Estos son los diez libros que más fingimos haber leído
Una encuesta saca a relucir el Top 10 de títulos que decimos que hemos leído y en realidad no hemos podido superar
Creada:
Última actualización:
Muchos de ellos son títulos canónicos, grandes tótems de la literatura. Se trata a veces de narraciones largas de un estilo literario muy diferente del actual, en el que custa avanzar. Quizá por eso, por su importancia histórica y por la dureza del estilo, decimos que los hemos leído cuando, en realidad, se nos atragantaron de tal manera que tuvimos que abandonarlos. Una encuesta de Book Riot ha pedido a sus lectores, casi todos anglosajones, que se sinceren para confesar cuáles son los títulos que más fingen haber leído. Aquí están los resultados.
El campeón de las lecturas “de boquilla” es esta gran novela de Jane Austen. “Orgullo y prejuicio”, publicada en 1813 tras el éxito de “Juicio y sentimiento”, se centra en los temas predilectos de la escritora a través de la vida de las cinco hijas de la señora Bennett, cuya principal obsesión es conseguir un buen marido para todas y cada una de ellas, lo que no encaja precisamente con sus prioridades.
Las peripecias de Leopold Bloom y Stephen Dedalus por un Dublín ya mítico son bastante difíciles de digerir, como todo el mundo sabe. Por mucho que las nuevas ediciones traten de presentarla en lenguaje más sencillo, la escritura de Joyce es intrincada y exigente. Tanto, que la mayor parte de quienes dicen que lo han leído, mienten.
Otro de los clásicos inmortales, pero repleto de larguísimas descripciones de cualquier situación o personaje, digresiones sobre temas diversos que hacen su lectura lenta y pausada. Sin embargo, sus méritos son muchos, pero la historia del capitán Ahab se le atraganta al lector moderno... que prefiere decir que la ha leído sin hacerlo.
Otro de los grandes “tochos” de la historia. Por más que se haya tratado de aligerar el estilo en las nuevas traducciones, entre las que hay algunas muy buenas en castellano, la gran obra de la literatura rusa puede resultar demasiado para el déficit de atención del lector moderno.
El gran libro de la historia de la Humanidad no iba a permanecer ajeno a esta lista. Las Sagradas Escrituras contienen una enorme cantidad de pasajes e historias que, en en la mayoría de ocasiones, conocemos por terceros o de oídas, pero no las hemos leído.
Se trata de otro de los clásicos. Una Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos, y uno de esos súbditos cumple fielmente sus obligaciones… hasta que decide replantearse la verdad del sistema.
La gran trilogía de fantasía medieval de la historia es también una enorme suma de páginas que comete el pecado de la vieja literatura: largas descripciones paisajísticas, viajes por senderos y montañas en cuyo ascenso Tolkien se recrea. Su argumento es complejo y se narra con la participación de varios protagonistas que se mueven en varios hilos narrativos. Quizá por eso muchos dicen haberla leído, pero en realidad han visto las películas.
De forma un tanto incomprensible aparece esta obra maestra en la lista. La novela de Fitzgerald no es como esos mamotretos universales y, a pesar de todo, muchos dicen haberla leído falsamente. Quizá sea por el mundo decadente que retrata o por la sociedad frívola y aburrida de sí misma, es difícil saberlo.
De nuevo el gran autor ruso aparece en la lista. Tolstoi publicó esta historia en 1877. Una novela de corte realista y psicológico que describe con agudeza la sociedad rusa de la época a la vez que plantea una feroz crítica hacia la aristocracia en declive, su falta de valores y la cruel hipocresía imperante. Otra obra maestra que han leído menos de los que lo dicen.
Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo, aunque, por lo que se ve, cada vez menos lectores se sienten obligados a leerlas.