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Restaurantes

Barravás le da vida gastronómica al centro histórico de Valencia

Remando contra la apertura de franquicias foráneas, este restaurante preserva la tradición de la comida mediterránea en el local que dio vida al Bodegó de la Sarieta

De izquierda a derecha Matías Sepúlveda, Rafael P. Higón y Jesús Muñoz Miguel Ángel PastorLa Razón

Junto a la Catedral, bajo la sombra del icónico Micalet en el núcleo de la Valencia más histórica y legítima, sorprende a estas alturas una reciente propuesta gastro con alma y de nombre Barravás.

Barravás, en la calle Juristas, es un restaurante que se ha empeñado en preservar los sabores auténticos respetando el producto a través de un menú diseñado para sorprender y emocionar rindiendo homenaje a la cocina mediterránea.

Su ubicación en pleno corazón del barrio del Carmen y la historia que le precede, compromete y responsabiliza a su propietario, Rafael Pérez Higón, que lo sabe muy bien y lo tiene asumido. Barravás se encuentra en un edificio del siglo XVIII y en el espacio que aun conserva elementos históricos, como vigas de madera y muros de piedra, fusionados con detalles modernos, creando un ambiente único que celebra el pasado y el presente de la ciudad.

En ese mismo lugar estuvo el mítico Bodegó de la Sarieta durante más de 50 años, hasta que sucumbió a raíz de la pandemia.

La cocina

No son pocas las voces autorizadas que han mostrado y muestran su rechazo al desembarco en el centro histórico de la ciudad de franquicias y empresas de restauración foráneas, que desvirtúan la personalidad y el patrimonio gastronómico valenciano con ofertas de cocinas ajenas a las nuestras. Son las consecuencias de un turismo que ha descubierto y valorado la ciudad en los últimos años, multiplicando las posibilidades de negocio.

Carpaccio de langostinosMAPLa Razón

Rafael, el hostelero de Barravás, que es valenciano y criado en el barrio, ha querido preservar esa seña de identidad culinaria apoyándose en dos profesionales de los fogones, Jesús Muñoz y Matías Sepúlveda, que sin ser de la tierra, han creado una carta pensada para disfrutar y celebrar, poniendo en valor el respeto por el producto y la creatividad.

El menú, diseñado para sorprender y emocionar rinde homenaje a la cocina mediterránea con guiños contemporáneos y toques internacionales. No faltan las bravas, las croquetas, la ensaladilla rusa, el jamón ibérico de bellota o la tabla de quesos artesanos. Se puede disfrutar de unas ostras valencianas con o de la alcachofa confitada crujiente con una yema de huevo. El steak tartar, el carpaccio de langostino o el atún cocinado en un escabeche suave, son otros de los platos reseñables.

Naturalmente, son importantes los arroces y paellas más clásicos y los creativos como plato principal, según mercado. Por cierto, del Mercado Central, que está a un paso. A tener muy en cuenta la fideuá de marisco con gamba alistada y navajas. Hay mucho más. Y postres para cerrar la experiencia como la torrija acompañada de helado de mantecado y espuma de horchata.

Fideuá con navajas y mariscoMAPLa Razón

La Marxa y La Moma

Quienes recuerden El Bodegó de la Sarieta, seguro que también recuerdan La Marxa, como histórico punto de encuentro de aquel Barrio de Carmen en los años en los que la vida cultural y social alternativa y moderna giraba a su alrededor. Bien, pues La Marxa, en homenaje a la bailarina Olga Poliakoff, forma parte del conjunto hostelero como coctelería anexa y muy cerca del restaurante La Moma, también obra del ideólogo e impulsor del proyecto, Rafa P. Higón, quien por cierto, fue el director de la tienda Armani en Valencia.