Crítica de libros

Amazonas, entre la guerra y el sexo

Los mitos sobre estas mujeres dan fe del impacto cultural que provocó la idea del contacto con este controvertido pueblo sobre el que un clarificador ensayo arroja ahora luz

Lucy Lawless enfundada en el traje de «Xena, la princesa guerrera», la serie que protagonizó en los 90
Lucy Lawless enfundada en el traje de «Xena, la princesa guerrera», la serie que protagonizó en los 90larazon

Los mitos sobre estas mujeres dan fe del impacto cultural que provocó la idea del contacto con este controvertido pueblo sobre el que un clarificador ensayo arroja ahora luz.

Entre el mito y la historia se encuentran las legendarias guerreras conocidas como amazonas, personajes indispensables en la historia cultural del mundo antiguo. Los numerosos mitos que hacen referencia a ellas, junto con las representaciones en la pintura sobre cerámica griega o en las decoraciones escultóricas de los templos arcaicos, dan fe del impacto cultural que provocó la idea del contacto con este controvertido pueblo de mujeres combativas en el mundo grecorromano. Pero de nuevo surge aquí la cuestión de los límites entre mito y realidad histórica: ¿existieron las amazonas? ¿Son, tal y como las pinta la leyenda, indómitas mujeres que aborrecían a los varones, vivían a lomos de sus monturas y se extirpaban un seno para poder disparar mejor sus arcos? En el campo del estudio de la antigüedad hay siempre controversia sobre estos lindes nebulosos: huelga mencionar la realidad subyacente tras el Ciclo de Troya, como a menudo en la épica. Otro ejemplo clave, por lo femenino, es el de las ménades de Dioniso, cuya existencia siempre se puso en duda, como si su presencia en la pintura o en la literatura fuera solo cosa del mito; pero sabemos de la realidad de estas mujeres en éxtasis que transgredían los límites normalmente asignados a su género gracias a inscripciones aparecidas sucesivamente. Así, en el caso de las amazonas, que para muchos investigadores constituyeron una interesada invención de los griegos con fines propagandísticos, sociales o políticos, también parece posible delimitar mito e historicidad.

Con tal pretensión aparece precisamente ahora un brillante ensayo de Adrianne Mayor sobre las amazonas cuya tesis de fondo es que su leyenda encuentra una realidad histórica palpable en los contactos de los griegos con el mundo escita y el paradójico recuerdo del comportamiento sociopolítico de sus mujeres. La autora ha estudiado en otras ocasiones la intersección entre mito, cultura popular e historia, como en su libro «Greek Fire» (2009) o en «The Poison King: The Life and Legend of Mithradates» (2009), también publicado en español por Desperta Ferro. Ahora rastrea a las amazonas en las costumbres de los pueblos nómadas de las llanuras de Eurasia, etiquetados bajo el cajón de sastre del nombre «Escitia», que tan extrañas resultaban a ojos de los griegos, sobre todo la libertad e igualdad relativa de sus mujeres. Pero claro que esta identificación se remonta a los propios griegos, que ya sabían que las amazonas, en la interpretación evemerista de sus leyendas eran un trasunto mítico de la especial situación de la mujer escita. Es muy significante toda la tradición del pensamiento utópico sobre la ginecocracia, es decir, que ocurriría si las mujeres gobernaran, lo que se ponía en relación con la política griega en las comedias, en la filosofía o en las noticias sobre pueblos que se regían por mujeres.

Mayor comienza al hilo del mito de Atalanta, epítome de la fascinación griega por las guerreras que compiten con los hombres, y estructura su libro en cuatro partes. En ellas va examinando desde la cuenca del Mediterráneo al lejano Oriente, las leyendas que se han trasmitido por las amazonas en la arqueología, las fuentes literarias y su recepción posterior. Se analizan los diversos mitos en torno al sexo, la sociedad, la guerra, el armamento, el estilo de vida, la vestimenta o el idioma. Son interesantes las referencias a la arqueología, como los esqueletos de mujeres en Altái con heridas de guerra (p.67) o las momias con tatuajes como la llamada «princesa de los hielos» (Museo Hermitage, c. 500 a.C.); y las cuestiones culturales, como las bebidas narcóticas de estos pueblos, desde el kumis (leche de yegua fermentada) al soma o haoma. Fascina su posible organización política y social como reinas guerreras independientes (p.156), con un consejo de mujeres sabias que sin duda dejaron huella en los utopistas griegos, y la referencia a la religión, como la piedra negra sagrada que se supone que veneraban en una isla del Mar Negro (actual Giresun, en Turquía). Acaso lo mejor del libro son las historias sobre los encuentros de amazonas con los héroes griegos, como Hipólita y Heracles, Antíope y Teseo o Pentesilea y Aquiles, a las que se suman los casos históricos de encuentros con Alejandro Magno o Mitrídates. En fin, Mayor realiza un exhaustivo recorrido por las leyendas, el folklore, el arte y la arqueología de las amazonas. Es una aportación muy relevante a la historia antigua, pues representa el primer relato integral acerca de estas mujeres guerreras en mitos e historia desde el mundo mediterráneo hasta China, una suerte de «enciclopedia amazónica».