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Crítica de "Western Lane": el squash como metáfora de la victoria y la derrota en una vida ★★★★★
La novela de Chetna Maroo propone una historia de luto y enorme sensibilidad que reflexiona sobre las heridas de la vida

Esta es una historia de superación que, como toda historia de superación, tiene su parte de resiliencia, su parte conmovedora, ese punto donde las tristezas se escurren y las lágrimas se convierten en sonrisas, en ese placer que da haber atravesado un bosque salvaje y encontrarse, nada menos, no en la salida, sino en la inmensa claridad, rodeado de una atmósfera de intensa oscuridad. Ahí es donde se encuentra Gopi, la protagonista de «Western Lane», la novela con la que Chetna Maroo, nacida en Kenia, hija de padres indios y crecida y criada en el Reino Unido, se estrenó como escritora y con la cual no le ha ido nada mal: enseguida fue una de las novelas finalistas del Premio Booker en 2023 y elogiada por escritoras de prestigio como Sally Rooney.
En todo caso, en poco más de ciento cincuenta páginas, Chetna Maroo, que además ha escrito cuentos que publicados en revistas como «The Paris Review», cuenta de manera pausada y con suma delicadeza la historia de Gopi, una chica de once años a la que se le muere su madre y que debe vivir, a partir de entonces, con su Ranjan y con sus hermanas mayores, que están en plena adolescencia, y lejos de su padre, un hombre que, ahora que ha quedado viudo, no sabe cómo criar a sus hijas.
Vía de escape
Así que ahí están las niñas, en una casa de Edimburgo, y ahí está también Gopi, que encuentra en el squash, al que dedica dos, tres y hasta cuatro horas al día, y en un sitio llamado como el título de la novela, su vía de escape de la tristeza y donde descubre, además, su inédito talento.
La belleza de la novela de Maroo, más allá de su brevedad, se halla tal vez en el desarrollo de una narración moldeada no tanto por lo que se escribe sino por lo que queda fuera del texto. Esos silencios que por momentos resultan cercanos porque son, curiosamente, inefables en su decir. Y que transmiten un dolor más grande que las palabras y que, en el caso de Gopi, descubren su eco en una cancha de squash, donde Gopi tiene su lugar propio, seguro, donde sana sus heridas y sus heridas se convierten, poco a poco, lentamente, en cicatrices.
▲Lo mejor
El tono y el estilo del texto, lleno de sugerencias, de elipsis y de silencios
▼Lo peor
Nada negativo hay en esta novela debut de una escritora con mucho futuro
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