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Almudena Negro y Jorge Vilches: «Dentro de la socialdemocracia no cabe la libertad»

Almudena Negro y Jorge Vilches / Periodista y politólogo. Son los autores de un libro que presenta un arsenal de principios para reconstruir la nueva derecha y arremete contra el pensamiento único

Almudena Negro y Jorge Vilches. Periodista y politólogo
Almudena Negro y Jorge Vilches. Periodista y politólogolarazon

Son los autores de un libro que presenta un arsenal de principios para reconstruir la nueva derecha y arremete contra el pensamiento único

Un libro que arremete contra el pensamiento único y ensalza los valores del individuo para evitar la servidumbre. Un arsenal de principios con los que la nueva derecha podría reconstruirse y librar una batalla de las ideas. Una denuncia de la hegemonía cultural de la izquierda. «Contra la socialdemocracia» (Deusto) es, en definitiva, una defensa de la libertad. Almudena Negro y Jorge Vilches aseguran que el intervencionismo nos impide ser dueños de nuestras vidas y que si nos quedáramos huérfanos de «papá Estado» el progreso sería mayor. Salvaguardan el auténtico liberalismo sin titubeos ni pelos en la lengua. Atizan con argumentos. No se achican. Han escrito un ensayo provocador...

–¿Estar contra la socialdemocracia es defender la libertad?

–Almudena Negro: Dentro de la socialdemocracia no cabe la libertad. Sin miedo no hay socialdemocracia.

–Jorge Vilches: Pero no es miedo a la libertad, sino a sus consecuencias. La socialdemocracia vive de recortar las libertades y de retroalimentar las necesidades. Busca transformar nuestras conciencias para llegar a una sociedad en la que los valores sean únicos. Somos personas, no un rebaño.

–¿Y qué hacen unos liberales como ustedes en una socialdemocracia como ésta?

–A.N.: Sufrir (risas). Los liberales en España cabemos en un taxi. Advertimos sobre sus consecuencias.

–¿Es antisocial?

–A.N.: No hay nada más antisocial que la socialdemocracia.

–Les van a llamar antisistema...

–J.V.: Es que lo somos, porque el sistema es socialdemócrata.

–¿Tiene que ver con el ascenso de los populismos?

–A.N.: El origen de la crisis política y económica es la socialdemocracia. Y los populismos son hijos suyos. En una sociedad tan irresponsable sólo hace falta que aparezca un líder mesiánico prometiendo el paraíso y señalando como enemigo a todo el que no piensa como él.

–J.V.: La nueva oleada del populismo se ha fraguado sobre el consenso socialdemócrata, que ha convertido el sistema en una democracia sentimental, donde las políticas públicas se mueven por emociones. Es más fácil controlar a una sociedad infantilizada que a una sociedad basada en individuos libres y autosuficientes.

–¿Estado del Bienestar o bienestar del Estado?

–A.N.: El Estado del Bienestar es un mantra, la excusa de los de siempre para hacer su ingeniería social.

–¿La socialdemocracia ha naufragado?

–A.N.: Está implosionando. Las políticas socialdemócratas en Europa las están haciendo los partidos de centro derecha por la influencia de la democracia cristiana.

–Ciudadanos las ha fulminado de su ideario...

–J.V.: Sólo ha cambiado la etiqueta. El liberalismo progresista no se diferencia del liberalismo social, que es la socialdemocracia.

–¿Y el PSOE?

–A.N.: Se ha quedado sin discurso. Es un conglomerado de feministas, ecologistas... entregados a Podemos y al nacionalismo. Está en peligro de extinción. El PSOE desaparecerá, porque no tiene nada que ofrecer. Por no tener, no tiene ni líder.

–J.V.: Ha engendrado a Podemos, que es el populismo socialista que se fraguó en Latinoamérica y que ha tenido éxito en España porque nuestro sustrato es izquierdista. El puzle de la izquierda se ha roto.

–¿El PP es socialdemócrata?

–A.N.: Tiene liberales, pero hace tiempo que asumió como suyo el discurso de la socialdemocracia y que renunció a ganar la batalla de las ideas.

–¿Entonces?

–A.N.: España necesita libertad. De las 100.000 leyes en vigor, derogar 95.000.

–¿Cómo puede reconstruirse la derecha liberal?

–A.N.: Mejorando la comunicación, con libertad política y división de poderes. Debe defender los principios liberales de toda la vida.

–¿Socialdemócrata y liberal son dos conceptos antagónicos?

–A.N.: ¿Libertad y esclavitud son dos conceptos antagónicos?

–¿Pero no hay términos medios?

–J.V.: El liberalismo no es una ideología, sino un conjunto de comportamientos y salvaguardas de las libertades. No tiene una utopía, ni aspira a llegar a una sociedad perfecta, como pretende la socialdemocracia, que sí es una ideología. Ser socialdemócrata es ser revolucionario sin hacer la revolución.

–A.N.: Ser liberal es una actitud.

–¿La política está corrompida?

–J.: Siempre lo ha estado, porque maneja dinero público. Y cuanto más dinero público se maneja más fácil es que el político caiga en la corrupción.

–A.N.: En España hemos llegado a la desaparición de la política. Si acaso hay politiqueo.

–¿El intervencionismo empobrece?

–J.V.: Por supuesto. El motor de la economía no es la industria, ni el comercio, sino la iniciativa individual. Aun así, el fracaso del liberalismo actual es ser economicista, porque ha dejado el campo de las emociones y de los sentimientos a la izquierda.

–¿Igualdad o libertad?

–A.N.: Libertad. No creo en la igualdad.

–¿Están de acuerdo en todo?

–J.V.: Yo prefiero los gatos y ella, los perros (risas).

El lector

Almudena Negro es la responsable de redes sociales de LA RAZÓN, y Jorge Vilches, colaborador del diario, claman por la libertad e independencia de los medios. Y se preguntan por qué el 80% de los periodistas en España son de izquierdas: «Quizá habría que pensar en lo que se está enseñando en las facultades», destacan.