Política

La doble puesta en escena en la gestión de la tragedia

La tensión política no ha impedido llegar a acuerdos para tomar medidas conjuntas como la restricción de la movilidad

L'ELIANA (VALENCIA), 01/11/2024.- El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón (d), saluda al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska a su llegada al Centro de Control de Emergencias de la localidad de L'Eliana, Valencia, este viernes. Marlaska asiste a la reunión del Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI) de la Comunitat Valenciana, desde el que se coordinan las labores de emergencia en las zonas afectadas por la DANA. La Comunitat Valenciana intenta recuperarse de la p...
El ministro de Interior Grande-Marlaska y el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón Mº del InteriorAgencia EFE

El principal foco de atención en estos momentos que se suceden a la DANA catastrófica que ha asolado multitud de municipios de la provincia de Valencia sigue siendo, por desgracia, la búsqueda y recuento de víctimas mortales. La escalofriante cifra no cesa de subir y pese a que todavía no ha cerrado la cifra de fallecidos, el barro ha llegado también al terreno político. El comunicado oficial enviado a primera hora de la mañana del jueves por el Ministerio del Interior inició una batalla que tardará mucho en cerrarse. Explicaba que la situación de emergencia declarada por la Generalitat valenciana fue de nivel 2, por lo que el Gobierno no podía intervenir, ya que habría supuesto interponerse en las competencias autonómicas. Obviaba que un siguiente nivel de emergencia le permite hacerse con el cargo de la situación.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, insistía en que los protocolos seguidos y las alertas enviadas desde Emergencias están «perfectamente reglados por la Dirección General de Protección Civil del Gobierno de España». La responsabilidad queda, de esta forma y hasta el momento, diluida, difuminada entre ambas administraciones que, sin embargo, se han esforzado en mostrar, desde el primer momento, una llamativa cordialidad en público, lejos de la tensión de los comunicaciones oficiales.

Correctas han sido siempre las formas que han mostrado la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, y el presidente Mazón. No es la primera desgracia que comparten, pues el pasado mes febrero tuvieron que coordinar acciones debido al trágico incendio del barrio de Campanar de Valencia.

Lo que sí llamó la atención fue la sintonía que exhibieron el presidente valenciano y el del Gobierno central, Pedro Sánchez, durante la visita el pasado jueves al Centro de Coordinación de Emergencias de L’ Eliana (Valencia) para participar en la reunión del grupo de coordinación (Cecopi). «Querido presidente, muchas gracias por venir tan pronto, y por tu contacto desde el primer momento. Muchas gracias por tu cercanía y tu presencia tan adecuada», decía Mazón, mientras el socialista asentía con agradecimiento. El presidente valenciano subrayaba la «coordinación» entre las dos administraciones y aseguró que «se va a mantener». Sin embargo, por la tarde, tras la reunión del Gabinete de Crisis formado por el Gobierno, el ministro de Política Territorial, Ángel Torres, volvía a remarcar quién tenía que las competencias de Emergencias, «la comunidad autónoma».

La cordialidad continuó ayer, durante un momento clave: la incorporación del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, al Cecopi. Durante la comparecencia pública posterior a la reunión, que se prolongó durante más de tres horas, Mazón anunció la posible restricción de la movilidad de las carreteras que dan acceso a las localidades afectadas. Esta cuestión se concretó a última hora de la tarde de tal manera que entró en vigor a las 00.00 del sábado y hasta las 23.59 del domingo.

Marlaska no solamente refrendó la medida, sino que insistió en la necesidad de evitar la circulación para facilitar el trabajo de los servicios de emergencias y los militares del Ejército que ayer, por fin, llegaron a la «zona cero» para apoyar en la búsqueda de cuerpos, desescombros y reparto de alimentos y suministros.

Además, anunció que hoy sábado se incorporarían otros 500 militares al medio millar que llegó ayer y añadió que los 120.000 miembros del Ejército español, así como los 160.000 Guardias Civiles y Policías Nacionales, están a la disposición de la provincia de Valencia por si se requiriera más apoyo. Una decisión que, pese a ser acertada, ha sido recibida con críticas, pues vecinos y alcaldes de los pueblos afectados reclaman desde el miércoles ayuda para recuperar los servicios básicos.

Mientras se dilucida si se actuó de la mejor manera posible la puesta en escena está clara: apoyo entre administraciones públicas y colaboración. El tiempo se encargará de determinar si los niveles de alerta fueron los adecuados o si habría que haber decretado el Estado de Alarma.