Los libros de la semana: de la magia de las librerías al ingenio de Nick Hornby

«Desde el ojo del huracán», Marina Sanmartín ★★★★

Por Jesús FERRER

En 1919, Sylvia Beach, abría una librería inglesa en París, la Shakespeare and Company, que se convertiría en lugar de encuentro de escritores; Ernest Hemingway, Djuna Barnes, T.S. Eliot, D.H. Lawrence o James Joyce –de quien editaría, cuando nadie quería hacerlo, su «Ulises»–, entre otros intelectuales, encontrarían en ese espacio cultural un referente artístico y social de primera magnitud. Desde entonces, sabemos que las librerías no son sólo establecimientos públicos donde se venden libros, lo que ha generado en los últimos años un buen número de novelas, ensayos o relatos autobiográficos centrados en un negocio que va más allá de su vertiente comercial. Con estos referentes y la propia experiencia la librera, escritora Marina Sanmartín publica «Desde el ojo del huracán». Una historia de las librerías, donde aborda las luces y sombras de un sector fundamental en la transmisión de los saberes.

Arranca el volumen con el cierre provisional de su librería a causa de la pandemia, adentrándose en un tiempo detenido, propicio al balance y reflexión sobre la función social de la lectura, el sentido vindicativo de las librerías, y su evolución histórica con un completo recorrido documental.Se recogen muy diversas cuestiones, desde la magia de los volúmenes con dedicatoria al impacto de grandes superficies comerciales vendiendo libros, pasando por la nobleza de las bibliotecas familiares, la permanencia de los clásicos o el poder curativo de la narratividad; sin olvidar los vaivenes históricos y el impacto de las nuevas tecnologías: «Los aviones atravesaron las torres en Manhattan mientras, una mañana idéntica a la del atentado pero diecinueve años después, una librera del barrio de Chueca, en Madrid, o de Gracia, en Barcelona, o del barrio del Carmen, en Valencia, se quitaba la mascarilla con la que estaba atendiendo al público y hacía un alto para conectarse a Instagram y mantener una conversación en directo con un autor de moda». Un retrato ameno e inteligente del mundo de las librerías y su decisiva importancia socio-cultural.

La experiencia profesional de la autora, vertebrando este ensayo narrativo

Nada demasiado relevante ya que se trata de una obra que es rigurosa y entretenida

«Un trago antes de la guerra», Dennis Lehane ★★★★

Por Lluís FERNÁNDEZ

Debut literario del escritor norteamericano Dennis Lehane con la primera de las novelas de los detectives Kenzie y Gennaro: «Un trago antes de la guerra» (1994). A ésta le seguirían cinco nuevas entregas, alternadas con dos de sus obras más admiradas: «Mystic River» y «Shutter Island», y la aclama serie «The Wire», junto a David Simon. Poco importa si lo que describe Dennis Lehane son los bajos fondos de Boston, como aquí, o el submundo de la droga en Baltimore en «The Wire», el sustrato social de los desfavorecidos de los guetos negros es el mismo. En Boston, los dos barrios colindantes de negros e irlandeses compiten en la marginalidad con la pobreza, sin poder salir de ambas. Según el narrador, los negros estarían varios escalones por debajo de los irlandeses, pero a unos como a los otros les resulta casi imposible escapar de la voracidad especulativa y la corrupción política. En este aspecto es donde se libra la batalla ideológica: el trato discriminatorio que los negros reciben y el odio racial que se profesan. Con una primera parte muy brillante, repleta de ingeniosos comentarios que harían las delicias de Chandler –«Me sentí como si tuviera un caniche atascado en la garganta»– la novela se enreda en un discurso moralista sobre el racismo que lastra la peripecia detectivesca. Luego se endereza y finaliza con un exceso tiroteos y persecuciones típicos de un filme de acción. Pero escribe tan bien Lehane, que aquí ya se anuncia su deslumbrante futuro.

La brillantez que derrocha su prosa, digna de un maestro en ciernes

La moralina racial y los tópicos de los políticos corruptos y sus excesos.

