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Lava y destrucción: los devastadores efectos que causó la erupción del Vesubio

Los ineludibles horrores de la erupción del Monte Vesubio resultaron en una de las muertes masivas más prolíficas del Imperio Romano en 79 d.C.

Pintura que recrea la erupción del Monte Vesubio, en Pompeya, el año 79 a.C.
Pintura que recrea la erupción del Monte Vesubio, en Pompeya, el año 79 a.C.archivo

Después de siglos de inactividad, el Vesubio entro en erupción en el sur de Italia, devastando las prósperas ciudades romanas de Pompeya y Herculano en 79 d.C. Las ciudades, enterradas bajo una gruesa capa de material volcánico y lodo, nunca fueron reconstruidas y en gran parte olvidadas en el curso de la historia. A pesar de esto, mucho se ha desenterrado y se sabe sobre el sufrimiento que experimentaron los ciudadanos de la bahía de Nápoles.

Antes de que ocurriera esta catástrofe, las ciudades de Pompeya y Herculano prosperaron cerca de la base del Vesubio. 20,000 personas vivían en Pompeya, incluidos comerciantes, fabricantes y agricultores que explotaban el rico suelo de la región con numerosos viñedos y huertos. Nadie sospechaba que la tierra fértil negra fuera el legado de erupciones anteriores del Vesubio. Herculano era una ciudad de 5,000 habitantes y un destino de verano favorito para los romanos ricos. Albergaba opulentas villas y grandes baños romanos.

La interrupción inesperada de esta riqueza y prosperidad se produjo al mediodía del 24 de agosto cuando la cima del Monte Vesubio explotó, impulsando una nube en forma de hongo de 10 millas de ceniza y piedra pómez hacia la estratosfera. Durante las siguientes 12 horas, ceniza volcánica y una lluvia de piedras pómez de hasta 3 pulgadas de diámetro cayeron sobre Pompeya, lo que obligó a los ocupantes de la ciudad a huir aterrorizados. Unas 2,000 personas se quedaron en Pompeya, escondidas en sótanos o estructuras de piedra, con la esperanza de esperar a que pasara la erupción. Un viento del oeste protegió a Herculano de la etapa inicial de la erupción, pero luego una nube gigante de ceniza caliente y gas surgió por el flanco occidental del Vesubio, envolviendo la ciudad y quemando o asfixiando a todos los que quedaban. Esta nube letal fue seguida por una inundación de lodo volcánico y rocas.

Durante mucho tiempo se pensó que muchas de las víctimas arrastradas por la erupción habían muerto por asfixia con cenizas y gases tóxicos. Sin embargo, una serie de estudios realizados por Pier Paolo Petrone, paleobiólogo en Nápoles, sugieren que el aumento de temperatura era tan alto que los órganos internos de muchas personas se apagaban repentinamente. En 2018, Petrone y sus colegas encontraron compuestos rojizos ricos en hierro en los huesos de varias víctimas de Herculano. Esta salpicadura, dijeron, provino de la destrucción de los glóbulos rojos cuando esas oleadas abrasadoras vaporizaron los tejidos blandos de las víctimas, como sus músculos, tendones, nervios y grasa. Los fluidos hirviendo en el cerebro también habrían creado presión y causado la explosión de sus cráneos.

Hoy, el Monte Vesubio es el único volcán activo en el continente europeo. Su última erupción fue en 1944 y se espera otra erupción en el futuro cercano, que podría ser devastadora para las 700,000 personas que viven en las “zonas de muerte” alrededor del volcán.