Cargando...
Sección patrocinada por

Música

Bruce Springsteen publica siete álbumes inéditos por sorpresa: así suenan

«Tracks 2: The Lost Albums» es un caro sueño para sus fans en forma de una gran cantidad de canciones inéditas

Bruce Springsteen publica siete álbumes inéditos: así suenan Rob Demartin

Para los fans de Bruce Springsteen, este es su Santo Grial, la respuesta a casi todas sus oraciones, su penúltimo objeto de deseo. Nada menos que siete álbumes enteros jamás publicados. Lleva el nombre de «Tracks 2: The Lost Albums» y es un proyecto de recuperación como pocas veces se ha visto en la industria del rock. Cuando lo normal es que una leyenda ya en edad saque cofres con canciones inéditas o algún álbum suelto, ahora va el Boss y suelta varios discos completos de golpe pertenecientes a varias épocas y estilos. Así que sus fervientes seguidores salivan... y preparan sus carteras. Porque nadie dijo que la fidelidad fuera económica y ya hasta la adoración tiene arancel.

La fastuosa caja verá la luz el 27 de junio a través de Sony, su casa de toda la vida, y supone el segundo volumen de «Tracks». El primero vio la luz en 1999, cuando Springsteen, aunque algo tarde, se apuntó a la moda de la publicación de descartes y caras B, una repilación absolutamente imprescindible. Pero esta vez redobla la apuesta y va más allá al recoger siete álbumes completos, totalmente inéditos, grabados entre 1983 y 2018, y trabajados y completados durante la pandemia. El precio: entre 260 y 300 euros, según tiendas. Qué duro es ser fan de algo en estos días. «Son discos completos, algunos de ellos incluso fueron mezclados, pero no publicados. La posibilidad de grabar en casa siempre que quería me permitió ir en una amplia variedad de direcciones musicales diferentes», explicaba el artista en la nota de prensa que acompañaba al anuncio.

«Tracks 2» incluirá 83 canciones repartidas en varios discos, lo que para empezar permite acercarse a la caja de una manera diferente al resto de volúmenes de este estilo, compuestos generalmente por un grupo de canciones ceñidas a una época o con un orden cronológico. Para empezar, lo que obtendrá el oyente son grupos de canciones agrupadas estilística y coherentemente. De hecho, Bruce Springsteen siempre ha vigilado mucho que sus discos sonaran hegemónicos, como parte de proyectos bien pensados. A partir de ahí hay sorpresas...

La certeza

De todos los discos incluidos, probablemente el que menos sorprenda (y más agrade) sea «LA Garage Sessiones ’83». Su «L.A. Garage Demos» ha sido durante mucho tiempo uno de los bootlegs favoritos de sus fans. Tras su arriesgada decisión de lanzar «Nebraska» y aparcar la E-Street Band, Springsteen pasó el verano de 1982 en Nueva Jersey tocando en bares y después se fue a Los Ángeles, donde permaneció entre noviembre de 1982 y marzo de 1983. Se instaló en un estudio de grabación casero y allí grabó decenas de canciones, tocando él mismo todos los instrumentos junto a una caja de ritmos. Dos de las canciones de este disco («Shut Out The Light» y «Johnny Bye Bye») se publicaron como caras B entre 1984 y 1985. Otras, como «The Klansman» o «Unsatisfied Heart», han sido inéditos favoritos de sus fans estos años.

La osadía

Cuando Bruce Springsteen aceptó el proyecto de hacer una canción para la banda sonora de «Streets of Philadelphia», el hombre se lo tomó como suele, con una intensidad exagerada, y decidió grabar una decena de canciones para elegir finalmente su favorita. Esto es lo que contiene «Streets of Philadelphia Sessions», un proyecto que muestra su faceta experimental con una suerte de sintetizadores, cajas de ritmos y voz. Eran tiempos extraños tras una nueva ruptura con la E-Street Band y la publicación de dos discos tan anodinos como «Human Touch» y «Lucky Town», de 1992. Finalmente el álbum de las sesiones de Philadelphia quedaría archivado y Springsteen se pasaría al folk con «The Ghost of Tom Joad» en otro cambio de registro radical. El disco propone mucho loop, capas de sintetizadores y voz profunda. «Streets of Philadelphia» sigue siendo una canción monumental.

