Problema para las Fallas

Valencia comienza a oler a Fallas. El inicio del montaje de las vallas para realizar las mascletás en la plaza del Ayuntamiento invita a celebrar los tradicionales festejos después de dos años en blanco como consecuencia de esta larga pandemia (las de septiembre pasado fueron lo que en botánica se considera un bonsai).

Como suele suceder, la organización de uno de los actos más emblemáticos de las fiestas josefinas presentan dificultades que nuestros políticos no han resuelto. La idea del concejal de Fiestas, Carlos Galiana, de Compromís, de limitar el aforo en toda la plaza del Ayuntamiento, es calificada con toda la razón de imposible por parte de su compañero de Gobierno, el socialistas Aaron Canon.

Por otra parte, limitar el aforo sería tarea casi imposible en la práctica. Limitar el aforo ¿a quién? ¿a quienes no residen en la ciudad? ¿a los turistas? ¿desde qué hora? ¿cómo se puede dejar fuera a los miles de visitantes de otras zonas de España y del mundo? Si la cierras, todavía peor. Las aglomeraciones se harán en incontrolables en las calles adyacentes, porque los espectadores van a seguir viniendo. Tampoco parece la solución realizar exhibiciones paralelas en los distintos barrios de la ciudad. La mascletá del Ayuntamiento es mucho más que un espectáculo sonoro, siendo extraordinariamente brillante.

Esperemos que los dos ediles capitalinos, con la colaboración de los especialistas policiales, encuentren una solución que nos devuelva la grandeza de un evento de fama universal del que disfrutan diariamente, del 1 al 19 de marzo, miles de ciudadanos. Así es la vida.