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“Upload”, la serie de ciencia ficción de la que todo el mundo habla

Ofrece una visión profética del futuro. La tecnología no ha derrocado al orden social, sino que ha sido absorbido por él
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La humanidad siempre ha soñado con vivir para siempre. Los dioses pensaban que la ambrosía les iba a proporcionar la inmortalidad y el primer emperador de China murió a causa de las cantidades de mercurio que consumió persiguiéndola. Pero ese ideal nunca estuvo tan a nuestro alcance como ahora. Teniendo en cuenta las cantidades de datos que es posible almacenar en discos duros o en la nube, ¿qué pasaría si un cerebro humano pudiera convertirse en bytes digitales y almacenarse? En el futuro que «Upload» propone, algunos humanos tienen la posibilidad de cargar sus mentes en un entorno simulado antes de morir y vivir la eternidad en un nirvana digital, donde se satisfacen todos sus deseos y necesidades. Es allí donde conocemos a Nathan (Robbie Amell), cuyo yo real quedó en estado crítico cuando el coche sin conductor en el que viajaba tuvo un accidente. Nora (Andy Allo) es una asistente encargada de hacer más fácil la vida de Nathan en ese paraíso. A medida que pasan más tiempo juntos, Nora y Nathan empiezan a enamorarse.

La sociedad futura

«Black Mirror» nos dejó claro que la humanidad es horrible, a través de historias que exploraban cómo la naturaleza humana corrompe la tecnología destinada a mejorar nuestras vidas. «The Good Place» retrató a la humanidad como algo fundamentalmente bueno, argumentando que las personas solo necesitamos un poco de ayuda para dar lo mejor de nosotros mismos. Son filosofías aparentemente irreconciliables, pero que forman una simbiosis perfecta en «Upload», retrato de una sociedad futura en la que la tecnología más revolucionaria imaginable no ha derrocado el orden social sino que ha sido cómodamente absorbido por él. Como consecuencia, la calidad de nuestro tiempo en el más allá está determinada por la cantidad de dinero que tenemos en el banco, y por un sinfín de microtransacciones, tarifas inesperadas y publicidad en formato «pop-up». El paraíso, sostiene la serie, no puede ser realmente paradisíaco si está diseñado por una gran empresa capaz de monetizar hasta nuestro descanso eterno. Que una compañía como Amazon se atreva a promover ese tipo de mensaje es francamente notorio.

Esclavos del «Big Data»

«Upload» nos ofrece una versión del futuro en el que, literalmente, tenemos todos los datos a mano. El estado de vigilancia es un hecho consumado, los ricos gobiernan el mundo y los trabajadores se pelean por las sobras. Se trata de un mundo gobernado por las multinacionales y esclavizado por el «Big Data», en el que la gente necesita las computadoras para hacerlo todo desde conducir el coche hasta imprimir su comida. Es ciencia-ficción inquietantemente verosímil y, a la vez, muy consciente de lo ridículo que es dejar que la tecnología lo haga todo por nosotros.

Crítica, intriga y amor

Como «The Good Place», «Upload» exhibe un sentido del humor peculiar y a veces muy oscuro, especialmente cuando se ríe del capitalismo moderno o saca punta a la naturaleza transitoria que la muerte tiene en el universo donde sus episodios transcurren. En todo caso, es inexacto calificarla como una comedia. También es una crítica social, una intriga criminal y, sobre todo, una historia de amor. Nathan y Nora comparten una irresistible química que los obliga a confrontar sus prioridades y preguntarse si pueden hacer que su relación a larga distancia funcione, y en el proceso descubren si el amor verdadero es capaz hasta de engañar a la muerte.

Optimismo

A medida que los avances tecnológicos y científicos nos acercan a una eternidad digital, no está de más tener en cuenta que, como «Upload» argumenta, cualquier versión del cielo creada por los seres humanos aquejará la misma desigualdad desenfrenada y el mismo consumismo tóxico que vemos en la vida aquí en la Tierra. Pero en todo caso la serie hace gala del mismo optimismo respecto a diferentes formas de organización social y a la jerarquía en su seno del que su creador, Greg Daniels, hizo gala en ficciones previas como fueron «The Office» o «Parks and Recreation». Entonces como ahora, el mensaje es muy claro: en última instancia, el ser humano importa más que cualquier superestructura, y es capaz de trabajar codo con codo con el prójimo frente a las circunstancias más adversas que se presenten. Quien piense que no es un mensaje adecuado a los tiempos que corren, que levante la mano.