Política
Mazón, el candidato popular al que menos le costó llegar al Palau
Su pista de despegue hacia la Presidencia de la Generalitat Valenciana fue la Diputación de Alicante, donde hizo la oposición al Cosnell del Botànic

Era un 3 de julio de 2021 y Carlos Mazón (Alicante, 1974) arrasó en el congreso del Partido Popular en la Comunitat Valenciana. Más del 99% de los votos fueron para este candidato llegado de Alicante y que los populares habían elegido para intentar recomponer el partido y, sobre todo, para volver a gobernar.
La izquierda, unos años antes, se había hecho con el control de la Generalitat Valenciana con Ximo Puig al mando y una Mònica Oltra que ejercía de vicepresidenta todopoderosa. El PP buscaba un candidato que peleara por devolver a los populares al Consell.
Avalado entonces por Pablo Casado, presidente del Partido Popular en aquel momento, Mazón apenas tuvo oposición. Hubo un postulante al mismo puesto, el alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, pero apenas tuvo apoyos.
Así que en ese congreso de 2021, con la pandemia aún como parte de la vida de los ciudadanos, Mazón ganó y se convirtió en el líder de unos populares que, hasta entonces, habían sido liderados por Isabel Bonig.
No hay que olvidar que la plataforma de lanzamiento de Mazón hacia la Presidencia de la Generalitat fue la Diputación de Alicante, cuyo gobierno asumió en 2019 y gracias al apoyo de Ciudadanos. Desde la institución provincial, jugó su baza de hacer la oposición al Consell del Botànic, liderado por Ximo Puig. Abanderó la guerra en defensa del Tajo-Segura y recurrió el decreto del plurilingüismo, entre otras medidas con las que desde Alicante planto cara al Gobierno valenciano. De todo ello sacó rédito electoral en 2023, eso sí, gracias a los votos Vox.
Antes de su llegada a la institución provincial, Mazón ocupó 2009 el cargo de gerente de la Cámara de Comercio; un puesto del que está en excedencia. Es además una persona de confianza del expresidente Eduardo Zaplana, de hecho, inició con el su carrera política.
Nombrado candidato en 2021, dos años después, Mazón logró algo casi impensable para muchos. Convertirse en presidente de la Generalitat y acabar con el Gobierno del Botànic que encabezaba el PSPV con Compromís. Eso sí, Mazón no obtuvo la mayoría absoluta en las urnas y tuvo que contar con el apoyo de Vox. Es más, se convirtió en el primer gobierno autonómico en el que entraron los de Santiago Abascal. Hasta uno de los voxistas, el extorero valenciano Vicente Barrera, se convirtió en vicepresidente del Consell además de varios miembros del partido como consellers del Gobierno autonómico. Y, aunque después se rompió el pacto en 2024 -con la marcha de los consejeros de Vox del Gobierno valenciano-, Mazón mantuvo la Generalitat y mantuvo también, aunque sin estar el Ejecutivo, el apoyo de Vox (con ellos debe contar para que apoyen un nuevo candidato que debe votarse en Les Corts Valencianes).
Pero Mazón lo ha dicho esta mañana: "ya no puedo más". Y se ha convertido en el político al que menos le costó llegar al Palau de la Generalitat y, sin embargo, el que más pronto se ha ido. Si en dos años logró el poder, en dos años lo ha abandonado. La trágica dana también se llevó su credibilidad y este lunes Mazón ha presentado su dimisión.
Se marcha sin haber finalizado un objetivo que se marcó tras la riada: La esperada reconstrucción. No ha llegado a 2027 y ha perdido el puso con Génova. En apenas cinco años, el popular ha pasado de ser un político en auge, que encandilaba con su simpatía y cercanía, que llegó, incluso, a conquistar al electorado a través de las redes sociales, a perderlo todo esa tarde del 29 de octubre en El Ventorro.