La colección de arte de Berlanga sale a subasta

El pasado año celebramos por todo lo alto el centenario de Luis García Berlanga con exposiciones, proyecciones de películas y publicaciones. Una vez que han pasado los fastos es cuando podemos comprobar que el legado de Berlanga no se ha quedado íntegramente en la Filmoteca Nacional. Dentro de unos días, concretamente el próximo 24 de noviembre, la casa de subastas Setdart, en Madrid, pone al alcance del mejor postor algunas de las obras que el realizador de «La escopeta nacional» o «El verdugo» guardaba en su colección. Son un total de 36 lotes entre dibujos, obras gráficas, acuarelas y muebles que el cineasta guardó durante años en su domicilio de Somosaguas, Madrid. Entre las piezas destacan, por ejemplo, una caricatura trazada por el artista Daniel Bec en la que vemos a Berlanga apoyado a una cámara y en la que también se ha incluido a lápiz un pequeño retrato de Luis Buñuel.

Otro genio del dibujo humorístico, Antonio Mingote, sitúa en una nube a Berlanga sentado junto con Rafael Azcona, uno de sus principales guionistas. Desde el cielo, los dos mantienen un diálogo: «¿Qué pasa por ahí abajo, Luis?». «Lo de siempre, Rafael: llorar y reír, llorar y reír. A ver si el cine lo sigue aprovechando». Setdart confía que este original de Mingote pueda alcanzar los 500 euros. Una de las obras que más llaman la atención dentro de esta subasta es una acuarela y plumilla de la mano de José Luis López Vázquez, uno de los actores fetiche del cineasta valenciano. No se puede olvidar que el intérprete originalmente trabajó en teatro como diseñador de vestuario, escenógrafo y asistente de dirección de Pío Ballesteros y Enrique Herreros. «La chica de la pandereta», que es como se llama este trabajo, se espera pueda llegar a los 300 euros. Tampoco faltan en esta subasta algunos artistas valencianos tan cercanos al autor de «La vaquilla» o «Plácido».

Uno de los más representados es Joan García Ripollés, de quien se ofrecen tres composiciones, como es el caso del óleo de 1981 «Iniciación al observador», protagonizada por una joven en una playa que es espiada por un personaje. Curiosa resulta una pequeña cerámica titulada «Fallera» de Antonio Peyro, un creador con mucho éxito en su tiempo gracias a sus figuras femeninas de temática valenciana. «Felipe IV», una serigrafía de Equipo Crónica, también forma parte de la venta de la colección de Luis García Berlanga, al igual que «Mujer de Tomelloso», una litografía de 1961 de Antonio López. No hay mucho del imaginario cinematográfico del realizador, pero sí algunos de los muebles que formaban parte de su hogar, como una imponente mesa de escritorio del siglo XVIII del inglés William Kent, además de dos sofás de Theodore Alexander parejo de una butaca de la misma lujosa firma y que debieron estar en la casa familiar de los Berlanga en Somosaguas. Todo ello sirve para saber un poco más de cuanto rodeaba a uno de los más grandes directores de cine que ha tenido nuestro país.