Coronavirus
Puig garantiza más sanitarios y medios: “lo superaremos”
Posibles contagiados por coronavirus denuncian que no se les está atendiendo y que llevan días llamando al teléfono de atención
La Generalitat reforzará la sanidad pública con 846 profesionales sanitarios de todos los ámbitos y categorías profesionales para reforzar las necesidades asistenciales generadas por el coronavirus. «De emergencias a prevención, de auxiliares administrativos a enfermeros y celadores». El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer en Les Corts, un plan de choque para atender la emergencia sanitaria causada por el coronavirus.
Puig, que compareció en un pleno monográfico dedicado al coronavirus, quiso trasladar un mensaje de tranquilidad y de esperanza a una Comunidad, la valenciana, que está todavía asimilando que las Fallas y la Magdalena han tenido que ser suspendidas, más que por el hecho en sí, por el mazazo de realidad. «Entre todos superaremos esta situación. Somos una familia de cinco millones y una familia no deja a nadie detrás. Cuidémonos los unos a los otros porque nos necesitamos».
En la calle hay miedo e incertidumbre. A veces fruto de la psicosis. Otras veces, a causa de casos concretos. De valencianos con nombres y apellidos que están en sus casas llamando a los teléfonos de atención, con dudas, con síntomas y que no reciben respuesta.
LA RAZÓN ha recibido quejas de valencianos que se encuentran en esta situación desde hace días y que permanecen en sus casas sin ser atendidas . «Se va a duplicar el personal de atención telefónica y se podrá hacer un test en línea», dijo ayer el presidente.
Aseguró que el Gobierno valenciano tiene preparado un plan de contingencia que proporciona seguridad ante «los posibles escenarios que se puedan producir». Se está elaborando un plan para ampliar las camas hospitalarias y de nuevas necesidades organizativas para atender las necesidades de esta crisis. «No tenemos problemas de ingresos hospitalarios, pero no me canso de repetir que trabajamos pensando en todos los escenarios posibles».
También expuso medidas de carácter económicas. Anunció una línea de 800.000 euros para el teletrabajo de las empresas, y fraccionar, aplazar o bonificar impuestos valencianos. Anunció un Fondo de Capital Riesgo del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para impulsar el crecimiento de las empresas, dotado con 200 millones, y que se solicitará al Gobierno de España que aumente la capacidad de endeudamiento de la Generalitat para así disponer de fondos adicionales con los que impulsar la economía.
Además, solicitó políticas europeas alejadas del «austericidio» e insistió en la necesidad de rebajar el déficit.
Puig comenzó su intervención deseando la pronta recuperación de la portavoz de Vox, Ana Vega, contagiada por coronavirus y recordando a la persona fallecida en la Comunitat Valenciana.
El debate se desarrolló en un ambiente extraño. Los diputados de Vox no acudieron como medida de prevención y los asistentes, evidenciaron que las cosas han cambiado mucho desde la última semana. Ni besos ni abrazos y muchas caras serias.
Puig defendió que se está trabajando desde la transparencia y el rigor científico. Hizo también alusión a la tristeza que ha provocado la suspensión de las Fallas y la Magdalena y explicó que fue el Ministerio de Sanidad el que lo ordenó porque su celebración, a pesar de la alerta sanitaria, atraería a un gran número de visitantes y se podría contribuir a expandir la epidemia. «No hay bien más importante que nuestra salud individual».
Justificó la decisión diciendo que se tomó cuando la dijeron los expertos, «ni antes ni después», cuando se vio el aumento de casos en otras comunidades y se pensó que su celebración podría suponer un foco de atracción.
De la bronca al guante blanco
El primero en subir a la tribuna fue el portavoz de Ciudadanos, Toni Cantó. Fue muy duro, tanto que en su segunda intervención pidió perdón por haberse referido a la ministra de Igualdad, Irene Montero, diciendo: «Hermana yo sí te contagio». Con esta frase quería criticar la actuación del Gobierno. «Necesitamos autoridades valientes que actúen de manera adecuada y nos cuenten la verdad. Eso no está sucediendo ni el Gobierno central ni en la Generalitat. Nos ocultan la verdad y no nos hablan de responsabilidad. Un Gobierno amoral prefirió los fastos del 8M antes que proteger nuestras vidas. Los valencianos merecen la verdad».
Cantó ennumeró un cúmulo de irresponsabilidades que van desde la celebración de mascletás, hasta la llegada de hinchas italianos. «Se pasan el día poniendo competencias, pero luego reniegan de ellas. Tienen muy poca vergüenza» y como ejemplo de la mala gestión aludió a que en dos días los casos en la Comunitat Valenciana han subido un 50 por ciento.
En el lado opuesto, la portavoz del PP, Isabel Bonig, se puso a disposición del presidente Puig para abordar esta crisis. Avisó de que una vez se supere esta situación se exigirán responsabilidades políticas. «Nosotros hemos tomado decisiones muy difíciles y lo hemos hecho en soledad».
Además de una serie de medidas, que los partidos del Botànic agradecieron, Bonig indicó a Puig de dónde puede sacar el dinero necesario para esas medidas. Insistió en que reclame los 281 millones del IVA y el adelanto de la liquidación de la financiación que suma 900 millones. Además, le propuso reducir el 30 por cientos altos cargos y asesores, modificar el crédito para disminuir el 30 por ciento sector público valenciano y poner fin a las ayudas discrecionales. «En momentos excepcionales medidas excepcionales».
Por su parte, el síndic de Compromís, Fran Ferri, insistió en frenar los desplazamientos de las personas que viven en Madrid hacia la Comunitat. A diferencia de Puig, que no se enfrentó a Cantó, acusó a Cs de estar haciendo una pésima gestión de la crisis en Madrid. Citó a la presidenta, la popular Díaz Ayuso, que dijo no saber cómo se puede cerrar Madrid. «¡Madre mía!» y la bancada de la formación nacionalista aplaudió.
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