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Entrevista

Joaquin Phoenix: "Nunca estoy satisfecho ni orgulloso de nada de lo que hago"

Y, sin embargo, al oscarizado actor no tiembla el pulso a la hora de ponerse el bicornio napoleónico para dar vida al emperador francés, una de las figuras más relevantes del siglo XIX

Joaquin Phoenix da vida a Napoleón en el nuevo trabajo de Ridley Scott
Joaquin Phoenix da vida a Napoleón en el nuevo trabajo de Ridley ScottSony

Todavía recordamos sin dificultad e incluso cabría añadir que, con gusto retroactivo, el movimiento cadencioso del pulgar de Cómodo dictaminando la muerte de sus enemigos en el Coliseo, pero también aquella lengua sádica expulsada con cada salpicadura de sangre y esa mirada rabiosamente inmoral de su portador, un jovencísimo Joaquin Phoenix que se ponía por primera vez a las órdenes de Ridley Scott. Veintitrés años después de aquel idilio cinematográfico vertebrador de «Gladiator», de aquella creación mitológica de los malos que nos gustan, el oscarizado actor estadounidense vuelve a trabajar con el cineasta en el que probablemente sea uno de los papeles más sólidos de toda su carrera, algo que resulta difícil teniendo en cuenta la calidad y complejidad de todas las cintas que jalonan la prolífica filmografía del «Joker».

«Sabía muy poco sobre la figura de Napoleón. Dejé el instituto siendo muy joven y no tenía un gran interés por la historia, tampoco veía en qué me podía beneficiar. Luego evidentemente he hecho un montón de películas de diferentes contextos históricos y la verdad es que me habría gustado poder haber profundizado un poco más en esas cosas pero bueno. Lo cierto es que Napoleón es un personaje muy interesante y por cierto, no se ve nada de España en la película porque en aquella época en la que le plantasteis cara y los franceses tuvieron que salir de aquí justamente él estaba en Rusia», reconoce abiertamente el actor en entrevista con este periódico durante su momentánea estancia en Madrid con motivo del estreno de «Napoleón».

"Todavía no entiendo del todo bien la relación entre Josefina y Napoleón"

Joaquin Phoenix

Phoenix, despojado de cualquier impostura falseada prototípica de la industria hollywoodiense y sentado con una relajación misteriosa como de hippy contemporáneo en la silla que nos confronta, se muestra divertidamente perplejo con la concepción adquirida del tándem Napoleón-Josefina: «Sin duda en lo que más me he centrado para prepararme, tanto yo como Ridley es en los relatos personales que hay de su relación con Josefina. Confieso que todavía no entiendo del todo bien su relación, no sé qué veían el uno en el otro a parte de que ambos tenían cualidades que no poseía el otro. Josefina era muy habilidosa en todo el terreno de lo social, tenía una buena red de contactos y él era muy extraño, muy retraído», explica antes de ejemplificar esa extrañeza marital con una anécdota: «Había varios relatos en los que se decía que a los dos les encantaba organizar fiestas e invitar actores, ¿no? y como tenían discusiones tremendamente histriónicas delante de la gente, se les acusaba mucho de montar ellos mismos escenas dramatizadas. Me sorprendió mucho esa idea de actuar cuando estás dentro de una relación», añade.

Orgullo relativo

Como ocurre en un amplio porcentaje de ocasiones cuando se estrenan películas históricas, las inexactitudes siguen siendo motivo de crítica. «Había tantísimas cosas de las que hablar... creo que me encantaría haber hecho una película de tres horas hablando sólo del Golpe de Estado. Siempre pienso que me gustaría haber expresado más, que me gustaría haber hecho algo más. Nunca estoy satisfecho ni orgulloso de nada de lo que hago, solamente des esfuerzo depositado. Me gustaría volver a grabar todas las películas que he hecho, pero sí que estoy orgulloso en el caso concreto de ‘‘Napoleón’’ del día a día, de la constancia, de todo el trabajo inmenso que hemos hecho. Estuve trabajando con Ridley desde el principio, investigando. Trabajábamos desde muy pronto por la mañana hasta tarde por la noche. Y con todo el equipo de maquillaje, vestuario, compañeros. Hemos hecho lo que hemos podido y al final lo que la gente reciba del resultado final es algo que ya no está en mis manos», explica el actor.

Cuando le preguntamos por una posible extrapolación del carácter expansionista y ambicioso de Bonaparte a la figura de cualquier líder político actual, Phoenix tuerce el gesto. «Creo que esas cualidades de Napoleón las podemos ver en muchas personas, no solamente en líderes políticos. Esa necesidad de poseer, de querer a toda costa lo material y ponerlo por encima de los derechos universales. Lo vemos en los personajes que salen en los realities de televisión, en actores, en políticos. No sé muy bien cuál es la fuente que hace nacer ese tipo de ambiciones destructivas dentro de los seres humanos, ojalá pudiese haberlo entendido mejor hace tiempo con la idea de buscar una solución. En este sentido me parece muy necesario el hecho de ser capaces de encontrar algún tipo de trascendencia de lo material, de consciencia que nos permita ir más allá de la riqueza y la avaricia», comenta. Y remata colocándose de forma extremadamente natural el pelo ya canoso pero nunca exento de atractivo que luce ahora: «Lo que sí que sabemos con exactitud es que él fue responsable con sus decisiones de la creación del mito. Siempre es difícil explicar la vida de una persona y mucho más la de alguien como Napoleón en una película de dos horas y media».

La entrevista con Joaquin Phoenix tuvo lugar en el marco de su estancia en Madrid para la promoción de "Napoleón" y las respuestas obtenidas durante el encuentro en el Hotel Ritz son el resultado de una mesa redonda con más compañeros de Prensa