Lactancia

“Mi bebé tiene ocho meses y solo quiere tomar teta, ¿está bien alimentado?”

La clave está en introducir alimentos con paciencia y siguiendo hábitos saludables

Dejarle comer a los bebés con sus manos contribuye a su desarrollo motriz
Dejarle comer a los bebés con sus manos contribuye a su desarrollo motrizLa RazónLa Razón

Esta semana respondemos a una madre que nos escribe preguntando si su bebé de ocho meses, que solo quiere tomar leche materna, está bien alimentada. Solo con estos datos desconocemos si se trata de un bebé que nació prematuro o de un bebé a término.

Si se trata de un bebé prematuro las pautas actuales de la introducción de la alimentación complementaria no son aplicables para ellos porque necesitan completar su desarrollo fuera del útero y por consiguiente, según la edad gestacional en la que nacieron pueden presentar un menor desarrollo madurativo, especialmente de algunas habilidades psicomotoras necesarias para iniciar la alimentación complementaria, como, poder mantenerse más o menos sentado, mostrar interés por los nuevos alimentos, tener la coordinación ojo-mano-boca….por lo que, la introducción de la alimentación debe de realizarse, considerando las particularidades de cada bebé.

A nivel general estos bebés suelen iniciar la alimentación a los 6 meses de edad corregida, es decir, la edad que tendría el bebé de haber nacido a término (40 semanas de gestación). La edad corregida se obtiene restando a la edad cronológica, las semanas que le faltaban para llegar a la semana 40. Por lo tanto, hasta que llegue el momento en que muestre signos de estar preparado para comer otros alimentos diferentes, la leche materna será el alimento de referencia, no solo por sus múltiples ventajas a nivel nutricional e inmunológico, sino por su contribución en la maduración digestiva y neurológica del lactante prematuro.

Es cierto que los bebés, después de los seis meses de vida necesitan tomar otros alimentos para obtener algunos nutrientes que no pueden conseguir en suficiente cantidad a través de la leche. Pero que rechace comer otros alimentos más allá de los seis meses no es un motivo alarma, ya que, la leche, especialmente la materna, cubre sus necesidades y debe ser su alimento principal durante al menos los primeros doce meses.

Recordar que, al igual que ocurre en otras fases del desarrollo infantil, el bebé necesita para poder comer otros alimentos diferentes a la leche, haber desarrollado una serie de ítems. Para ello, es necesario, que muestre interés por la comida, que se mantenga sentado con o sin apoyo, y para poder llevarse los alimentos a la boca, necesita haber desarrollado coordinación, mano-boca, a la vez de haber perdido el reflejo de extrusión, por lo tanto, el bebé puede necesitar algo más de tiempo para desarrollar todas estas habilidades.

Lo idóneo, es que, los padres, a partir de los seis meses ofrezcan otros alimentos al bebé, pero sin forzarle a comer. Porque mientras algunos bebés muestran mucho interés por la comida, y se comen sin rechistar cualquier mezcla de alimentos, otros siguen alimentándose casi exclusivamente de leche, con la consiguiente preocupación de sus padres. Momento en el que surge la duda y el eteno debate, de que si con la leche materna está recibiendo una adecuada nutrición.

Hay que actuar, no preocuparse

Primero que nada y de manera general, diría que no es motivo de preocupación, sino más bien de actuación. Porque como ya he mencionado la leche materna es el alimento principal del lactante hasta los doce meses de edad. Un nutriente que se adapta a las necesidades del lactante algo que la leche de formula nunca podrá hacer.

En segundo lugar, es importante ser respetuosos con el bebé que no muestran mucho interés y/o le cuesta aceptar los nuevos alimentos. Es clave que los padres sean constantes, pero sin obligarle a comer. Muchas veces la aceptación hace necesario probar el alimento sucesivas veces hasta que sea aceptado, por lo que no hay más remedio que armarse de paciencia y no abandonar a la primera de cambio, sino de ir ofreciéndole alimentos con texturas y sabores diferentes, considerando que probablemente, necesite algo más de tiempo para acostumbrarse.

En tercer lugar, otro aspecto esencial a tener en cuenta, es la cantidad de alimento que debe comer el bebé. Al principio puede que apenas tome alguna cucharada, la idea, como se ha mencionado es ofrecerle y, sobre todo no obligarle jamás a comer, porque a medida que empiece aceptar, ira por sí solo aumentando la cantidad. Lo que está claro es que más pronto o más tarde todos los bebés empiezan a interesarse por los alimentos y comen. Al fin y al cabo, la alimentación complementaria es complementaria no sustitutiva de la leche, e insisto que, está sigue siendo el principal alimento del bebé hasta los doce meses de edad.

También es frecuente encontrarnos, en que las condiciones en las que se ofrece la comida al bebé, no son las más propicias, sobre ello, resaltaría dos cosas importantes. Primeramente, que la alimentación complementaria no implica dar ni hacer alimentos especiales para el bebé.

Este, puede comer la comida que toman los adultos, adaptada a él. Este punto es especialmente importante para los bebés alimentados con leche materna, los cuales están acostumbrados a la comida familiar, puesto que el sabor de lo que come su madre pasa a la leche, por lo que, es normal, que no les gustan los típicos pucheritos de verduras y pollo que se les suele preparar.

Comer como uno más

Entonces, ¿por qué no ofrecerle los mismos alimentos que come el resto de la familia? Para ello tan solo es necesario que los padres coman una dieta saludable, a base de alimentos naturales, frescos y de temporada. Eso sí, para los más pequeños sin sal. Ofrecer al bebé los alimentos del resto de la familia es una forma preferente que ha sido la base de la alimentación de los más pequeños durante muchos siglos, antes de que la industria de alimentos irrumpiera en nuestras casas, e introdujera en la dieta de los más pequeños una serie de alimentos procesados que carecen de la calidad nutricional de la dieta tradicional, y que por el contrario presentan en general altos niveles de azúcares, grasas saturadas o trans, aditivos, colorantes, conservantes...

En definitiva, una amalgama de ingredientes muy estudiados para atrapar al bebé y hacerlo asiduo devoto de otros productos (zumos, snacks, galletas). Nada tienen que ver con comer un poco de arroz, lentejas, fideos, pollo, plátano… alimentos que pueden aplastarse con un tenedor, o bien ser cortados en trozos pequeños y no triturados si esa es su preferencia.

Además de comer lo mismo que papá y mamá también es importante comer en la mesa con ellos, no apartarlos y darles de comer en otros horarios diferentes al resto de la familia, con ello no solo contribuimos a que coma mejor, a que aprenda de forma temprana pautas de alimentación y hábitos nutricionales correctos, por supuesto, siempre que nosotros los tengamos. Dejándoles que coma con las manos o que sostenga una cuchara mientras nos encargamos de alimentarlo, contribuimos en su desarrollo motriz y en su coordinación, hasta que llegado el momento haya desarrollado la suficiente autonomía para ser capaz de comer solo.

En definitiva, espero haberte sido de ayuda, que puedas poner en práctica todo lo que he mencionado, porque con ocho meses esta bien alimentado con leche materna y pude costar algún tiempo y muchos intentos hasta que acepte comer un nuevo alimento.