Tribunales

El presunto asesino de Marta Calvo niega que la matara y duda de los forenses

Asegura que la Guardia Civil le dijo que si no aparecía el cuerpo le imputarían más muertes

Jorge Ignacio Palma, acusado del asesinato de Marta Calvo, ha negado hoy que la matara y ha vuelto a asegurar que tras pasar la noche juntos, al despertar se la encontró muerta.

Palma, que solo ha contestado a su abogada y a los miembros del jurado, ha dicho que su error fue no llamar al 112 cuando la encontró sin vida en la cama pero dijo que era colombiano, con antecedentes por narcotráfico, y que no le iban a crear. Además, su primera decisión fue suicidarse, si bien quiso esperar porque el día siguiente llegaba su madre y prefirió despedirse de ella sin decírselo, por lo que se tuvo que deshacer del cuerpo para que su madre no lo encontrara en la casa.

Posteriormente, el supuesto asesino de Marta, “cuando me enfrenté a la muerte, porque yo quería tirarme a un camión, pensé por qué si yo no he quitado ninguna vida, me tengo que quitar la mía”.

Palma, que se ha mostrado sereno durante casi toda la declaración, ha roto a llorar sin lágrimas cuando se ha referido al momento del suicidio y también al hablar de su madre. En el resto de la declaración, en la que solo ha contestado a su defensa y a los miembros del tribunal y del jurado, ha mantenido un tono que ha llegado a ser incluso arrogante y con el que ha querido desacreditar a la acusación, de la que dice que ha urdido una trama para hacer de él un monstruo; a los forenses, de los que ha dicho que emplea unas técnicas poco exactas; y a los investigadores, que le dijeron que si no aparecía el cuerpo de Marta Calvo, le imputarían varias muertes más.

Palma ha dicho que las mujeres “son lo más lindo de la creación, cómo voy a considerarlas objetos” y que “respeto y amo a las mujeres y a todos los seres vivos”. Y ha añadido que “para mi la sexualidad es casi sagrada”.

El acusado ha explicado que recogió a Marta Calva en Valencia y la llevó a su piso de Manuel. “Después de horas de fiesta me dijo que se iba a dar un ducha porque no se encontraba bien y nos fuimos a dormir. Al despertar me di cuenta de que estaba muerta. Quise morir junto a ella pero alguien hubiera venido. Como no podía sacar el cuerpo sin que me vieran fui a comprar una sierra para cortar sus miembros. Y lo tiré en dos contenedores de Alzira y otro de Silla”.

Palma ha dicho que “el miedo de morir en prisión no me deja vivir” y ha añadido que “aunque fue un accidente temo que me tomen por un monstruo asesino de mujeres. Fue un accidente”.

El acusado también ha negado tener nada que ver con las muertes de Arlene, lady Marcela y ha negado tener intención de matar a otras siete mujeres: “absolutamente no. No sé quiénes son”. Y ha dicho que “que yo contraté servicios sexuales con alguna de ellas, puede ser. Pero no tenía intención de matar, ni he agredido ni violado a nadie, porque si estoy pagando, el consentimiento está implícito”.

Palma ha dicho que “antes de que el caso de Marta se hiciera mediático a mi no me habían denunciado ni estaba siendo investigado por nada”.

También ha admitido que hacía “fiesta blanca” en un 40 por ciento de los servicios solicitados, porque “eso es algo que está ahí. No soy yo su precursor”. Y ha explicado que la fiesta blanca consiste en practicar sexo mientras se consume cocaína, y que se advierte porque hay chicas que se pueden alarmar si te ven consumir, por lo que es mejor advertirlo antes. “Yo consumía droga y las señoras que se prestaban a la fiesta blanca, también. Pero nunca he introducido ni voluntaria ni involuntariamente droga en el ano o en la vagina. No tiene sentido, Por qué voy a introducirla ahí”.

Respecto de la muerte de Arlene, ha explicado que cuando acaba el servicios sexual “ella empieza a tener un comportamiento errático y me habla en portugués. Yo me vestí y salí tranquilamente. No la vi convulsionar. Pensé que había consumido más droga”. Y ha explicado que no cerró la puerta al salir de la habitación porque en los burdeles se intenta no pegar portazos o hacer ruido para no molestar a los vecinos: “Qué importancia penal tiene si cerré o no la puerta. En los burdeles no se cierra fuerte para no pegar portazos todo el rato”.

Respecto a las grandes cantidades de cocaína que algunas mujeres que han tenido encuentros sexuales con el acusado han relatado, ha dicho que son “declaraciones malintencionadas, describen una droga que no existe. Eso es una fantasía de esas chicas”.

También ha explicado que trabajaba en la hostelería y recogiendo frutas, además de pintar algún piso. Ingresaba de novecientos euros para arriba y no tenía nómina porque no tenía permiso de residencia en España . Compraba la cocaína a terceras personas: “en cualquier población siempre sale algún camello”.

Ha negado que manejara grandes cantidades de coca: “yo llevaba medio gramo para mi. Yo siempre he llevado mi dosis y ya está”.

Respecto al día de los hechos ha explicado que era el día de su cumpleaños y tuvo al “desafortunada idea” de pasar la noche acompañado.

Según Palma, Marta Calvo le dijo que “llevaba dos días de fiesta. No me siento bien. Paremos, me doy una ducha y ya está”. Ha narrado que “cuando despertamos, veo que tiene un gesto extraño, no le encuentro pulso, no respiraba y a mí se me vino el mundo encima”

Ha continuado explicando que “quise suicidarme. Tenía antecedentes por droga, soy colombiano, he contratado un servicio sexual. Yo pienso en suicidarme. Pero era un acto de egoísmo porque mi madre venía. Yo decido despedirme de mi madre. Yo hice algo terrible, la saqué de casa de esa forma (descuartizada), pero yo no la maté. Las ciencias forenses yo no sé hasta que punto son exactas”.

Prosigue que “yo estaba muy desesperado, quería tirarme a un camión, pero cuando uno se ve ante la muerte, pensé, si yo no he quitado la vida a nadie, por qué me la tengo que quitar a mí”.

Ha explicado que durante los tres días que estaba fugado “me aseaba en los servicios de Mercadona y de Consum” y que a los tres días tuvo “la reacción perfecta” y se entregó: “yo tenía que hacer paz con mi consciencia y que la familia de esta mujer supiera lo que había pasado”.

Llamó a varias mujeres al día siguiente

Respecto a la frialdad del acusado que habría llamado a más chicas al día siguiente de haber matado a Marta Calvo, ha explicado que cuando estaba practicando sexo con Calvo “estábamos bien y se nos ocurrió llamar a otras chicas, algunas contestaron ese día y otras al día siguiente”

En las preguntas de los miembros del jurado, uno de ellos le ha preguntado si quería cambiar su declaración respecto a que dejó el cuerpo en los contenedores y dar otra ubicación y Palma ha contestado que “yo no tengo ánimo de martirio , yo conté lo que ocurrió. Lo que ocurrió fue eso”.