
Contaminación
Valencia no consigue aprobar una ordenanza de zona de bajas emisiones el día que tenía que entrar en vigor
Las cámaras de control de tráfico entran en funcionamiento pero sin capacidad sancionadora

El concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, ha asegurado que “si Valencia no tiene ordenanza de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es porque la oposición no ha querido y Vox se ha bajado del carro”. Serán, por tanto, los únicos responsables si la ciudad pierde las ayudas europeas y sube el transporte.
Carbonell, ha destacado que los grupos de la oposición “no han tenido ninguna intención de negociar y llegar a un acuerdo sobre la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones”. Esta falta de voluntad de negociar, ha señalado, “queda en evidencia cuando hoy al pleno extraordinario no han traído una propuesta de ordenanza, sino una moción supeditando los acuerdos a asuntos que no está relacionados con la ZBE”.
Además, ha recordado que “Compromís y PSOE cuando gobernaban en el Ayuntamiento de Valencia pudieron aprobar una ordenanza de ZBE y no lo hicieron”. La falta de impulso político para aprobar la ordenanza quedó demostrada “cuando solicitaron a Europa los fondos y tenían tiempo para aprobar una ordenanza, pero incumplieron los plazos y no lo hicieron”, ha asegurado.
Ha recordado que como concejal de Movilidad ha lanzado hasta tres propuestas para negociar la ordenanza, “pero no ha habido intención de negociar” por parte de la oposición. Según ha explicado, “no han respondido a las llamadas para alcanzar un acuerdo” y se han desmarcado con propuestas “más duras” para acceder a las ZBE para las personas que no tiene capacidad para cambiar sus vehículos,
Por último, ha pedido a los grupos municipales “responsabilidad” y ha señalado que las propuestas de la moción “son técnicamente inviables” y no cumplirían los plazos para acceder a las ayudas al transporte de 2025.
Por su parte, desde Compromís se ha destacado que "todas las intervenciones de las entidades sociales y vecinales de València que han participado en el Pleno Extraordinario sobre la zona de bajas emisiones han reprochado a la alcaldesa Catalá su irresponsabilidad por no aprobar la ordenanza que permitiría a la ciudad reducir la contaminación y cumplir con la normativa europea, además de evitar la pérdida de más de 150 millones de euros. Pero Catalá no se ha movido ni un ápice de su posición inicial: niega sistemáticamente que la ZBE sea imprescindible y pone en riesgo la salud de los vecinos de València, además de crear un agujero económico totalmente inadmisible", ha explicado la portavoz de Compromís per València, Papi Robles. "Catalá ha despreciado a 16 concejales de València y no ha querido abstenerse en la moción de Compromís y PSPV-PSOE. Con esta decisión, la alcaldesa aboca a la ciudad al caos financiero y crea un problema de salud. Ni siquiera han querido votar por separado los puntos de la moción, separando los puntos que trataban sobre el modelo de ciudad. Pero el PP se ha negado en redondo. Son los únicos responsables".
Según la portavoz Papi Robles, la alcaldesa “lleva un año poniéndose de perfil: de perfil con la dana, de perfil ante la responsabilidad de aprobar una ZBE que evite la pérdida de más de 150 millones de euros y reduzca la contaminación”. Robles ha remarcado que el gobierno de PP y Vox “está completamente descontrolado” y que Catalá “tiene la poca vergüenza de intentar culpar a la oposición de su propio fracaso”. Frente a este bloqueo, la portavoz ha recordado que Compromís y PSPV suman 16 votos y presentan una propuesta socialmente justa, sencilla de implantar y efectiva: un modelo que prioriza el paso del vecindario, incluye ayudas para las familias con coches antiguos, amplía las zonas de residentes, mejora el transporte público y fija un calendario realista y avalado por la comunidad científica.
Robles ha insistido en que la propuesta presentada “es la única que puede reducir emisiones de manera inmediata y garantiza cumplir con Europa”, y ha reprochado a Catalá que “todavía no haya entendido que la ZBE es una política de salud pública, no un capricho ideológico”. La portavoz ha defendido que la iniciativa acordada por la oposición “corrige los puntos negros generados por el PP, como el incremento de tráfico en Colón, y blinda espacios como el Bulevar García Lorca”, al tiempo que responde a la emergencia sanitaria derivada de las más de 450 muertes anuales por contaminación en València. “Esta es una propuesta justa y efectiva, que no penaliza al vecindario y que pone el futuro de la ciudad en el centro”, ha afirmado. “Catalá solo tiene que hacer lo que hace siempre: ponerse de perfil. Abstenerse. Permitir que València no pierda 150 millones de euros. Pero prefiere seguir sometida a Vox, y sabemos perfectamente quién paga el precio: los valencianos.”
