Coronavirus

La Guardia Civil visita conventos apartados para comprobar si hay necesidades

Detenido un individuo que robaba miel para venderla durante el confinamiento

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La Guardia Civil visita conventos apartados para saber si los monjes, de avanzada edad, precisan de alguna ayudajmzmonjes

Dentro de su labor benemérita, la Guardia Civil está visitando los conventos y monasterios ubicados en zonas rurales para conocer cómo se encuentran los religiosos que los habitan. Las patrullas de seguridad ciudadana se entrevistan con los responsables de estos centros de culto y les preguntan si requieren algún tipo de necesidad que les puedan ofrecer.

Se trata de otra de las labores de apoyo a los colectivos más vulnerables que la Guardia Civil está llevando a cabo desde el decreto del estado de alarma. La mayoría de estos religiosos son de una edad avanzada, por lo que se les considera población de especial atención frente al covid19.

Por otra parte y dentro de su labor de prevención del delito, la Guardia Civil ha detenido en Alcalá del Río (Sevilla) a una persona por robar un total de 246 colmenas y sus enjambres. El valor de las pérdidas económicas causadas asciende a los 30.760 euros. El detenido –de 50 años- sustraía entre seis y ocho colmenas diarias, y utilizaba caminos poco transitados para evitar el control policial.

Además, ha sido denunciado además por poseer explotaciones apícolas sin estar dado de alta para ejercer esta actividad. Los robos han tenido lugar en las localidades de Alcalá del Río y Castilblanco de los Arroyos (Sevilla). En esta última, se encuentra una cooperativa apícola muy importante en Andalucía, que aglutina a casi la totalidad de apicultores de toda la provincia.

En el esclarecimiento de estos delitos, han tenido un papel fundamental los equipo ROCA (Equipos de lucha contra el Robo en el Campo). Desde el decreto del estado de alarma, los guardias civiles de estos grupos especiales del campo han intensificado su vigilancia para garantizar el abastecimiento alimentario.

La investigación de los agentes ROCA llevó hasta el principal sospechoso de los robos, un apicultor aficionado, que no estaba dado de alta en las OCA (Oficinas Comarcales Agrarias). De esta manera, el detenido pretendía eludir cualquier posible investigación policial contra él. Para concluir la investigación, el marcado a fuego que realizan los apicultores en sus colmenas ha sido un elemento esclarecedor de los hechos. La Guardia Civil inspeccionó la explotación clandestina que el detenido poseía, y allí encontró estos panales firmados por sus propietarios.

El detenido ha sido además denunciado por no respetar el confinamiento obligado con el estado de alarma.