Inversiones tras la DANA
"Es urgente disponer de sistemas que permitan anticipar los riesgos de inundación"
La Confederación Hidrográfica del Júcar tramita ahora el contrato del SAT, que sí alerta del peligro de desbordamientos, y admite que no disponían de medios suficientes
Cada uno de los integrantes del Cecopi (Centro de Coordinación Operativo Integrado), constituido el pasado 29 de octubre a las 17 horas de la tarde, habrá pensado mil y una veces qué decisiones se tomaron en función de la información de la que disponían. Los organismos dependientes del Gobierno central, Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) han asegurado que obraron correctamente.
Los datos que se aporten sobre esta reunión formarán parte de los procesos judiciales que, sin duda, se abrirán. De momento, hay una quincena de causas presentadas que apuntan a todos los actores implicados. Desde el Gobierno central al autonómico.
La polémica sobre lo que se dijo y sobre todo, lo que no se dijo, ha llegado a tal punto que la portavoz del Gobierno valenciano, la también vicepresidenta Susana Camarero, se ha mostrado partidaria de que se graben las reuniones, pues el Cecopi continúa reuniéndose diariamente en el Centro de Coordinación de Emergencias.
De la cronología de los hechos hay franja horaria crucial. Es la que va de las 18 horas a las 20 horas. Ahí, las diferentes administraciones implicadas dan diferentes versiones contradictorias y serán claves para aclarar responsabilidades judiciales, si finalmente las hubiera.
La todavía ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, denunció durante su intervención en el Congreso que el Cecopi «se apagó de 18 a 19 horas». La Generalitat valenciana asegura que durante ese tiempo se siguió trabajando y lamentó que ni la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ni el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) se desplazaran para asistir de manera presencial a la reunión.
También han señalado de manera reiterada el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) por no avisar con antelación de lo que podía ocurrir en el barranco del Poyo debido al caudal que acabaría recogiendo de las lluvias producidas aguas arriba.
Aquella tarde se trabajó con los datos que trasmitía la Confederación Hidrográfica. El Consell ha insistido en que durante dos horas y media hubo un «apagón informativo» que impidió tomar decisiones que minimizasen los daños causados, incluso hay un momento en el que se comunica el descenso del caudal a su paso por Paiporta.
El sistema del que dispone en la actualidad la CHJ para enviar los datos de caudales es el SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica). Tras la devastación generada por la DANA del 29 de octubre de las que hay contabilizadas 221 víctimas mortales, el presidente de este organismo, Miguel Polo, ha firmado una resolución para reparar los daños ocasionados en el SAIH y añadir un Sistema de Alerta Temprana (SAT). El coste total de ambas actuaciones asciende a 22,5 millones de euros.
En el documento al que ha tenido acceso LA RAZÓN se recogen los motivos para declarar la urgencia de ambas actuaciones, se argumenta que «el aumento de las inundaciones repentinas y la vulnerabilidad demostrada en la zona afectada por la DANA (...) se hace patente la necesidad de medidas de protección adicionales para paliar los efectos de posibles futuras crecidas extraordinarias».
Se admite, por tanto, que el Ministerio de Transición Hidrológica no dispuso de los medios suficientes para gestionar la situación del 29 de octubre.
«Se manifiesta la urgente necesidad de medidas de protección adicionales para paliar los efectos de posibles futuras crecidas extraordinarias».
En este sentido, admite que este organismo de cuenca debe disponer de «sistemas que permitan una gestión anticipada en tiempo real de los riesgos de inundación».
La solución técnica existente permitirá incorporar al SAIH «la información hidrológica sustantiva anticipando la capacidad de respuesta ante episodios intensos de lluvias, disminuyendo de forma importante la vulnerabilidad del territorio».
El contrato de urgencia incluye la reparación de las estaciones de aforo, en el sistema de medida, en el de comunicaciones o la limpieza de los lodos y la masa vegetal acumulados en los puntos de control, entre otros.
La resolución de declaración de emergencia y la adjudicación de la obra realiza una descripción detallada sobre cómo la virulencia del agua fue arrasando con los sensores que trasmiten la información.
Por ejemplo, en el punto de registro que tiene el río Júcar en el huerto Mulet el último dato del que se dispone marcó 1.600 metros cúbicos por segundo, «el sensor principal fue arrastrado por la corriente».
Lo mismo ocurrió en la cabecera del barranco del Poyo, en Chiva, el sensor situado en el cruce con la A-3 se lo llevó el agua tras registrar 2.000 metros cúbicos por segundo. Así mismo, en el barranco de la Horteta se estima que llegaron a pasar 3.000 metros cúbicos por segundo.
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