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40 años sin Hergé: el padre del cómic fue acusado de nazi y hoy cancelado por racista

Las aventuras de Tintín, su famoso personaje, fueron reflejo del convulso siglo XX y han padecido el no menos convulso XXI y su “cancelación”
Un retrato de Hergé dibujando la silueta de Tintínlarazon
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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La infancia de Georges Prosper Remi, conocido en todo el mundo como Hergé, estuvo marcada por la Primera Guerra Mundial y todavía no sabía hasta qué punto el resto del crudo siglo XX marcaría el resto de su vida. El dibujante y guionista belga, nacido en 1907, tuvo una educación laica y una juventud marcada por sus experiencias aventureras en los Boy Scouts católicos, donde ingresó y de donde tomó buena parte del ideario que plasmaría en las andanzas del que, tiempo después será su mayor creación: el intrépido periodista Tintín y sus aventuras estarán marcadas por el convulso siglo XX, igual que su vida. Hergé tuvo que defenderse de las acusaciones de filonazi durante su vida y, ahora que se cumplen 40 años de su fallecimiento, su trabajo sigue siendo objeto de censura por su contenido “racista” o “colonialista”.
Fue precisamente en los Boy Scouts donde comenzó a dar rienda suelta a su afición por el dibujo. Publicó algunas historietas en las revistas de los scouts y allí surge su primera historia: “Las aventuras de Totor”. Tras terminar la educación secundaria, entra a trabajar en “Le XXème Siècle”, un diario religioso y conservador, donde cumple como como aprendiz de fotógrafo e ilustrador. Allí, podrá publicar historietas en “Le Petit Vingtième”, un suplemento infantil donde le permiten ilustrar aventuras. Poco a poco, Totor se irá convirtiendo en Tintín.
George Rémi, Hergé. «On a marché sur la Lune». Tintin, vol. 17, página 6, Casterman. 1954. Tinta china sobre papel. 9e Art Références, París.
George Rémi, Hergé. «On a marché sur la Lune». Tintin, vol. 17, página 6, Casterman. 1954. Tinta china sobre papel. 9e Art Références, París.CaixaForumCaixaForum
En la citada publicación aparecen las primeras aventuras del periodista rubio, enfrentándose a los bolcheviques en la Unión Soviética, en unas tiras que tendrán gran éixto. Poco a poco, las misiones del reportero se irán situando en todos los países del mundo, con el trasfondo de la inestabilidad política siempre presente. En 1932, se lanza “Tintín en América” y sus historias comienzan a publicarse en libros. Sin embargo, se avecinaban tiempos muy convulsos con la Segunda Guerra Mundial. Bélgica fue ocupada por los nazis y Hergé decide quedarse trabajando. “Le XXème Siécle cerró” y Hergé continuó publicando en “Le Soir”, que, controlado por los nazis, se había convertido en un medio de propaganda.
En esos años bajo la sobra del Reich, Hergé toma la decisión de alejarse de los trasfondos políticos y centrarse en aventuras con menos carga ideológica. Sus nuevas historietas se dedican a búsqueda de tesoros, maldiciones incas y exploración del espacio. Publicó hasta seis historias en los tiempos de la guerra, la primera de las cuales fue “El cangrejo de las pinzas de oro” y “El tesoro de Rackham el Rojo”. Las tramas necesitan enriquecerse con la aparición de nuevos personajes como el capitán Haddock, Hernández y Fernández (Dupont et Dupond en el original) y el Profesor Tornasol.
Retrato de Hergé realizado por Warhol
Retrato de Hergé realizado por WarholJavier LizonEFE
Sin embargo, mantener su actividad en los duros tiempos de la Segunda Guerra Mundial le acarreará problemas. Hergé fue arrestado acusado de simpatizar con el nazismo y de colaboracionista, ya que con la publicación de sus cómics estaba favoreciendo las ventas de publicaciones controladas por la propaganda alemana. En 1946, Hergé logró el “perdón” social gracias al editor y combatiente de la resistencia Raymond Leblanc, que apoyó públicamente al autor de Tintín y financió el lanzamiento de un cómic monográfico que vendió 100.000 ejemplares. En muchas ocasiones se ha dicho que fue Tintín quien salvó a Hergé de las represalias políticas.
Sin embargo, estos hechos tuvieron consecuencias en el dibujante: la tensión y el cargo de conciencia le condujeron a padecer una crisis nerviosa que le obliga a parar durante meses. Retomará la actividad, pero ya asistido por un estudio de ayudantes que le facilitan las labores de guion y de ilustración de sus historias. En esta fase, también su vida personal se reciente: en 1956 se divorcia de su mujer tras 25 años de matrimonio por la aparición de una joven artista de la que se enamora y que trabaja para los estudios Hergé. Su ritmo de publicaciones y éxito económico aumentan la producción de historias de forma exponencial hasta convertirse en una factoría de éxitos. Hergé muere el 3 de marzo de 1983, a los 75 años, en la Clínica Universitaria Saint Luc, debido a complicaciones de la anemia que sufría desde hacía varios años, complicándose tras haber contraído el VIH en una de sus transfusiones sanguíneas de rutina.
El personaje del cómic de Hergé llegó a la luna 17 años antes que Neil Amstronglarazon
Mucho tiempo después de muerto, han reaparecido con fuerza las acusaciones contra su trabajo por transmitir un mensaje colonialista cuando no directamente racista. También por difundir estereotipos culturales dañinos de personajes asiáticos o africanos. Finalmente, también ha resultado polémico el escaso papel que tienen las mujeres en sus historias. Sin embargo, Hergé ya se defendió de similares críticas en su día explicando que, cuando dibujó las primeras historias de Tintín, durante las décadas de 1930 y 1940, no existía una conciencia social sobre todas estas lacras ni tampoco la misma sensibilidad del lector de casi un siglo después.

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