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Patrimonio

Los romanos ya construían "superpresas" para hacer frente a la riadas

Una estudio de la UA ha permitido descubrir la existencia de balsas con capacidad para almacenar millones de litros de agua

Los romanos construyeron obras antirriadas en el sureste peninsular para proteger el campo Jaime Molina VidalEFE

Investigadores del Instituto de Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante (UA) han documentado un sorprendente sistema de gestión del agua de la época romana adaptado a zonas semiáridas en el municipio de Elche e implantado también en otros enclaves del sureste peninsular con un doble fin: contener los efectos de las riadas y almacenar recursos hídricos con destino al regadío.

La investigación, de relevancia a nivel nacional, se centra en el territorio de la entonces colonia romana de Ilici (Elche), uno de los asentamientos más importantes de ese periodo de la historia, y está dirigida por el profesor Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia Antigua de la UA.

Molina Vidal ha destacado, en una entrevista con EFE, que este método de gestión hídrica es "especialmente interesante en el contexto del denominado Óptimo Climático Romano (siglos I-II d.C.), una fase climática cálida que provocó un aumento de las lluvias torrenciales" y que está acreditada científicamente desde 2018.

Ha indicado que se ha demostrado mediante nuevas técnicas de datación (OSL) que una vieja presa conocida como Assut de l’Argamassa, de 130 metros de longitud y en algunas partes conservadas de más de cuatro de alto, ubicada en el término municipal ilicitano, corresponde a la época romana, en concreto al cambio de Era del siglo I a.C. al I d.C., y no al periodo islámico, como se pensaba hasta hace poco.

Esta 'superpresa' de hormigón se levantó para regular las avenidas del río Alebus (actual Vinalopó), que no desemboca en el mar, sino en un humedal interior, con la misión de regar y al mismo tiempo proteger los campos de cultivo de la margen derecha ante inundaciones y riadas, "algo que es absolutamente inédito porque no se conocía", ha asegurado.

Balsas para "millones de litros de agua"

También se ha descubierto un sistema de grandes balsas (algunas de 2.500 metros cuadrados y 50 metros de lado) para, por un lado, evitar destrozos en las huertas a causa de las riadas o lluvias catastróficas y, por otro, almacenar esa agua y aprovecharla para realizar riegos en las estaciones secas o de emergencia.

Estas infraestructuras, de las que hasta la fecha se han documentado cuatro en el campo de Elche, aunque se cree que hay muchas más, tenían una capacidad de "millones de litros de agua" y constituyen un "modelo" que no han vuelto a documentar los expertos a lo largo de la historia, ha dicho Molina Vidal.

Ha concretado que estos sistemas de gestión del agua son "típicos de zonas semiáridas y están documentados en época contemporánea en todo el sureste peninsular". En el caso de Elche se asocian a la colonización romana de la segunda mitad del siglo I a.C., ha detallado.

Periodo de calentamiento

Molina Vidal ha expuesto que distintas investigaciones recientes han revelado la existencia de un calentamiento global en torno al cambio de Era y el periodo altoimperial romano (siglos I a.C.-II d.C.), lo que "produciría un aumento de las lluvias torrenciales". Según los escritores latinos de la época, hubo inundaciones en la propia Roma.

"Parece que se pueden demostrar oscilaciones bastante regulares de calentamiento cada 1.000 años aproximadamente debido a ciclos solares (Óptimo Climático Romano y Anomalía Climática Medieval), junto a fases de fuerte enfriamiento como la Pequeña Edad de Hielo de época moderna (siglos XVI al XIX) en la que también contribuyen las erupciones volcánicas", ha apuntado.

Sostiene este experto que "habría que señalar que el actual calentamiento global podría estar relacionado con esos ciclos, aunque dadas sus dimensiones y consecuencias, mucho mayores y con ritmos muy acelerados, deben ponerse en relación con la actividad humana y el aumento de emisiones de CO2".