
Experiencias
Una valenciana vuelve a casa tras haber trabajado en el extranjero carga contra España: "Está mal visto estar supercualifacado"
Vivió en Londres durante ocho años y llegó el momento en el que ya no quería estar lejos de su familia

No se puede con el número de personas que se han visto obligadas a hacer sus maletas y buscar una vida mejor en un país del extranjero, ya que se ha convertido, desafortunadamente y sea por la circunstancia que sea, en una tendencia en toda España. No obstante, lo que sí que se puede contar son las experiencias, como la de Rosie Mesa, una joven valenciana que decidió marcharse a Irlanda cuando apenas llegó a la veintena.
Este tema fue de interés para La Vanguardia, ya que el periódico tuvo la iniciativa de mantener una charla con ella. A lo largo de la entrevista, arrojó varias declaraciones muy llamativas por las que contó, desde la perspectiva más personal, cómo fue abandonar su casa para descubrir qué le tenía preparado el exterior de nuestras fronteras. "Siempre he tenido mucha curiosidad por lo que hay fuera", dijo en referencia a cómo es su personalidad.
"Los comienzos en Londres fueron bastante duros"
Como ya ha sido mencionado anteriormente, lo primero que hizo fue acudir a Irlanda para hacer su Erasmus universitario, y esto fue el pretexto para más tarde acudir a Londres, un destino en el que pasó nada más y nada menos que ocho años. Allí ya sí que estuvo trabajando. En primer lugar, fue "hostess", lo que en España se conoce como "camarera de un hotel de cinco estrellas". Existen ciertas diferencias entre hoteles de mayor o menor calidad, y así lo aseguró Rosie: "Allí te forman para todo. Cuantas más estrellas tiene el sitio, más formación recibes".
Ganaba 2.300 euros al mes y podía alcanzar grandes extras debido a las propinas de sus comensales. Pese a que la remuneración era bastante enriquecedora, la vida en la capital inglesa era muy costosa, por lo que tuvo que estar ahorrando un tiempo para lograr adquirir un piso con su pareja, un húngaro que conoció en el mismo establecimiento hotelero. "Los comienzos en la ciudad fueron bastante duros. El primer año es de adaptación. Ganas dinero, pero también hay muchas estafas, depósitos altísimos y alquileres imposibles. Llegué a pagar 400 euros por compartir una habitación de 35 metros cuadrados con tres personas", aseguró.
"Pasaron cinco años hasta que pudimos vivir solos mi pareja y yo"
El idioma también fue una barrera para esta valenciana. Pese a que lo estudió en su estancia en Irlanda, había algunas expresiones que no era capaz de traducir al castellano. "He pasado por momentos en los que algunas personas utilizaban la ironía y yo no la entendía, especialmente en el trabajo", manifestó. Volviendo al tema de la vivienda, la pareja tuvo que esperar muchos años hasta que ambos lograron acceder a un buen alquiler. "Pasaron cinco años hasta que pudimos vivir solos. Fue mucho ahorro y paciencia, pero lo último que llegamos a pagar fueron 1.900 al mes cada uno, más las facturas. Y estábamos lo más cerca posible del centro", detalló.
Más tarde, se adentró en el mundo de la educación infantil gracias a que conoció a una chica que se dedicaba a ello y que le dio la oportunidad. "Empecé sin formación, pero me capacitaron y más tarde obtuve el título de Magisterio Infantil", reveló. A pesar de ello, esa experiencia no le llenó y, finalmente, prefirió dedicarse a la creación audiovisual. Parece ser que cambiar de aires es algo normal en Londres, ya que "no es común que alguien de fuera llegue a la ciudad y se quede una década. La mayoría vienen por una temporada y se van", detalló explicando que ocurre exactamente lo mismo con el aspecto laboral.
"Estuve meses debatiéndome si seguir en un sitio donde no era feliz o dejarlo todo"
Finalmente, este mismo año hubo algo que cambió en su vida y que la obligó a volverse a España. "Perdí a alguien de mi familia. Fue un fallecimiento repentino y me hizo replanteármelo todo. No quería estar lejos de los míos nunca más", reveló. A su vez, a situación a nivel político que ha ido pasando ese país le replanteó su futuro. "Con el Brexit el país ha cambiado mucho y poco a poco ha dejado de sentirse como casa. No imaginaba la repercusión que eso tendría en nosotros", aseguró.
En 2022 ya estaba buscando trabajo para España desde Londres, pero no tuvo éxito. Por ello, Rosie se volvió a Valencia esperando que pudiera teletrabajar con la misma empresa en la que estaba contratada. "Estuve meses debatiéndome entre seguir en un sitio donde ya no era feliz o dejarlo todo", añadió.
Finalmente, "estoy en desempleo total, a pesar de tener un currículum amplio. Aquí me dicen que estoy sobrecualificada y que no saben dónde colocarme. En Inglaterra valoran mucho la experiencia; en España, a veces, saber demasiado se percibe como una amenaza", informó. Para leer la entrevista al completo, se podrá hacerlo accediendo al artículo publicado por el medio.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


