Sección patrocinada por sección patrocinada

Cómic

Milo Manara, de la erótica a la mística: vuelve con «El nombre de la rosa»

El dibujante italiano está trabajando en una cuidadosa adaptación al cómic de la célebre novela de Umberto Eco

Primeras páginas de "El nombre de la rosa", por Milo Manara
Primeras páginas de "El nombre de la rosa", por Milo ManaraMilo Manara

En 1980 llegaba a las librerías una novela que se convertiría en uno de los grandes fenómenos literarios de todos los tiempos. En ella se daban la mano la gran literatura, las reflexiones sobre la filosofía, además de una investigación sobre un crimen y que resonaba a los relatos de Conan Doyle protagonizados por Sherlock Holmes. En este caso, el detective no tenía pipa, sino que llevaba atuendo de franciscano. Se llamaba Guillermo de Baskerville y era el protagonista de «El nombre de la rosa», la gran novela del semiólogo italiano Umberto Eco. Se calcula que hasta 2016, año del fallecimiento de Eco, se habían vendido más de 50 millones de ejemplares de la obra en todo el mundo, además de tener medio centenar de traducciones.

Fue un éxito espectacular que también se tradujo en una muy conocida adaptación cinematográfica, dirigida por Jean-Jacques Annaud y con Sean Connery como protagonista. Igualmente, la pequeña pantalla recientemente se acercó a la obra en una producción con John Turturro en la piel de Guillermo de Baskerville.

Faltaba el cómic, un terreno tan cercano a Eco que dedicó no pocas páginas a mostrar su fascinación por personajes como Superman, Snoopy, Flash Gordon o Steve Canyon. El italiano Milo Manara es quien está obrando este milagro desde hace un tiempo trasladando a viñetas «El nombre de la rosa».

MILO MANARA DIBUJANTE
MILO MANARA DIBUJANTEALBERT MACIASSHOOTING

La revelación la ha realizado el propio Manara este mes en la revista «Linus», una publicación italiana dedicada al mundo del cómic y que siempre ha tenido una especial devoción hacia el trabajo del autor de la serie «El clic».

No es la primera vez que Manara se pone al servicio de un texto ajeno, como ya pasó en su serie «Los Borgia» con guion de Alejandro Jodorowksy, sus colaboraciones con Hugo Pratt o su aproximación con lápiz al universo cinematográfico de Federico Fellini. Sin embargo, el maestro del cómic erótico se entrega a uno de sus mayores retos, como él mismo reconoce en declaraciones a «Linus». «El hecho de que se trate de una historia realizada casi en su totalidad en un monasterio, con personajes todos vestidos de la misma manera, es sin duda un desafío para un ilustrador, quien tiene como prioridad mantener siempre el aspecto visual de la historia interesante. La temática de la censura, o cómo las páginas de la Poética aristotélica dedicadas a la risa desencadenan la locura asesina del fanatismo religioso, lo traduciría desde un punto de vista visual, dedicando más espacio a las marginalia, las miniaturas que ofrecían una visión invertida de realidad convencional, vista en el libro de Eco como el detonante de la investigación», declara Manara que sigue trabajando en este gran proyecto.

Lo poco que se ha hecho público, tanto en «Linus» como en las redes sociales del maestro Manara, nos permite constatar que el dibujante se ha reservado algunas licencias interesantes, aunque permaneciendo fiel a lo creado por Umberto Eco. La decisión más llamativa es la de dibujar el rostro de Guillermo de Baskerville a partir de un maduro Marlon Brando, una propuesta que dará que hablar. Curiosamente el protagonista de «El padrino» fue una de las opciones de Annaud para protagonizar en la gran pantalla «El nombre de la rosa».

No es el único guiño cinematográfico que nos depara Manara. En otra de las páginas dadas a conocer podemos ver que el abad de la abadía del crimen se asemeja al oscarizado actor australiano Geoffrey Rush.

En la citada conversación con «Linus» Manara también cuenta como se ha planteado la adaptación de «El nombre de la rosa», «un libro que ha logrado éxito a nivel mundial y ya ha tenido adaptaciones tanto en cine como en televisión, por lo que realizar una nueva transposición es sin duda un gran reto. Por supuesto, inmediatamente pensé que el cómic en sí mismo es un libro y, “El nombre de la rosa”, en cierto sentido, es un libro sobre libros. Pensé que, a diferencia de las transposiciones anteriores, podíamos ampliar el tema creando un libro sobre un libro que habla de libros, continuando este cruce de citas en un interesante juego de matrioskas (muñecas rusas anidadas)».

Milo Manara no se atreve a dar alguna fecha de conclusión de este trabajo, pero lo que es posible que empiece a publicarse por entregas en la revista italiana antes de pasar a ser un libro. Es el gran reto de uno de los mejores dibujantes de todos los tiempos.