Historia

Cien años de la primera mujer abogada en España

A pesar de lo que muchos creen, no fue ni Victoria Kent, ni Clara Campoamor

La primera mujer abogada en España, Ascensión Chirivella
La primera mujer abogada en España, Ascensión ChirivellaLa RazónLa Razón

A pesar de lo que muchos creen, la primera mujer que se licenció como abogada en España y entró a formar parte de un colegio profesional, no fue Victoria Kent, ni Clara Campoamor, sino Ascensión Chirivella, que nació en Valencia el 28 de enero de 1894 y falleció en 1980.

Chirivella quiso seguir la estela de su padre, procurador de los tribunales de Valencia. Pese a que en un primer momento estudió Filosofía y Letras y Magisterio, con brillantes notas, se matriculó en la facultad de Derecho, consiguiendo licenciarse en 1922. En ese mismo año entra a formar parte del Colegio de Abogados de Valencia con la intención de ejercer la profesión como lo hacían sus compañeros de promoción, siendo aceptada su solicitud a diferencia de lo que ocurría a otras mujeres que intentaban colegiarse en países como Francia, Bélgica o Italia.

No obstante, se vio obligada a jurar como abogado (masculino) porque en aquella época no se contemplaba que fuera una mujer quien vistiera la toga, Este Colegio ya le brindó en 2019 un homenaje y ahora, acoge una exposición y parte del rodaje de un documental sobre la trayectoria de esta gran mujer, una producción que recibe el nombre de “La primera toga”.

El documental, cuyo rodaje se retomó a finales de 2020 tras verse interrumpido por la pandemia, reconstruye la biografía de Chirivella a partir de la ayuda de una sobrina nieta, que vive todavía en España, y de sus nietos, que viven en México.

Su marido, Álvaro Pascual Leone, fue un destacado político del partido republicano. Ambos fueron invitados a formar parte de las listas y fue él quien entró. Desde que se casaron, en 1926, ella dejó de ejercer la abogacía y se dedicó a su hija, pero luego llegó la República, y Ascensión participó activamente en ella, siempre al lado de su marido. Finalmente, tras la Guerra, tuvieron que exiliarse a México, donde no podían ejercer su profesión. Leone subsistió a partir de entonces vendiendo enciclopedias.