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La irregular Laureada del capitán Galán

Tras abrazar a los oficiales que mandaban al pelotón de fusilamiento, Galán pidió dar las órdenes de su muerte y falleció después de gritar “¡viva la República! ¡Fuego!”
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La Razón

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El capitán Galán era de San Fernando, Cádiz. Huérfano de un marino de guerra, ingresó en la Academia de Infantería en 1915 con 16 años. Como buena parte de los soldados de su generación, fue destinado al matadero de Marruecos. El 28 de abril de 1924 obtuvo el codiciado destino en el Tercio de Extranjeros, en la III Bandera, en donde coincidirá con el también teniente Ángel García Hernández. El Tercio siempre estaba en los puestos de mayor riesgo y fatiga. Galán va a participar en los durísimos combates de Tizzi Azza, Tifaurin y Sidi Mesaud.
Sobre su actuación escribe su jefe Francisco Franco en el Parte de Guerra: «Muy distinguido por la decisión con que se lanzó con su sección para la ocupación de las trincheras que impedían el paso del convoy a Sidi-Mesaud, demostrando valor y serenidad durante el día que se sostuvo fuego». El 23 de junio, Franco lo reclama a sus órdenes directas. Galán es ya un genuino africanista, como se puede apreciar en sus escritos publicados en la revista de «Tropas Coloniales». Resulta difícil reconocer al primer Galán si leemos sus posteriores escritos, «La barbarie organizada» o «Nueva creación», un proyecto de Estado desde el más extremo radicalismo político de izquierdas.
En agosto, el entonces comandante general de Ceuta, general Bermúdez de Castro, reclamará al teniente para participar en las operaciones contra las kábilas rebeldes de Beni Said. Galán tiene un carácter difícil que le lleva a enfrentarse con el general Serrano durante las operaciones sobre Kudia Mahfora, aunque la cosa no fue a más por el carácter bondadoso de este segundo. El día 24 es nombrado jefe interino de la 13ª Compañía de la I Bandera y es en estas mismas fechas cuando empieza la retirada de Xauen sobre la Línea Primo de Rivera. Una operación muy complicada en la que Galán recibe numerosas felicitaciones.
El 1 de octubre de 1924, Galán, al frente de la 1ª y 13ª compañías de la I Bandera, sale del campamento de Dar Akobba con órdenes de fortificar el morabo de Abada. En esta operación es rodeado por una partida de rifeños que se descolgó desde las alturas y cortó la retirada de sus tropas teniendo que atrincherarse en las ruinas del poblado de Xeruta. Galán, con menos de cuarenta hombres, sin municiones y acosado por una harka de más de doscientos moros, decide clavarse al terreno formando un perímetro defensivo, encomendado un sector al alférez Guirao y otro al joven teniente Peire y reservándose las responsabilidades de los otros dos sectores del cuadro que han formado sus legionarios. Franco ve lo apurado de Galán y ordena al gigantesco capitán Ríos Capape que se lance al ataque para liberar a los legionarios asediados. La operación es un éxito y lo que queda de las fuerzas de Galán logran regresar a las líneas españolas.
El 25 de marzo de 1925, Galán se reincorpora una vez curado de su herida en la pierna. Se sentía agraviado al no haber sido propuesto para la Laureada por el jefe de La Legión, como de hecho puso de manifiesto al teniente legionario Tiede. Al mes escaso de su regreso deja el Tercio para pasar destinado al Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey nº 1 de Madrid.
El 4 de julio asciende a capitán por antigüedad, incorporándose al Regimiento de Infantería de Luchana nº 28 de guarnición en Tarragona. Desde este destino viaja varias veces a Madrid, siendo detenido el 24 de junio de 1926 acusado de conspiración. Estaba implicado en la «sanjuanada», encabezada por los generales Weyler y Aguilera contra el gobierno del dictador Primo de Rivera. Es condenado y encarcelado en el castillo de Montjuic, donde estuvo preso tres años.
El paso por la prisión militar le radicalizó, lo que no impidió que solicitase que se viese su derecho a una Laureada por los combates de Xeruta. Vistos los informes y declaraciones del general Picasso, el tribunal estimó que Galán no cumplía los requisitos para la obtención de la Laureada. Berenguer formó gobierno a la caída de Primo de Rivera en enero de 1930. El 24 de junio Galán es destinado al Regimiento de Infantería Galicia nº 19 de guarnición en Jaca, en donde coincide con García Hernández, su antiguo compañero. Nada más llegar Galán comienza su propaganda pro republicana de forma abierta y pública. Mola, en aquellos días director general de Seguridad, le escribe como amigo y compañero pidiéndole que deje de conspirar pues la cosa puede terminar muy mal.
En nombre del Comité Revolucionario
El 12 de diciembre se sublevan Galán y García Hernández, en nombre del Comité Revolucionario Nacional, en Jaca. Casares Quiroga fue enviado a Jaca como delegado del Comité Revolucionario Nacional para evitar que Galán lo hiciera. Casares llegó a Jaca la noche del 11 de diciembre, pero se fue a dormir a un hotel sin contactar con este. La sublevación tuvo lugar a primera hora del día siguiente. Galán y García Hernández fueron fusilados a las dos de la tarde el 14 de diciembre de 1930 en Huesca. Tras abrazar a los oficiales que mandaban el pelotón de fusilamiento, Galán pidió dar las órdenes. Murió tras gritar «¡viva la República! ¡Fuego!». Su fusilamiento les convirtió en héroes y mártires de la causa republicana.
En septiembre de 1934, ya proclamada la República, Azaña firmó, a propuesta del entonces ministro de la Guerra Diego Hidalgo, la concesión de la Laureada a Galán, el héroe republicano de Jaca.

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