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Arte

La odisea atlántica de los Rubens robados en A Coruña

Hace 40 años, desaparecieron de un museo coruñés obras tasadas en un valor estimado de 3,5 millones de dólares

A CORUÑA, 26/10/25.- Un hombre camina junto a los dos óleos sobre tabla de Rubens robados hace ahora 40 años del museo de Belas Artes de A Coruña. El reciente asalto al Museo del Louvre en París ha puesto en el foco la vulnerabilidad de las grandes colecciones de arte y obliga a repasar casos como el robo de estas dos obras y su posterior recuperación tras una compleja operación internacional. EFE/Cabalar
La odisea atlántica de los Rubens robados en A CoruñaCabalarAgencia EFE

El reciente asalto al Museo del Louvre en París ha puesto en el foco la vulnerabilidad de las grandes colecciones de arte y obliga a España a revisar su propia historia de pérdidas patrimoniales, como la odisea atlántica de los dos bocetos al óleo sobre tabla de Rubens sustraídos de un museo coruñés hace 40 años. Esas dos obras, tasadas en el mercado negro de la época en un valor estimado de 3,5 millones de dólares, fueron recuperadas en una operación internacional de siete años que permitió identificar a los implicados.

Las tablas, tituladas "La Aurora" (o "Psique") y "El Laberinto de Creta" (o "Dédalo y el Minotauro"), fueron robadas en la antigua sede del Museo de Bellas Artes, la Casa del Consulado, debido a las precarias medidas de seguridad de la época.

Identificación en Suecia: el primer avance

El primer indicio sobre el paradero de las obras se obtuvo a comienzos de 1986, apenas cuatro meses después del robo. Una de las tablas, El "Laberinto de Creta", fue presentada para su tasación en el Museo Nacional de Estocolmo. Görel Cavalli-Björkman, conservadora y experta en pintura flamenca, identificó el boceto al óleo como la obra desaparecida en A Coruña tras haberlo consultado con el Museo del Prado.

La inmediata alerta emitida por Cavalli-Björkman desencadenó el proceso de búsqueda internacional. Así, la tabla pudo ser incautada tras una batalla judicial posterior, frustrándose su venta a coleccionistas privados y culminando con la condena en Suecia del español Ramón Ramudo, identificado como el principal responsable de la trama.

Charles Scribner III y agentes encubiertos en Miami

La segunda pintura, "La Aurora", permaneció en paradero desconocido hasta 1991, cuando fue localizada en Miami tras una operación de venta organizada por agentes encubiertos de Aduanas de Estados Unidos. Fue clave la participación de Charles Scribner III, prestigioso historiador de arte que se implicó directamente en la estrategia policial.

Scribner actuó como el perito encargado de certificar la autenticidad de la obra ante los intermediarios que intentaban venderla por 3,5 millones de dólares. Su dictamen, al confirmar que se trataba de la pieza original de Rubens, proporcionó la evidencia técnica indispensable para la intervención. La operación culminó con la detención de los implicados. El mismo Ramon Ramudo fue identificado, a través de sus intermediarios, como la mente maestra de la operación, y Roberto Álvarez, su hijo Pablo y Michael Dimitrov fueron condenados a 18 meses de prisión en Estados Unidos por intentar vender la obra, mientras que Orly Beigel evitó la cárcel por su colaboración con la fiscalía.

El caso, que se extendió durante siete años, ejemplifica la complejidad del tráfico internacional de arte, pero también la eficacia de la cooperación entre especialistas y fuerzas del orden, como detalla el documental 'The Rubens Robbers' (2003, de la productora The History Channel) y el relato complementario de Scribner III.

Consultado por EFE, el historiador de arte rememora la experiencia como una de las más singulares de su trayectoria y afirma que nunca esperó que ser historiador de arte y centrar sus estudios en Rubens "pudiera derivar en una misión tan emocionante". Confiesa que sigue "esperando una secuela" y no duda en calificar esa historia como "la mayor aventura" de su vida.

Ramón Ramudo: ladrón y fugitivo

La figura central del caso fue el coruñés Ramón Ramudo Pernas. La investigación de las autoridades suecas llevó hasta él. Residente en Estocolmo, afirmaba haberla adquirido por 30.000 dólares, considerándola una copia. Fue condenado en primera instancia por posesión de propiedad robada y sentenciado a dos años.

Pero Ramudo apeló exitosamente por un tecnicismo (una mínima diferencia de 5 milímetros en las dimensiones publicadas de la pintura) y, aunque la sentencia condenatoria fue ratificada en apelación ante el Tribunal Supremo sueco en enero de 1987, él aprovechó el plazo legal de seis meses para reordenar sus asuntos y huir de Suecia. Se presume que lo hizo con la segunda obra.

Retorno y Legado

Ambos bocetos, que datan de 1636 y fueron pintados por el maestro para el rey Felipe IV, fueron devueltos a España en noviembre de 1992, siete años después de haber sido sustraídos. El éxito de la recuperación se considera un caso paradigmático en la lucha contra el expolio de bienes culturales con la colaboración de museos, especialistas académicos y autoridades como mecanismo más efectivo para proteger el patrimonio artístico.

Las tablas de Rubens se exponen, cuatro décadas después, en una de las salas del Museo de Belas Artes de A Coruña. EFE

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