Tragedia en Valencia
Valencia, de luto, hace frente a la tragedia
El «cap i casal» afronta el peor incendio de su historia con la ciudadanía volcada en ayudar a las víctimas y con un héroe que no quiere protagonismo, Julián, el conserje que ayudó a los vecinos
El 22 de febrero de 2024 ha quedado marcado para siempre en la historia de la ciudad. Nunca antes había vivido un incendio de tal magnitud y hay que remontarse al accidente de metro de 2006 para buscar una tragedia que haya impactado tanto en la población.
La ciudad se preparaba para un fin de semana festivo. El viernes estaba programada la Gala Fallera, el domingo tampoco habrá «Macrodespertà» ni se celebrará la entrada de bandas ni mascletá en la plaza del Ayuntamiento y las falleras mayores de Valencia no hará la tradicional «Crida» para anunciar que llegan las fallas.
En la memoria, el mundo fallero no pudo evitar recordar esas fallas de 2020 que nunca llegaron a celebrarse. Aquel año hubo «Crida» y al año siguiente se organizó un acto virtual que precedió a las Fallas celebradas en septiembre.
En el recuerdo, imposible no rememorar el accidente de metro donde murieron 43 personas. Como este jueves, los móviles fueron la primera confirmación de la tragedia. Sonaban sin respuesta.
Ahora, 18 años después los grupos de wasap comenzaron a extender las pavorosas imágenes del incendio y también a saltar las primeras alarmas de quién podría haber tenido la desgracia de estar en su vivienda y no lograr salir, como la tuvieron las que viajaban en aquel vagón de metro.
El «cap i casal» está de luto. 450 vecinos han perdido su vivienda, sus recuerdos y diez de ellos, según el último parte que transmitió la Delegación del Gobierno, incluso la vida.
El viernes empezaron los tres días de luto oficial y poco a poco comienzan a conocerse las historias de los afectados. Para la memoria colectiva queda ya la imagen de las torres ardiendo, los rescates in extremis, los heridos, seis de ellos bomberos, y la ola de solidaridad para mostrar cariño a los afectados a través de medios materiales necesarios para quien lo ha perdido todo.
Julián les salvó
La tragedia, que habría sido mucho mayor de haberse producido durante la noche, ha demostrado también la generosidad y valentía de aquellos que se preocuparon por avisar al resto de vecinos.
Entre ellos, destaca Julián, el conserje de Poeta Rafael Alberti 2, gracias al que muchos vecinos afirman que salvaron su vida. Julián se ha convertido en el discreto héroe de este terrible suceso, junto a los bomberos que arriesgaron su vida.
Con el fuego apagado, el esqueleto de los dos edificios mantendrá en la memoria a los fallecidos. La Torre de Grenfell de Londres ardió exactamente de la misma manera que los dos edificios de Nou Campanar en el año 2017.
La torre sigue en pie, tapada por una gran lona blanca con un corazón. En ese fuego perdieron la vida 72 personas, convirtiéndose en el incendio con más víctimas desde el bombardeo alemán de la Segunda Guerra Mundial.
Para encontrar un incendio registrado en la ciudad de Valencia más letal que el desatado el pasado jueves hay que remontarse también a otro siglo.
Hay documentado un fuego en la ciudad de Valencia con diez víctimas mortales en 1447. Según recoge «La Valencia olvidada» ardió la Fustería del Mercado del barrio del Mercado.
Las grandes tragedias
Durante los siglos XV y XVI se produjeron incendios en la Catedral de Valencia, en la calle del Trench, en el Mercado Central y también en la Iglesia de Santa Catalina.
Aunque sin duda, las mayores desgracias a la ciudad de Valencia han estado vinculadas al río Turia. La gran riada de 1957 arrasó los barrios cercanos al cauce dejando sin casa a más de 1.700 personas. Al menos hubo 81 fallecidos.
Esta catástrofe obligó a la Administración a desviar el cauce del Turia para evitar que se pudieran repetir inundaciones similares. La ciudad de Valencia es como la conocemos hoy debido a esta gran inundación.
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