Desde el PSPV, su portavoz, Borja Sanjuán ha señalado que las maniobras de María José Catalá para condenar a los valencianos a respirar aire contaminado con el apoyo de Vox. Sanjuan se ha referido de esta manera a las negociaciones que ha retomado Catalá para aprobar una falsa Zona de Bajas Emisiones con el respaldo de su socio de ultraderecha que ni tan siquiera contemple sanciones económicas para los vehículos más contaminantes. Es decir, que ni mitigaría el exceso de aire contaminado que respiran los vecinos de València en la actualidad ni evitaría la pérdida de las ayudas europeas o el aumento del bonobús.
“Sería una enorme irresponsabilidad que María José Catalá acordara con Vox una Zona de Bajas Emisiones sin régimen sancionador como ha pasado en Castellón. En primer lugar, porque una medida así no mejora la calidad del aire y tampoco esa medida implicaría esquivar las sanciones que nos van a costar más de 150 millones de euros como ayuntamiento. Ni siquiera podríamos sostener las ayudas al transporte público que van a hacer que los valencianos y valencianas sean la única gran ciudad donde este transporte no está subvencionado”, ha indicado el responsable socialista.
Para Sanjuan este intento “a la desesperada” de Catalá demuestra que nunca ha tenido ninguna intención real de evitar que los valencianos respiren aire que supera los límites máximos de contaminación sino tan solo una falsa ordenanza que engañara al ministerio para evitar las sanciones. De lo contrario, ha subrayado, estaría dispuesta a aprobar la propuesta que hemos presentado desde la oposición y que permite avanzar hacia un modelo de ciudad mas limpia y con menos tráfico frente a su propio modelo donde el coche es el único protagonista”, ha dicho.
Cámaras en uso, pero sin multas
Las más de 270 cámaras preparadas para la gestión y control de la Zona de Bajas Emisiones de València, ZBE, entran hoy en funcionamiento, una vez de que la Junta de Gobierno Local aprobó el pasado viernes el arranque, hoy lunes día 1, del sistema formado por los equipos y aplicaciones informáticas previstas en el contrato de suministro del sistema de gestión para la implantación de la ZBE en la ciudad. Tal como se establece en el acuerdo de la Junta, la puesta en marcha del sistema no implicará la imposición de multas en ningún caso.
El servicio de Movilidad ha coordinado la ejecución de dicho contrato, en el marco de la Estrategia del Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia – financiado por la Unión Europea – Next Generation EU, para su puesta en funcionamiento hoy lunes, 1 de diciembre, según el calendario de implantación previsto en la Ordenanza, aprobada provisionalmente el pasado mes de febrero.
El sistema comprende los siguientes componentes esenciales que ya han sido ejecutados: En primer lugar, el suministro e instalación de todos los equipos ubicados en las calles que permitan controlar los vehículos que circulan por la ZBE y conocer de forma fiable los niveles de contaminación atmosférica y gases de efecto invernadero (GEI) existentes. Ello incluye los puntos de control de paso de vehículos, equipados con cámaras de lectura automática de matrículas, los sensores de medición medioambiental, y los paneles de información variable, entre otros elementos.
En segundo lugar, el sistema incluye la extensión de las redes eléctricas y de telecomunicaciones para la alimentación de los equipos y su interconexión a la red municipal de telecomunicaciones. También forma parte del dispositivo el suministro tanto de los equipos y sistemas informáticos, hardware, a instalar en el Centro de Gestión del Tráfico de Ayuntamiento (y en otras ubicaciones), para alojar y procesar las aplicaciones informáticas, como el de desarrollo de las aplicaciones informáticas necesarias, software, para gestionar, operar y controlar los equipos, e intercomunicarse con los diferentes componentes del sistema y con sistemas externos.
Finalmente, se contempla también el desarrollo de un sistema avanzado para la monitorización y control de la calidad aire asociado a la gestión de la ZBE, que permita conocer la correlación entre los patrones de movilidad y la calidad del aire. Y todas las actuaciones complementarias que permitan operar y gestionar la ZBE en condiciones de seguridad y funcionalidad.
El objetivo de la puesta en marcha de los equipos de gestión es, tal como se subraya en el acuerdo de la Junta de Gobierno, “monitorizar los pasos de los vehículos que circulan por cada punto de control, e identificar sus etiquetas y tipología y su lugar de registro o procedencia, todo con el objeto de elaborar estudios estadísticos que permitan identificar patrones de movilidad y estudiar la evolución del parque móvil, así como los efectos que tendrán la aplicación de políticas de fomento de la movilidad sostenible (como el incremento de oferta de transporte público, la puesta en marcha de nuevos carriles bici o la promoción de la accesibilidad peatonal).
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