El General Ricardos y la conquista del Rosellón
El Ejército Español confió en la figura de este corajudo militar para derrotar a Francia y adueñarse así de los territorios del valle del Tec
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En 1792 los franceses habían derrotado a los prusianos en Valmy (20 septiembre) y a los austriacos en Jemappes (6 noviembre) como consecuencia del alistamiento masivo de ciudadanos en su ejército. Su nuevo ejército nacional había trastocado el equilibrio bélico en Europa. Francia ya no era sólo una amenaza política para el Antiguo Régimen, ahora era también una amenaza militar. Robespierre, al frente del muy radical Comité de Salud Pública, logró que Luis XVI fuese guillotinado el 21 enero 1793, lo que provocó la creación de una liga monárquica antirrevolucionaria liderada por Austria y Prusia, a la que se unieron los ingleses y otras pequeñas monarquías continentales. España, por voluntad de Godoy, valido de Carlos IV, no se integró en la coalición hasta que, en marzo de 1793, los franceses declararon sin motivo la guerra a España. En el Pirineo catalán España tenía un ejército de 36.000 hombres mandado por el general Ricardos capitán general de Cataluña, y otros 24.000 hombres en Navarra y Aragón.
Robespierre y 15.000 hombres
El Rosellón había pertenecido a España hasta 1648. Sus habitantes eran catalanes, católicos y contrarios a las imposiciones que desde París les dictaban los jacobinos. Con motivo de la celebración de unas fiestas religiosas, en abril de 1793, el Gobierno francés infligió un duro castigo a varios pueblos del Rosellón. El general Ricardos cruzó la frontera con 3.500 soldados para proteger a unos catalanes franceses que un siglo antes eran españoles. La campaña de Ricardos por el Rosellón pronto le llevó a enfrentarse en el pueblo de Céret con 3.000 franceses con 8 cañones. Después de cuatro horas de combate los franceses fueron derrotados y puestos en fuga con 450 bajas frente a 19 españolas. Robespierre ordenó frenar el avance español y derrotar a Ricardos a cualquier precio. El 19 de mayo el general galo Dagobert con 15.000 hombre se enfrentó a Ricardos y a sus 12.000 soldados en la batalla de Mas Deu.
Ricardos ordenó dos ataques por los flancos del enemigo. Los voluntarios catalanes rompieron el frente francés por su flanco izquierdo lo que provocó una desbandada de los regimientos galos que terminó en una victoria rotunda española, con un saldo de 400 bajas francesas y solo 34 españolas. Entonces Ricardos se dirigió sobre Perpiñán, la principal ciudad del Rosellón, aunque antes las tropas españolas se dedicaron a tomar las fortalezas francesas que guarnecían la frontera y rendir sus guarniciones para no dejar enemigos a su espalda. El mayor escollo era sitiar y rendir al poderoso fuerte de Bellerage, con sus 1.000 hombres de guarnición, pero cayó tras 11 días de asedio. Cuando las tropas españolas llegaron a Perpiñán su guarnición se refugió en su imponente ciudadela. El asedio de la ciudadela llevó aparejado numerosas salida de las tropas francesas mandadas por el general Dagobert que no logró levantar el asedio pero si infligir una derrota a los españoles en la batalla de Peyrestortes. Unos días después Ricardos lograba una gran victoria sobre los franceses en la batalla de Trouillas en la que frente a 2.000 bajas españolas los franceses sufren 3.000 y tienen 1.500 prisioneros. Pero esta victoria no permitió la rendición de los defensores de Perpiñán atrincherados en la ciudadela.
El olvido de Napoleón
A lo largo del año 1793 las tropas franceses habían derrotado a holandeses, ingleses, prusianos y austriacos y estaban sometiendo las revueltas de los monárquicos en Lyon y La Vendeé. Robespierre y sus correligionarios lograban la victoria en todos los frentes menos en España. Con la llegada del invierno las operaciones militares se paralizaron en el Rosellón. Ricardos va a morir de pulmonía el 13 de marzo de 1794. Con la primavera, los franceses ponen sitio a la ahora española fortaleza de Bellegarde. Ricardos rindió la plaza en 11 días los franceses tardaron en rendirla 133. En mayo de 1794 Robespierre proclama que Cataluña será una república independiente con el apoyo francés. Pero su general Dugommier no se atreve a cruzar la frontera frenado por la resistencia de Bellegarde. En julio Robespierre es guillotinado por sus propios correligionarios. Su reinado de terror ha durado un año justo. Finalmente los franceses cruzan la frontera por el valle de Baztán tomando Irún, Fuenterrabía y San Sebastián, llegando hasta Tolosa. Por Cataluña el general Dugommier logra un enorme éxito en la batalla de Roure, aunque muere en el combate, lo que permite a Francia la ocupación de la Cerdaña, el Valle de Arán y parte del Ampurdán. En Vascongada y Navarra surgen partidas guerrilleras que frenaran a los franceses causándoles enormes bajas. El 22 de julio de 1795 se firma la paz de Basilea por la que los franceses se retiran de territorio español aunque obtienen compensaciones en la isla caribeña de Santo Domingo. Napoleón escribió en 1794: «Una guerra de ocupación de España es inviable porque provocaría un levantamiento popular». Unos años después olvido sus propios consejos.