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SGAE

La SGAE votará sus estatutos «para evitar el suicidio»

La entidad de gestión de derechos de autor podría enfrentarse a la perdida de licencia para operar si no se aprueban el 27 de diciembre.

El Presidente de la SGAE, José Ángel Hevia (d), junto a Teo Cardala (i).
El Presidente de la SGAE, José Ángel Hevia (d), junto a Teo Cardala (i).larazon

La entidad de gestión de derechos de autor podría enfrentarse a la perdida de licencia para operar si no se aprueban el 27 de diciembre.

Cinco semanas después de la elección de la junta directiva que hoy preside José Ángel Hevia, la Sociedad General de Autores de España (Sgae) se enfrenta a su primera prueba de fuego. Será la votación, el próximo 27 de diciembre, de la reforma de los estatutos de la casa mediante un texto que, como reconoció Hevia en rueda de prensa, no es más que “un parche” que se lleva a cabo como exigencia del Ministerio de Cultura. Buena parte del articulado de los estatutos será superado por la futura Ley de Propiedad Intelectual que se encuentra actualmente en el debate de enmiendas en el Senado.

Las modificaciones introducidas en los estatutos plantean una mayor exigencia de transparencia y de supervisión de la actividad de Sgae y deben ser aprobadas por 2/3 de los socios. En caso, contrario, se abriría una enorme incertidumbre que podría conducir al ministerio a intervenir o a retirar la licencia de operación de la entidad.

Ante la profunda división que existe en la entidad, Hevia alertó contra el “voto de castigo” contra las polémicas que han sacudido a la entidad en los últimos años. “Sería un voto de autocastigo. No creemos que esa actitud tenga sentido porque las cuestiones que han generado la desunión entre la masa social van a quedar resueltas muy próximamente con la reforma de la

LPI”, señaló el presidente de Sgae. Sin embargo, el enfrentamiento interno entre colegios acerca del reparto de la recaudación es evidente y hasta se hizo explícito ayer en la intervención del vicepresidente del Colegio de Gran Derecho, Fermín Cabal.

Por su parte, Antonio Onetti, vicepresidente del colegio audiovisual, aseguró que «me cuesta trabajo contemplar un escenario en el que no se cumpla lo que exige el ministerio. Sería como pegarse un tiro en el pie. La Junta Directiva no está trayendo una propuesta delirante o desproporcionada. Estamos intentando evitar el suicidio».