Sección patrocinada por sección patrocinada

Entrevista

Antonio Orozco: "Me abandoné hasta tocar fondo"

Publica su primer libro, «Inevitablemente yo» (Planeta), en el que narra su proceso de recuperación psicológica

Antonio Orozco @ Gonzalo Pérez
Antonio Orozco@ Gonzalo Pérez Gonzalo Pérez Fotógrafos

Castellón de la Plana, 2023. Antonio Orozco (Barcelona, 1972) sale al escenario al límite de sus fuerzas. Viste ropa prestada, porque su maleta se ha perdido y su humor está afectado, porque su asistente personal, Sam, le ha anunciado que necesita otra ocupación y que se separa de él. Los vídeos de los asistentes al concierto recogerán un Orozco alterado, con una interpretación a punto de quebrarse. Algunos sugerían que había subido al escenario bebido. Los vídeos de Tik Tok se convirtieron en la crónica viral de un medio «de prestigio», sin firma, que apuntaba a que el cantante estaba borracho y la comidilla del día se convertía en una conmoción familiar. Orozco colapsó y, tras terminar la gira europea en Bruselas, decidió parar, cancelar la siguiente. 111 conciertos programados que nunca realizaría. El cantante cuenta cómo fue tocar fondo y volver en su primer libro, «Inevitablemente yo» (Planeta).

¿Cuál es el objetivo del libro?

Pienso que lo que estaba pasando en mi vida merecería ser contado. Era el mejor momento para debutar y con un historión que contar. Cuando uno toca fondo, para encontrar el camino de vuelta hace falta remover muchas cosas.

Dice que no es un libro de autoayuda ni una autobiografía.

No, es una historia de verdad que pasará como con una buena canción. Cada uno la entenderá a su manera, pero a mí me ha alumbrado y espero que pueda guiar a los demás. Es lo que pretendo.

Va a ayudar a mucha gente a ponerse en sus zapatos.

Me alegro que lo digas. Creo que esta historia le pasa a la mayoría de la gente. No soy una persona extraordinaria. Viajo un poco más de lo normal, pero mis problemas son corrientes.

Habla de caerse y levantarse.

Sí. Y caerse hondo, ¿eh? Caer hondo por un ritmo marcado por el sistema, que no permite que pares. Mucha gente dirá: «Bueno, ¡que fácil es parar cuando eres Antonio Orozco para tomarte tu tiempo!». La verdad es que ha sido durísimo tener que dejar a muchas personas que estaban conmigo durante casi dos años sin trabajar. Pero si seguía adelante perdería totalmente el control y la salud. No sabes lo que me alegro de haber dicho aquel día «no puedo seguir», haber dado un paso atrás, comerme mi ego y estar hoy aquí sentado en el que es el mejor momento de mi vida en lo personal, en lo profesional, en lo familiar, en lo artístico...

¿Qué recuerdos tiene de Castellón, 2023?

Recuerdos terribles. Fue una gira un tanto extraña, porque algunas partes de mi vida se iban desmoronando. Siempre dicen que los malos momentos no vienen nunca solos y es verdad. No lo hacen, porque tú los llamas. Pero hubo una noticia que, siendo mentira, un medio de comunicación muy importante de este país la hizo viral. Empecé a preguntarme realmente si valía la pena estar en boca de todo el mundo por cosas que no son ciertas. Esas llamadas noticias virales hacen un daño terrible. A lo mejor no es a ti, pero se lo infligen a tu entorno. Cuando terminé en Bruselas volví a casa y recuerdo meterme en la cama con 40 de fiebre. No podía más.

¿Sentía que los compromisos, los fans... que el mundo tomaba decisiones por usted?

Cuando estás ahí tienes miedo a perderlo todo. Bajarte de un escenario, salirte de una gira, decir que no a un país o a un programa de televisión es un horror. Pero cada vez que dices que sí, algo se va amontonando. Hasta que no tienes tiempo para gestionar nada que tenga que ver con tu vida. Creo que este libro, en parte, podría ser casi una disculpa porque cuenta con tanto detalle lo que ha pasado en los últimos años que, si un primo mío o un amigo pensó «mira, Antonio no me contesta», puede entenderme ahora. Porque es una historia que, teniendo todos los ingredientes para haber acabado mal, ha acabado muy bien.

Hablamos de las causas externas, pero, ¿cómo se hizo daño a usted mismo?

Lo que te decía: yo me abandoné a tal punto que nunca importaba lo que yo tenía que hacer, sino lo que tocaba. Adónde íbamos, qué venía, cuántas entradas... como un proyecto continuo que no tiene fin. Al final de ese abandono está tocar fondo. Podría haber terminado la cosa mal. Si no hubiese parado, hoy seguro que no estoy aquí contigo. No hubiese terminado la gira, tampoco (sonríe).

Las benzodiazepinas, los ansiolíticos, todo eso está a la orden del día ¿resistió a caer en la química?

Qué va, qué me voy a resistir si yo tomaba pastillas para dormir porque era imposible conciliar el sueño... Siempre he tenido problemas para dormir, pero cuando no te encuentras bien, cuando estás pasado de peso... es un círculo vicioso muy fuerte. No te gustas, no sales, vas empeorando. Un buen día te levantas y llevas dos meses utilizando las tres mismas camisetas porque no te valen y no hay tallas para ti. Fueron un montón de desencuentros.

¿Se puede evitar ser uno mismo?

Cuando evitas ser lo que eres, te conviertes en una caricatura.