Sección patrocinada por sección patrocinada

Círculo Fortuny

Cultura de alta gama: digitalizarse o morir

Empresas e instituciones centradas en el lujo abordaron recientemente la importancia de aprovechar la inercia pandémica para exprimir al máximo el tren digital

Andrés Maspero, de espaldas, durante un ensayo con el coro de "Rusalka", en el Teatro Real
Andrés Maspero, de espaldas, durante un ensayo con el coro de "Rusalka", en el Teatro RealBernat ArmangueAP

Más allá de la parte sanitaria, la pandemia ha supuesto un salto adelante en muchos de los procesos que estaban “agendados” a corto y medio plazo. Una revolución global que se ha dejado sentir con especial fuerza en el apartado digital. Un aspecto que no ha sido menor en la industria de la alta gama: “Fue lo que permitió a las marcas y empresas seguir adelante ante los cierres y restricciones”, asegura el sector en el que la “experiencia física” es fundamental y que, sin embargo, duplicó sus ventas online en 2020.

Aun así, saben las casas que para nada está el camino recorrido y que, una vez soportado el choque vírico de la covid, quedan aspectos por mejorar. Sobre ello versó el Fortuny Talk organizado por Círculo Fortuny en febrero y en el que Carme Artigas, Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, dio algunas de las claves de los planes del Gobierno para ayudar a que las empresas españolas materialicen su digitalización plena.

Así, apoyados en el último informe de McKinsey, se trató una trasformación digital que “ya un hecho”. Tanto es así que el 71% de los directivos de esta industria cree que su negocio digital crecerá un 20% o más este 2021, aunque reconocen que la venta online por sí misma no es suficiente. Carlos Sánchez Altable, Associate Partner de McKinsey, aportó un poco de luz: “La digitalización pasa por transformar el modelo operativo de las compañías. Las firmas líderes definen prioridades estratégicas digitales y analíticas en toda la cadena de valor, impactando desde el desarrollo de productos a la distribución, el suministro y la experiencia de cliente”.

Por su parte, Ignacio García-Belenguer, acudió al Fortuny Talk de Digitalización de Círculo Fortuny como representante de una de las principales asociaciones que representan a la alta gama y la excelencia cultural y creativa en España: el Teatro Real. En la cita, dio algunas de las claves de cómo el arte debe unirse a la digitalización, y para ello se necesita inversión, talento, sentar unas bases firmes y buscar la excelencia.

“Para la pandemia no estaba preparado nadie, pero el Teatro Real es una institución que lleva situándose en la vanguardia tecnológica bastante tiempo –explicó el director general del coliseo–. Hemos hecho una apuesta constante por la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías, como la realidad virtual, en nuestra estrategia de difusión de la ópera y las artes escénicas”.

En este sentido, en el Real, “gracias a ser el único teatro en España y uno de los pocos en el mundo con una plataforma de difusión de ópera y danza en ‘streaming’ –My Opera Player–, tuvimos una posición privilegiada para enfrentarnos al cierre y ahora lo estamos para encarar los retos que plantee el futuro”, continuó García Belenguer.

Unas palabras que fueron en consonancia con las de otros “colegas” de profesión. Así, Valentí Oviedo, director general del Liceo barcelonés, se congratulaba por aprovechar los primeros momentos del confinamiento para “repensar” una estrategia en la que se ha terminado incrementando notablemente el presupuesto en la parte digital: “Vamos a aprovechar la tecnología para profundizar en el conocimiento de la ópera. No una simple posproducción en la que se cuelga la obra una semana después con subtítulos en varios idiomas, sino también la partitura de la ópera, comentarios específicos sobre momentos especiales... Hasta que el espectador pueda elegir ver la cámara del director de orquesta”.

Una propuesta que va más allá de los meros contenidos artísticos, “igualmente hay que pensar en la gestión y en facilitar la vida a los usuarios” con herramientas como las apps. Oviedo se mostró partidario de cualquier formato “complementario” con el insustituible directo: “Cuando alguien escucha sin ninguna pared de por medio, solo el aire, se produce algo mágico, que el silencio sepulcral se convierta en un elemento cósmico. Eso solo sucede en el teatro. Es irrepetible, como ver las Estrellas de San Lorenzo. No se puede simular con la tecnología”.

Coincidieron los dos directores en este mismo punto: “A pesar de los experimentos que teatros de fuera de España están haciendo en la actualidad, lo cierto es que estamos convencidos de que la programación y la esencia de un teatro de ópera es el espectáculo en vivo”, explicó García-Balenguer. “Es una experiencia total y única y es absolutamente inimitable la emoción que se vive en directo. No obstante, tener los dos puntos de vista es, por nuestra experiencia con My Opera Player, muy enriquecedora. La tecnología nos ayuda en muchas otras cosas: ya son una realidad los decorados 3D; la infografía; los sistemas de audio digitales, con efectos asombrosos; los sistemas de iluminación...El encuentro entre la cultura y la tecnología es inevitable”, cerró.

Para la presidenta de Círculo Fortuny, Xandra Falcó, “la digitalización va a definir el futuro más próximo de nuestra industria, suponiendo el 30% del negocio en solo cinco años. El impacto de la pandemia en el comportamiento del consumidor se une a las nuevas generaciones, ‘millennials’ y centennials, nativas digitales que ya realizan la mayor parte de sus compras por esta vía. Las empresas que quieran posicionarse como líderes deben transformar su negocio para digitalizarlo por completo, de forma estructural, garantizando además esa experiencia única que el cliente busca y que la industria de la excelencia siempre le ha dado. En nuestro ADN está la innovación, el cambio y la resiliencia, y este es el momento de demostrarlo. La digitalización es ahora o nunca”.