Historia

Qué es el hidromiel, la bebida que los vikingos utilizaban para emborracharse

Algunos productos cuentan con cientos de años a sus espaldas

Saqueo vikingo a un monasterio
Saqueo vikingo a un monasteriolarazon

Las bebidas alcohólicas forman parte del mundo animal. No solamente los humanos consumimos ciertas sustancias que nos modifican también otros seres optan por ingerir algún tipo de bebida o alimento que produzca efectos. Aun así, las personas hemos podido examinarlas y conseguir crear cientos de tipologías desde hace siglos.

La cerveza, por ejemplo, es todo un elemento imprescindible en las sociedades actuales. En España, incluso, el propio lenguaje recoge algunas referencia a este brebaje utilizadas prácticamente a diario. Pero en nuestro país también contamos al mismo tiempo con una bebida casi nacional, el vino.

Su presencia en España se remonta muchos siglos atrás. El vino es, así, todo un referente en nuestro país y otros puntos del mundo aunque sociedades anteriores optaron por otros productos que en la actualidad parecen volver a tener presencia.

Los vikingos han sido una de las sociedades que más pasiones han levantado a lo largo de la historia. Películas, libros, series y demás se han creado para tratar de exponer todo lo que se sabe de estos humanos que habitaron el norte de Europa aunque también han existido cientos de mitos.

Aun así, cabe destacar que se sabe gracias a distintos escritos fiables que las bebidas alcohólicas eran una de sus pasiones. En ese sentido, el hidromiel, uno de los brebajes más antiguos de los que se tiene constancia fue producido por esta y otras culturas durante toda la Edad Antigua. Así, vikingos, romanos o griegos ya elaboraron esta bebida presente todavía hoy en día.

Países europeos como Alemania o Polonia siguen contando con la tradición de beber el hidromiel. Esta se bebe tanto fría como caliente y su historia ha sido tal que ha llegado a cientos de rincones del planeta. En Colorado, incluso, se celebra de forma anual la Feria Internacional de la Hidromiel.

Su presencia histórica es tal que su consumo ha quedado probado en multitud de escritos y restos históricos. Figuras históricas como Julio César, además, eran muy aficionadas a su sabor. Gracias a sus cualidades esta bebida consiguió que en muchas culturas donde imperaba el vino como bebida tradicional, como la griega o la romana, se desarrollara una gran afición por el hidromiel.

Pero su mayor popularización se produjo en el norte de Europa, especialmente entre los vikingos. Algunos mitos o leyendas, incluso, se encuentran íntimamente ligados a este brebaje. Por ejemplo, dioses, héroes y valkirias en su particular paraíso, el Salón del Valhalla, celebran sus victorias brindando con hidromiel. Cabe destacar, además, como en la historia de la bebida en la mitología nórdica también cuenta que quien bebiese hidromiel le proporcionaría sabiduría.

Cómo se elabora el hidromiel

En la actualidad algunas empresas han empezado a producir esta bebida también en nuestro país. La empresa Valhalla, por ejemplo, cuento con distintos tipos que centrados en la mitología nórdica. Además, el consumidor cuenta con diferentes sabores para probar aquella que más le guste.

El hidromiel se realiza a partir de tres ingredientes: agua, levadura y miel. Su especial particularidad radica en que el sabor de cada hidromiel deriva de las diversas calidades de la miel empleada para su elaboración. Así, esto es algo parecido a lo que ocurre entre la uva y la calidad del vino.

El otro factor que determina las características de sabor y calidad final del hidromiel es el proceso de fermentación. Este se realiza durante su elaboración, es decir, previo a su filtrado. El tipo de levadura empleada, la temperatura y tiempo de fermentación, junto a las características del filtrado posterior, determinan su carácter final.

Por último, cabe destacar que la receta de un buen hidromiel, que incluye el preciso diseño de todas las fases de producción, es algo complejo y delicado. Pese a ello, el sabor de esta bebida puede ser muy reconocido como ya ocurría en sociedades antiguas.