La crisis del gas se hace presente en Cevisama: 300 expositores menos y casi la mitad de superficie expositiva

El 3 de febrero de 2020 se inauguraba en Feria Valencia el salón internacional de arquitectura y productos de interior Cevisama que supone, junto con Cersaie en Boloña (Italia), uno de los puntos de encuentro más importantes en Europa para el sector azulejero. Aquel día la organización comunicaba que se había logrado concentrar en el recinto ferial valenciano a un total de 847 marcas en 126.000 metros cuadrados de exposición.

Tres años, una pandemia y una guerra después, las cifras son muy distintas. Según fuentes de Feria Valencia, para la próxima cita de Cevisama, que se celebrará del 27 de febrero al 3 de marzo, se esperan unas 500 marcas y el marco expositivo contará con 80.000 metros cuadrados, casi la mitad que en la última edición.

Aunque la recesión tras la pandemia influye todavía en la contratación de ‘stands’ en todos los certámenes, en el caso del azulejo sin duda la crisis de los precios de la energía provocada por la invasión rusa en Ucrania, es un factor determinante para las empresas de un sector gasintensivo que se ha visto altamente perjudicado por el incremento en el coste del gas. De hecho, hay que recordar que la edición de Cevisama 2022 fue cancelada finalmente debido a la situación en la que se encontraba el sector tras el reciente inicio de la guerra.

Tras la sucesión deempresas del sector que durante el año pasado se vieron obligadas a detener su actividad debido a la imposibilidad de asumir los costes energéticos, desde la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), residenciada en Castellón, se exigió tanto al Gobierno central como al autonómico que imitaran las ayudas directas prestadas por otros gobiernos europeos, como el italiano, país que además constituye el principal competidor para el azulejo español, cuya actividad se concentra en la provincia castellonense.

Las peticiones finalmente fueron escuchadas. El Gobierno de Pedro Sánchez anunció en diciembre un paquete de ayudas dotado con 450 millones de euros para los sectores gasintesivos, y la Generalitat valenciana, por su parte, anunció 110 millones. Por el momento ninguna de las dos ayudas se ha hecho efectiva, pero el sector confía en que lo harán de manera inminente.

Perspectivas optimistas

Pese a las dificultades vividas durante los últimos meses y la difícil situación que atraviesa el sector, tanto desde Feria Valencia como desde la patronal Ascer se muestran optimistas de cara a la inminente Feria Cevisama. Desde el recinto ferial valenciano aseguran que se ha llevado a cabo la mayor campaña de captación de visitante extranjero de calidad y se ha conseguido multiplicar por cuatro los preregistrados de la última edición.

De hecho, el certamen de 2020 se cerró con 91.000 visitantes, 21.000 de ellos extranjeros de más de 150 países, y las expectativas son repetir estas mismas cifras.

Por su parte, desde Ascer aseguran que Cevisama “es un foro excelente para que expositores y compradores de todo tipo se encuentren y puedan ver las novedades que las empresas asistentes del sector tienen que mostrar”.

Sin embargo, señalan estas mismas fuentes, “después de un año muy complicado por el incremento de los precios energéticos y por la pérdida de competitividad de nuestros productos frente a nuestros competidores (fundamentalmente italianos que han recibido ayudas por más de 600 millones de euros frente a los escasos 20 millones de euros que ha recibido el sector en España) nuestros productos pueden resultar menos interesantes que los italianos para un buen número de compradores”. Finalmente, y a pesar de la ilusión de cara a la próxima celebración del salón, desde Ascer piensan que “no cabe duda que la presentación de nuestros productos ante los visitantes no va a ser suficiente para cuajar una gran edición de Cevisama”.