Crítica de cine

"La trinchera infinita": La historia de España, desde un zulo

"La trinchera infinita": La historia de España, desde un zulo
"La trinchera infinita": La historia de España, desde un zulolarazon

Directores: Jon Garaño, Aitor Arregi, Jose Mari Goenaga. Guión: L. Berdejo y J.M. Goenaga. Intérpretes: Antonio de la Torre, Belén Cuesta, José Manuel Ponga. España, 2019. Duración: 147 min. Drama.

Los últimos tiempos de la segunda República fueron duros, durísimos. Y, de pronto, se pone en pie el mayor terror, el inicio de la Guerra Civil. Higinio (De la Torre) y Rosa (Cuesta) llevan entonces pocos meses casados. Él, de izquierdas, al que un vecino jamás le perdonó la muerte de un hermano, la quema de iglesias, teme un chivatazo, por su vida, de ahí que decida transformarse en un «topo», en uno más de la contienda y vivir en apenas unos metros, en el fondo, bajo el suelo. Treinta años sin salir de la oscuridad; por eso (en unos significativos y soberbios momentos), cuando su mujer le habla y él responde escondido, parece que hable con un fantasma. Lo es. Mientras que las furiosas escenas de sexo de la pareja consiguen devolverle «el cuerpo», la fisicidad. El protagonista del filme realizado por Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga («Loreak», 2014, y «Handia», 2017; unos cineastas con una visión poética, pero también terrorífica y oscura, de la realidad, sus filmes parecen cuentos de Andersen sin censura) representa posiblemente esa España que perdió la batalla, aunque para otros sea solo un cobarde. Y antes sonaba Miguel de Molina y hoy, Julio Iglesias. Mientras Higinio desentierra los restos de un cadáver sobre el que ha dormido lustros. Qué miedo. España no ha cambiado tanto.