Un preso considerado extremadamente peligroso, con incidentes en varias prisiones españolas, ha sido condenado a un año y medio de cárcel por agredir a tres funcionarios del centro penitenciario de Alicante II, en Villena, durante un traslado desde el patio hasta su celda del módulo de aislamiento.

Según la sentencia del juzgado de Lo Penal número 11 de Alicante con fecha del pasado 20 de junio, a la que ha tenido acceso EFE, la magistrada impone seis meses a Mohamed El M. por un delito de atentado contra los funcionarios y cuatro meses más por cada una de las lesiones a los tres trabajadores, además que les indemnice con cantidades entre 9.493,13 y 11.484,43 euros por las lesiones que les infligió.

Del mismo modo, la magistrada ha absuelto a los tres funcionarios, dos de ellos representados por el despacho de abogados de Raquel Sánchez Navarro, de sendos delitos contra la libertad individual del reo, al concluir que su actuación al reducir a Mohamed El M., que se acogió a su derecho a no declarar en el juicio, "fue ajustada a las circunstancias" y respuesta "a una situación imprevisible, violenta y descontrolada".

Los hechos, que quedaron grabados en las cámaras de seguridad, ocurrieron el 16 de agosto de 2021 sobre las 18 horas cuando el encausado fue conducido desde el patio, donde estaba tranquilo, a la celda en el módulo de aislamiento y una vez que pasaron la puerta del módulo varió su actitud para encararse con los funcionarios, a uno de los cuales escupió y a todos amenazó.

Cuando entraba en la celda puso en varias ocasiones el pie para impedir el cierre del mecanismo automático y a continuación se abalanzó de manera "absolutamente sorpresiva" sobre los funcionarios lanzando una patada y acometiendo "con violencia" mediante empujones y golpes.

Los funcionarios iban provistos de chalecos antipinchos y defensas de goma que la magistrado ha considerado que estaba acreditado que los portaran para los traslados de tres reos especialmente peligrosos del recinto, entre ellos Mohamed E.M, y acabaron repeliendo la agresión e inmovilizando al preso en el suelo con gran dificultad por el alto grado de resistencia.

Para la magistrada, los tres funcionarios no se extralimitaron en el uso de sus funciones para inmovilizar al preso tanto para salvaguardar la integridad física de éste como las suyas y la seguridad del centro penitenciario.