Salud

Melanoma: cómo prevenir el cáncer de piel más letal

El 23 de mayo se celebra el Día Mundial del Melanoma, que provoca cada año cerca de mil muertes en España

De izq. a dcha.: doctora Chust, doctor Nagore, Zaida García y doctora Juan del IVO
De izq. a dcha.: doctora Chust, doctor Nagore, Zaida García y doctora Juan del IVOLa Razón

El melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo, provoca cerca de mil muertes al año en España. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que en 2025 se diagnosticarán alrededor de 9.400 nuevos casos, siendo las mujeres las más afectadas. Dado este preocupante incremento, el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) recuerda la importancia de adoptar medidas para protegerse de la excesiva exposición al sol, un factor que está detrás del 85% de los melanomas.

El doctor Eduardo Nagore, jefe clínico del Servicio de Dermatología del IVO, advierte que «el daño que suele desencadenar un melanoma se produce, en la mayoría de los casos, por una exposición solar excesiva». Por ello, subraya la importancia de adoptar medidas de protección para evitar quemaduras y la acumulación de radiación ultravioleta a lo largo de la vida. Entre esas medidas, destacan el uso de ropa adecuada, gafas de sol, crema fotoprotectora (FPS) 50+ y evitar el sol en las horas de mayor radiación. Además, el especialista recuerda que el uso de cabinas de bronceado incrementa el riesgo de melanoma, debido a la alta dosis de radiación ultravioleta. Conocido como «el signo del patito feo», este indicador no es siempre sinónimo de melanoma, pero requiere de una valoración y posible seguimiento por parte de un dermatólogo. El índice de sospecha aumenta si cambia de forma o color y pica o duele.

Para detectar estos cambios, los expertos recomiendan realizar una autoexploración regular completa de la piel. «Es útil el uso de espejos grandes o pequeños y fotografiar los lunares para ver su evolución».

Existen dos perfiles de riesgo bien definidos. El primero corresponde a personas mayores de 60 años, con piel clara y dificultad para broncearse, que han estado muy expuestas al sol por motivos laborales o de ocio y el segundo a personas con muchos lunares, con tendencia a multiplicarse y en cuyo caso suele aparecer el melanoma antes de los 50 años. Además, tener antecedentes familiares también incrementa el riesgo.

Junto a estos perfiles, existen también melanomas que aparecen en zonas menos habituales como son las palmas de las manos, las plantas de los pies o las uñas. «En estos casos, no se conoce bien el origen ni rasgos que aumenten la predisposición a padecerlos, pero su existencia subraya la importancia de incluir estas áreas en la exploración rutinaria de la piel».

Abordaje terapéutico

La mejor estrategia contra el melanoma sigue siendo su diagnóstico precoz y el tratamiento quirúrgico. En los casos en los que no es posible detectarlos en fases tempranas la inmunoterapia «se está consolidando como una de las opciones más prometedoras», comenta la doctora María José Juan, médico adjunto del Servicio de Oncología médica del IVO.

En concreto, el tratamiento del melanoma con inmunoterapia, técnica que potencia el sistema inmune del paciente para que pueda identificar y eliminar por sí solo células cancerosas, ha experimentado «una auténtica revolución» en los últimos años. «Actualmente alcanzamos tasas del 50% a los 6 años, cifras que con la quimioterapia tradicional resultaban impensables e inimaginables».

En estadios I y II, generalmente se aborda con cirugía, campo en el que el IVO es pionero en la técnica de Mohs, que permite analizar el 100% de los márgenes quirúrgicos, preservando el máximo tejido sano posible.

En algunas ocasiones, el tratamiento quirúrgico se asocia con radioterapia como tratamiento adyuvante, dice la doctora María Luisa Chust, jefa clínica del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO. Las nuevas tecnologías permiten administrar de forma precisa dosis mayores de radioterapia en pocas fracciones.

Desde el Laboratorio de Biología Molecular del IVO, la investigadora y doctora Zaida García destaca que los avances en investigación del melanoma han sido posibles gracias a los enfoques «ómicos» que analizan las alteraciones moleculares implicadas en la progresión del cáncer y en la resistencia a los tratamientos.

Estos estudios permiten identificar genes y vías clave, lo que «facilita» una terapia personalizada.

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