capacidad para entretenerse que los adultos.

Así, el psicólogo resume las estrategias de regulación emocional y afrontamiento que pueden ayudar a superar el aislamiento obligatorio:

  • Aceptar la situación. No resistirse.
  • Centrarse en lo que sí se puede hacer, y no en lo que no se puede.
  • Hacer cosas (quizás sea el momento perfecto para estudiar algo, acabar ese libro que llevas tiempo queriendo retomar o arreglar los armarios).

La negación de la realidad no va a ayudar. Una baja tolerancia a la frustración es un riesgo. Lo que hay que hacer es vivir el malestar de una forma natural, porque forma parte de la vida. No tenemos que estar contentos siempre, esas creencias no ayudan”.

Sacar algo bueno de todo esto

“La gripe A mata más personas todos los años que el coronavirus, pero como no se le da tanta cobertura no existe el mismo miedo social. Por ello, los contagiados con el covid-19 se enfrentan además a una espiral del pánico y por lo tanto aumenta el riesgo de personas con trauma”. Muñoz es muy crítico con el papel que están jugando los medios de comunicación en esta crisis sanitaria. “Deberían hablar de cosas positivas, por ejemplo de que en China se está curando gente y de que las autoridades sanitarias lo están haciendo bien”.

No obstante, se muestra optimista respecto a todo este asunto. “A esta crisis podemos darle una perspectiva positiva y humanista, con una creencia de valores humanos y de cuidados de los unos con otros. Podemos sacar lo mejor de nosotros mismos; una sociedad más cohesionada y más empática. De esto puede salir algo bueno. Lo que tenemos que sacar es humanidad, y no lo contrario”.