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Historia

Henry Kamen: “El sistema educativo español crea problemas para entender el pasado”

El hispanista asegura que «no existe una leyenda negra» en su nuevo libro, «Defendiendo España»

Henry Kamen, historiador.
Henry Kamen, historiador.©Gonzalo Pérez MataLa Razón.

Henry Kamen ha escrito un libro revelador que va en contra de lo que muchos dan por admitido y comprobado, y que incide en puntos menos comunes de la Historia. El hispanista publica «Defendiendo España» (Espasa), un libro que aboga por el optimismo, resalta los lazos que han existido entre nuestro país y otras naciones y, lo más relevante, niega la existencia de una leyenda negra sobre España en el extranjero. Para Kamen, nunca ha existido, y niega, con rotundidad, que hubiera una conspiración o campaña de denigración. Al contrario, asegura que el imperio español se forjó con ayuda de muchos europeos, como Magallanes, y que los ingleses, al contrario de lo que aseguran algunas voces, establecieron fuertes alianzas con nosotros a lo largo de la historia que merece la pena que se reconozcan.

Asegura que la leyenda negra es un invento español.

Nunca ha existido. Es un invento de los periodistas españoles de principios del siglo XX. Pensar que había naciones que se dedicaban a favorecer críticas contra un país, y en particular contra España, es pura imaginación. De hecho, si se investiga, salen a la luz las distintas maneras en que muchos europeos, ingleses, italianos y otros, defendieron a España durante siglos. Es significativa la extensión de las alianzas políticas entre Inglaterra y España. En Inglaterra siempre ha existido una enorme veneración por España, su ambiente, su cultura y su manera de vivir.

Unamuno, dice usted, fue una de las personas que agitaron la idea de la leyenda negra.

Hablaba de una conspiración de todos contra España. Había cierta afectación en este pensamiento, porque no existen evidencias de una conspiración así. Quienes dirigieron, por ejemplo, los ejércitos que liberaron a España de la presencia napoleónica fueron los británicos.

¿Fuimos los primeros en exagerar nuestros desastres?

Unamuno expresó una perspectiva negativa. En vez de conectarse con lo que sucedía, insistió en las virtudes de España. Aquí es donde perdió la perspectiva, porque en otros lugares repararon en las vías de expansión que se abrían y reparaban en otros horizontes. En cambio, los españoles lamentaban sus pérdidas.

La extrema derecha hoy mira al pasado más que al futuro.

Es curiosa esa manera de enfocar el mundo. La mayor parte de estos partidos no han tenido existencia ideológica hasta ahora, por eso buscan sus ideas en el pasado. Pasó igual con Franco. Al llegar, los franquistas no tenían ideas ni ideología ni teorías políticas ni nada. Entonces tiraron de los Reyes Católicos para inventar mitos sobre la esencia de España. Los fascistas de esa época lo hicieron para crear ideología. Estos pequeños grupos de extrema derecha hacen lo mismo. Al igual que el nacionalismo, que es una ideología que apenas existe. Hay que inventarlo. ¿Cómo? Se mira hacia atrás y se fabrican ideas sobre esas posibilidades.

¿Estamos huérfanos de ideologías?

Sí, a veces de una manera exagerada. Ahora dan importancia a la conservación del clima o a cuestiones sobre sexualidad. La política pura parece haber desaparecido del escenario de la vida pública de todos los países. No solo en España. Por eso los votos de los partidos políticos retroceden, porque detrás de esos partidos no existen ideas fecundas. Los socialistas apenas tienen y con los conservadores sucede lo mismo.

Estamos desamparados.

En el mundo moderno, todos vamos un poco perdidos porque queremos orientarnos con creencias, con religiones, que también va desapareciendo. Estamos extraviados en este mundo y, por eso, tenemos que mirar no solo los defectos de los países, sino analizar también cómo hemos llegado a este punto y pensar nuevas ideas, qué podría enriquecer, por ejemplo, la vida cultural. En este libro siempre me he dejado guiar por las palabras de Don Quijote, porque tiene un enorme sentido común.

¿Por qué los españoles enfocamos tan mal nuestra Historia?

El sistema educativo en España tiene numerosos defectos y crea así problemas en los jóvenes para que comprendan la evolución de su pasado. Deben cambiar los esquemas para producir una mejor ciencia, medicina o historia.