Elecciones 23J

Pedro Sánchez se reconcilia "políticamente" con José Luis Ábalos

Ha sido decisión del presidente del Gobierno que el exministro sea el número dos de la lista electoral

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, durante un Consejo de Ministros en La Moncloa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con José Luis Ábalos, en una imagen de archivoloaPool Moncloa/Borja Puig de la BePool Moncloa/EFE

En la nómina de supervivientes del Partido Socialista, el valenciano José Luis Ábalos tiene uno de los cachés más altos, fundamentado además por numerosos y notorios servicios a las siglas que le suponen pluses a la hora de blindar su persona.

Si se analiza al detalle, huelga la expresión de "contra todo pronóstico", pero si no se hace una seguimiento pormenorizado de sus pasos en los últimos meses, sí que sorprende -ha sorprendido a muchos- que su nombre vuelva a brillar en las listas del PSOE por la circunscripción de Valencia para las elecciones de julio, después de su caída a los infiernos al girarle la cara Pedro Sánchez, entonces en la cresta de la ola. Ninguno de los dos ha explicado el porqué. Ábalos ha afirmado en numerosas ocasiones que no lo sabe, que no ha hablado con él. Y todavía hoy, no lo ha hecho.

El horizonte despejado del ministro y secretario de Organización se llenó de repente de nubarrones que partieron del aeropuerto de Barajas, tras su encuentro con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez. Y que se acabaron de emponzoñar con rumores no demostrados sobre su vida personal, aireados por algunos medios muy minoritarios, pero que acabaron desencadenando una tormenta casi perfecta.

Pero después de la tormenta siempre llega la calma y el exministro, que ya ha sabido plegar velas en numerosas ocasiones, acató el correctivo -algún día se sabrá si merecido o no- y se subió varias bancadas hacia atrás en los escaños socialistas del Congreso de los Diputados. No protestó, no criticó ni siquiera cuando fue ninguneado en el cónclave que el PSOE celebró en su tierra apenas una semanas después de ser decapitado, y en el que ni siquiera fue mencionado por su sucesor en la Secretaría de Organización.

Y poco a poco las aguas volvieron a su cauce.

Huelga la expresión "contra todo pronóstico" porque José Luis Ábalos ya presidía la comisión de Interior del Congreso de los Diputados, que no es un tema baladí, y ha seguido colaborando con su antiguo amigo, el presidente: "No hemos hablado, solo nos hemos visto en el Congreso. Nos comunicamos por wasap, le mando ideas y cosas".

Además, Ábalos tiene otro mérito, quizá el más respetado en la familia socialista, que es el de haber sido Secretario de Organización. En ese cargo se han de solventar tantos "marrones" que quien lo ejerce suele tener su continuidad resulta por los siglos de los siglos. Véase Cipriano Ciscar.

Y ha sido el presidente Sánchez el que ha incluido el nombre de Ábalos en el número dos de la lista por Valencia.

En las pasadas elecciones Generales, Ábalos encabezaba la candidatura, pero ahora "hay una ministra valenciana", Diana Morant, que será quien abra la candidatura.

Ábalos quedará pues en el número dos, ungido por el que más manda.

El número tres, según lo previsto, lo pone el secretario general de la provincia, Carlos Fernández Bielsa, que pisa fuerte por haber sido, además, el alcalde socialista más votado de España. Pilar Sarrión es la elegida. Y en el cuatro (en esta legislatura ha habido cuatro diputados valencianos) entra la cuota del presidente Puig personalizada en el también veterano diputado Vicent Sarrià. No en balde, Sarrià también fue Secretario de Organización, si bien, autonómico.

De este modo, José Luis Ábalos, se reconcilia con los mandamases del partido. Vuelve a hacer los deberes pulcramente como buen profesor que es, y sigue mirando de reojo a la Comunitat Valenciana y especialmente, a su capital.