Bodas
“Me dicen hace tres meses que me iba a casar así y me echo a reír”
Vanesa y Eduardo, primera pareja en contraer matrimonio en Valencia tras la declaración del estado de alarma
En esta época de pandemias y mascarillas, más que nunca, los ojos son el espejo del alma. Los de Vanesa y Eduardo hablaban de futuro y gritaban sorpresa ante el enjambre de periodistas que les han rodeado después de prometerse amor eterno. La pareja ha pasado este viernes a la historia local por ser la primera en contraer matrimonio en la capital valenciana del poscoronavirus. Ella vestida de un suave azul grisáceo y con una mascarilla a conjunto confeccionada apenas horas antes del enlace; él, con un traje a juego con la novia y arrugas en los ojos de tanto sonreír al mirarla.
La boda se ha celebrado este mediodía en los Jardines de Monforte de Valencia en una intimidad recortada a golpe de BOE. Apenas seis asistentes han sido testigos de un “sí quiero” higiénico pero sentido. La ceremonia, que ha durado apenas 20 minutos, ha sido oficiada por la concejal Elisa Valía, quien minutos antes ponía en contexto la nueva realidad nupcial: menos invitados y más precauciones. “Todas estas muestras de retomar la normalidad son motivo de alegría”. En Valencia, desde que comenzó la pandemia, se han reprogramado ochenta enlaces, la mayoría para las siguientes semanas y los menos, para el próximo año, “porque han preferido tener una boda lo más normal posible”.
Los besos de los recién casados llegaron en el jardín, entre rosas, esculturas y fuentes. Un posado en la escalinata, otro a la sombra del techado de enredadera, que en Valencia ya aprieta el sol, ahora nos cogemos de la mano en el banco, nos miramos, toca foto de familia... El ritual no tiene nada de novedoso, solo las circunstancias.
A Vanesa y Eduardo ya se les ve la sonrisa, esa que comparte su hija de dos años, dama de honor orgullosa delante y detrás de las cámaras que siguen a sus padres. “Hemos estado a punto de anular la boda por todo esto (dice mientras se señala la mascarilla de diseño), pero, por cuestiones personales ya tuvimos que hacerlo hace años y esta vez decidimos echar para adelante”. Lo que sí han hecho han sido tomar medidas excepcionales. En esta boda, los padres no están invitados. “Son muy mayores; hemos querido protegerlos porque son colectivo de riesgo. Ya lo celebraremos con ellos y con los amigos cuando podamos hacerlo”. Esos amigos a los que ni siquiera han avisado de que hoy era el día señalado. “Cuando se enteren me van a matar”, apunta el novio entre risas.
De cuándo y cómo será el gran banquete aún no saben nada, ni siquiera lo han empezado a pensar. El de hoy será en la intimidad. De la luna de miel también se han despedido por el momento. “Aunque a lo mejor hacemos una escapadita por España. ¿Eso nos dejan, no?” preguntan ante los micros.
Poco a poco los recién casados se van relajando ante unos medios de comunicación con más preguntas que respuestas tenían ellos. “¿Somos los primeros en casarnos?", “¿Y esto cuándo sale?”, "Muchas fotos, ¿eh?”, el agobio inicial se les va pasando y parece que la corbata aprieta menos y el vestido es más ligero. “Me dicen esto hace tres meses y me echo a reír”. Vanesa está guapa, como todas las novias, según manda la tradición y los buenos modales del que observa.
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