Política

El ocaso de la etapa Mazón, su Consell ya marca distancias

El presidente asistirá al pleno de Les Corts en el que, con los votos de Vox, será investido jefe del Consell Juanfran Pérez Llorca

Mazón, ayer, antes de presidir el pleno del Consell
Mazón, ayer, antes de presidir el pleno del ConsellEUROPA PRESS

El 14 de julio de 2023, el Boletín Oficial del Estado publicaba el nombramiento de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat. Era el inicio del «cambio que te mereces», como puso de lema el Partido Popular de la Comunitat Valenciana. Mazón cambiaba la Presidencia de la Diputación de Alicante por la del Gobierno valenciano.

Una de las primeras medidas que tomó fue aprobar la gratuidad de la educación infantil de 0 a 3 años y la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. En el centro de sus políticas situó el plan Simplifica, un programa para acabar de una vez por todas con la pesada burocracia que hace más compleja no solo la actividad empresarial, sino la vida de los ciudadanos.

Se había convertido en un barón popular por méritos propios que incluso pensó que podría verse favorecido cuando Vox decidió abandonar el gobierno tan solo un año después de sellar un pacto que, todo sea dicho, no gustó a la dirección nacional del PP por la manera en la que se ejecutó. Sin embargo, las encuestas iban en buena dirección. Mazón había borrado a la izquierda del mapa electoral valenciano.

El viento soplaba a su favor. Hasta la oposición lo reconoce en privado, «lo tenía todo» y remarcan la habilidad con la que había logrado, además, una gran popularidad en las redes sociales, un lugar donde los políticos han decidido volcarse en los últimos tiempos. Pero como el destino de miles de personas en Valencia, el suyo propio también se truncó el 29 de octubre del año 2024. «La dana ha cambiado todo», dijo ayer la vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero. «Nos ha cambiado a todos y ha cambiado la gestión», continuó Camarero.

Mazón ató su continuidad a la reconstrucción, pero su ausencia en los órganos de decisión el día de la tragedia y la inexplicable decisión de no estar aquella tarde centrado en ella han ido dañando su imagen pública. Se le ha llamado de todo. Lo peor, sin duda, «asesino». La situación vivida en el funeral de Estado, celebrado un año después, se volvió ya insostenible. «Ya no puedo más», dijo el 3 de noviembre. Y dimitió.

Lo que en los primeros días fue una defensa de una decisión «valiente» de su equipo de Gobierno y círculo cercano se ha ido tornando en una separación conforme han ido saliendo más informaciones casi a diario sobre sus pasos el 29 de octubre.

La última, que la periodista Maribel Vilaplana abandonó el parking al que le acompañó Mazón a las 19:47 horas, exactamente 48 minutos antes de su llegada al Cecopi. Qué hizo mientras, solo Mazón lo sabe.

Su ambivalencia hace que ya nadie ponga la mano en el fuego por él, ni siquiera su vicepresidenta, quien ayer evitó contestar a ello: «Aquí me tienen como portavoz del Consell, no para hacer valoraciones personales», dijo. Al ser preguntada por si debería hacer autocrítica y si considera «una mentira a la ciudadanía» los continuos cambios de relato de su superior, Camarero aseveró que no le corresponde a ella explicarse. «No soy yo la que tiene que ampliar ni dar cuenta de estas explicaciones», repitió.

No solo ha sido la vicepresidenta. El pasado lunes el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, ratificó en el Congreso que «se tardó mucho en enviar el mensaje» de alerta el día de la dana.

Reconstruir el rumbo

El alicantino que había traído el cambio a la Generalitat valenciana dará paso a su mano derecha en el partido y alcalde de Finestrat, Juanfran Pérez Llorca, será votado hoy como nuevo presidente del Consell, Vox mediante, para lo que resta de legislatura.

Llorca, secretario general del PPCV, también ha buscado desmarcarse de Mazón al decir que no se siente su escudero. Sorprendieron también las declaraciones en las que admitió no poder afirmar si había hablado con él, en «los últimos cuatro o cinco días».

Pérez Llorca tiene menos de dos años para intentar remontar la legislatura para los populares.

Mazón, que asistirá al pleno que se celebra hoy en Les Corts, aseguró ayer que confía en que Vox «esté a la altura de las circunstancias» y que Pérez Llorca pueda ocupar su lugar. De momento, él seguirá como diputado.