Medio Ambiente

Los embalses de la Comunidad Valenciana resisten la sequía, pero necesitan de las lluvias de otoño

Las altas temperaturas han elevado la evaporación en un año extremadamente caluroso

En el embalse de Crevillent, de la Confederación Hidrográfica del Júcar, está prohibido el baño
Embalse de Crevillent que pertenece a la CHJ CHSCHS

Los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y de los que principalmente bebe la Comunitat Valenciana, han iniciado el año hidrológico 2023-2024 con un buen nivel de agua embalsada. Están a mitad de su capacidad a pesar de que estar en un periodo de lluvias que se mantiene por debajo de la normal y con elevadas temperaturas. En cualquier caso, con los niveles actuales este organismo garantiza el suministro de agua a todos los usuarios hasta que acabe ese año si se producen, eso sí, los problemas podrían llegar si se mantiene el ciclo seco y no se producen lluvias en otoño, invierno y primavera.

En concreto, el volumen de agua embalsada supera los 1.362 hectómetros cúbicos, el 48 por ciento de su capacidad total, lo que permite calificar como "bueno" el actual estado de las reservas de agua almacenada.

El director técnico del Organismo, Manuel Torán, ha afirmado la pasada campaña fue "terrible" en cuanto a precipitaciones y temperatura, pues "la escasez de lluvias ha sido notable", lo que impide poder acumular más agua en los embalses.

"A esto hay que sumar un año muy caluroso, con repetidas olas de calor, que se ha traducido en un mayor consumo y una elevada evaporación en nuestros embalses", ha comentado Torán, quien ha destacado que el suministro para el abastecimiento de todos los usuarios está "asegurado".

"Lo ideal y deseable es que llueva en la cabecera de los ríos de aportación a nuestros embalses, así podremos almacenar lo máximo posible de cara a la próxima campaña de riegos”, ha explicado.

Las cifras

La precipitación media acumulada en el pasado año hidrológico (entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023) fue de 411 litros por metro cuadrado, mientras que la media de la serie histórica de los últimos 33 años se sitúa en 445.

Según los datos recopilados por los pluviómetros del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHJ, las mínimas de lluvia anual acumulada se han registrado en Castelfrío (Teruel), con 130 litros, Casinos (Valencia) con 200 y Sierra Cid (Alicante) con 204.

Los máximos acumulados se han registrado en Huerto Mulet (Valencia) con 863 litros por metro cuadrado, y en los pluviómetros del Barranc de la Casella de Alzira (Valencia) y Ciudad Encantada, en Valdecabras (Cuenca), con 818 litros acumulados en ambos puntos.

Las precipitaciones, como suele ser habitual en la Demarcación Hidrográfica del Júcar, han sido irregulares, con meses más húmedos de lo normal -mayo y junio- y periodos muy secos, como el primer trimestre de 2023, pero además han tenido la particularidad de que las lluvias se han concentrado en el litoral.

Torán ha puesto como ejemplo la última DANA: en algunos puntos llovió mucho, pero eran zonas cercanas a la costa y en lugares donde no cuentan con infraestructuras hidráulicas que permitan almacenar el agua.

Los 1.362 hectómetros cúbicos que almacenan actualmente los embalses del Júcar superan la media del volumen almacenado en los últimos 10, 20 y 30 años, lo que Torán atribuye a la gestión "coherente y eficiente" que los usuarios y la Confederación han llevado a cabo.

Respecto a los consumos de agua, Torán ha señalado que los grandes usuarios del sector agrícola, a pesar del calor y de la falta de precipitaciones, no han incrementado el gasto, sino que "han sabido ajustarse a lo estipulado en el actual Plan Hidrológico del Júcar".