«El estado de la unión (Un matrimonio en diez partes)», Nick Hornby ★★★★★

Por Diego GÁNDARA

El humor, en la obra del escritor británico Nick Hornby (Redhill, Surrey, 1957), es una cosa muy seria. No se trata de un recurso para llamar a la risa y la comicidad porque sí, para contar una historia graciosa y ganarse la empatía de sus lectores. No: se trata de algo serio porque, a través del mismo, el también autor de «Fiebre en las gradas» y «Un gran chico» consigue penetrar en la hondura de sus personajes y en la profundidad de sus tramas.

En el nuevo y esperado libro del autor, Hornby da vida a Tom y Louise, un matrimonio que después de quince años de casados y con dos hijos acude cada semana a una terapia de pareja. Algo ha pasado entre ellos y la herida, que aún perdura, no tiene la vocación de convertirse en cicatriz. Por eso, para sanar las heridas y, de ser posible, enderezar su matrimonio, Tom y Louise hacen esa terapia.

Versión literaria de la serie de televisión del mismo título dirigida por Stephen Frears y cuyo guionista es Nick Hornby, «El estado de la unión» funciona como una novela en diez capítulos o escenas que, en conjunto, conforman una obra de teatro en el escenario de la vida, una vida que resulta tan compleja como colorida, tan humanamente cómica y tan profunda, además.

Porque la técnica del libro, en todo caso, es la reproducción de los diez minutos previos a las diez sesiones de terapia. Un tiempo en el que Tom y Louise se encuentran en un pub y conversan, a corazón abierto, sobre la grieta que hay entre ellos y los motivos de su distanciamiento mientras observan las existencias que pasan, las otras parejas que, como ellos, también acuden a terapia.

En una conversaciones llenas de ingenio y sinceridad, en unos diálogos que ofrecen un mundo tan íntimo como colectivo, la pareja hace, quizá sin saberlo, su propia terapia. Un diálogo sin concesiones, a veces duro e intenso, a veces amoroso pero siempre cargado de ese humor fino y serio que, en los momentos de mayor desesperación, con una sonrisa, puede llegar a salvarnos la vida.

La manera en la que muestra los conflictos de un matrimonio: con una profunda sinceridad

La obra de Nick Hornby no tiene desperdicio, capta las pasiones de la vida sin esfuerzos

«Nosotros no ahorcamos nadie», Unai Elorriaga ★★★★

Por Jesús FERRER

La narrativa de Unai Elorriaga se caracteriza por el juego con la estructura argumental, un humor hilarante aunque no banal, el conseguido retrato de extravagantes personajes y situaciones que pueden rozar lo esperpéntico. Con estos elementos ha conformado una original escritura que aúna la mirada costumbrista con el divertimento crítico y la innovación estilística con el clasicismo realista. «Nosotros no ahorcamos a nadie», novela galardonada en su original en lengua vasca con el Premio Nacional de la Crítica, abunda en esos referentes con una historia que divierte y emociona por igual.

Dos ancianos, Erroman y Soro, amigos desde la infancia y médicamente deshauciado este último, emprenden un viaje tras la pista de un compañero de juventud, quien ha publicado en los últimos años diversos cuentos en revistas centroeuropeas. Con este indicio abordan un periplo que tendrá mucho de balance vital y reflexión sobre el paso del tiempo, los achaques de la vejez, la proximidad de la muerte y las huellas del pasado. Por otra parte, nuestros protagonistas comentan esos cuentos de aquel amigo como jocoso ejercicio con el que se ríen de pomposos academicismos y vanas erudiciones. La trama funciona como un rompecabezas, como un singular artefacto que el lector configura a través de una historia de sorprendentes coincidencias y azarosos encuentros. Una conmovedora ternura, entre graciosas meditaciones y atrabiliarias circunstancias, recorre estas páginas que se suman brillantemente a la trayectoria de esta ocurrente narrativa.

La originalidad del argumento, que se adentra en un particular suspense existencial

No tiene mayor importancia, pero alguna subtrama nos parece que divaga un poco