Crítica de libros
"La condena": Anne Holt y el malestar por el multiculturalismo en Noruega ★★★
La nueva novela de la autora nórdica ahonda en las cuestiones de género, el racismo y los debates sociales
El fenómeno de la noruega Anne Holt es digno de estudio. Con una carrera dilatada de periodista, abogada y ministra de Justicia, en 1993 publica su primera novela policíaca, «La diosa ciega», protagonizada por la detective lesbiana Hanne Wilhelmsen, serie de las que ya se han publicado siete títulos de éxito internacional. La detective Hanne Wilhelmsen ha evolucionado desde la vergüenza por su condición sexual a su lesbianismo militante. Se ha casado dos veces, la última con una mujer turca, y tiene una hija. Tras un desafortunado accidente, la detective se ha quedado paralítica y trata de solucionar los casos no ya como miembro de la policía noruega, sino como aficionada, con la ayuda del policía Henrik Holme.
No es ocioso el apellido del ayudante, como el de Sherlock Holmes, del que es un trasunto: si Holmes padece el síndrome de Asperger, Holme sufre un TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo) de manual, Anne mantiene una relación sádica con el masoquista Henrik, que sufre sus desdenes y autoritarismo con resignación. Típicos detectives posmodernos.
Tópicos de izquierda
La cuestión literaria es harina de otro costal. Algunos títulos de la serie son francamente interesantes, siempre dentro de la novela clásica de enigma. Otros son pedestres y todos deficientes literariamente. Tampoco la traducción española ayuda, aunque la inglesa también es mala, lo que hace pensar que el problema es de la autora. Pese a la poca enjundia literaria de Anne Holt, sus tramas suelen ser interesantes, siempre dentro del estilo folletinesco: líos familiares, asuntos sórdidos y resoluciones dignas de culebrón de sobremesa. Lo mismo puede decirse de los personajes, lastrados por un psicologismo de manual, aunque eficaces para conducir la trama.
Esta es la paradoja de Holt: pese a su escasa pericia literaria, por su simplicidad escolar engancha, siempre que el lector no sea muy exigente. La autora siempre maneja una serie de tópicos izquierdistas: la mafia multiculti, el racismo, el ataque a la libertad de expresión, la extrema derecha, los influencers y la política de género: en la novela hay dos matrimonios lésbicos y Holme es incel. Pese a todo, «La condena» merece la pena.
▲Lo mejor
Esta novela es un índice adecuado del malestar en Noruega
▼Lo peor
El abuso de los puntos suspensivos resulta un martirio