La curiosidad

«Faithless» es otro de los discos contenidos en «Tracks 2» y presenta toda una novedad en la carrera de Bruce Springsteen al tratarse de una banda sonora para una película que nunca se editó. «Así es el cine. Pero estuve pensando en esta música durante mucho tiempo, así que, sin saber exactamente hacia dónde se dirigía el proyecto, decidí lanzarlo como disco», ha dicho el músico sobre este álbum que solo cabe recibirlo como una curiosidad. De los once temas incluidos, tres de ellos son instrumentales.

El reto

Casi todos los grandes artistas estadounidenses han grabado discos completamente consagrados al género del country & western, aunque con resultados desiguales y no poca controversia. Basta con observar los casos de gente como Bob Dylan, Neil Young o Elvis Costello. Por eso parece casi natural pensar que en algún momento de su carrera Bruce Springsteen apareciera seducido por esa música tradicional que, sin embargo, tiene sus propias reglas y no pocos riesgos. De hecho, el Boss es conocido por hacer muchas versiones de sus canciones favoritas y entre ellas rara vez ha acudido al country. «Somewhere North of Nashville» era el título de una de las canciones de su poco admirado «Western Stars» mientras «Janey Don’t You Lose Heart», otro de los cortes, es una maravillosa canción que fue cara B en 1985 e incluida en el primer volumen de «Tracks».

La revelación

«Inyo» es el enigmático título de otro de los discos de la nueva colección y se trata de otro disco de inmersión en raíces, aunque en este caso mexicanas. Por aquí se incluyen títulos tan explícitos como «Indian Town», «Adelita», «The Aztec Dance», «The Lost Charro» o «Ciudad Juarez». Realmente, Springsteen siempre mostró una destacable querencia hacia el subgénero fronterizo y su carrera tiene buenas referencias: «Across ther border», «Sinaloa Cowboys», «The Line»... Y una de sus canciones favoritas, muchas veces interpretada en directo, es esa perfección que es «Across the borderline», de Ry Cooder, John Hiatt y Jim Dickinson.

El salto mortal

De entre todos los discos incluidos en «Tracks 2», ninguno parece más aterrador que «Twilight Hours», nada más y nada menos que música noir de mediados de siglo con orquesta. ¿Bruce Springsteen abrazando a Irving Berlin, Burt Bacharach y Jackie Gleason? Por descontado, se trata de un proyecto que solo «camuflado» en una caja como la que ahora presenta podría tener salida. Lo que ocurre es que Springsteen se ha venido muy arriba y mete hasta dos discos completos de instrumentales. Los títulos son bien explícitos y los podría haber cantado el mismísimo Frank Sinatra, uno de sus grandes ídolos. «Sunday love», «Two of us», «September kisses», «Another you»...

[[H2:El disco «normal»]]

Seguramente «Perfect World» sea el primer disco que vayan a escuchar los seguidores de toda la vida de Bruce Springsteen porque es el más «normal» de toda la colección. «Este es el único que no se concibió inicialmente como un álbum, pero fue algo que junté», ha dicho el propio artista. Así que se trata de un conjunto de canciones sueltas de varios años a los que el músico de New Jersey ha intentado dar una unidad para que funcionara como disco. «Rain in the river» ha sido el primer adelanto de la caja y no ha impresionado a casi nadie.

Extra: Un lanzamiento inusual

«Tracks 2: The Lost Albus» recopila siete álbumes inéditos, incluyendo 83 canciones, 74 de ellas nunca antes escuchadas y unas cuantas solo obtenidas de forma dispersa por los coleccionistas de bootlegs. Algunos de estos álbumes perdidos han sido objeto de especulación durante décadas mientras otros permanecieron envueltos en el misterio, con poca información (o ninguna) aparte de su supuesta existencia. Como declaró Springsteen a «Variety» en 2017: «No pensé que fueran esenciales. Quizás pensé que eran buenos, quizás me divertí creándolos… Pero a lo largo de mi carrera, sentí que lanzaba lo esencial en un momento determinado, y lo que obtuve a cambio fue una definición muy clara de quién era, de lo que quería hacer, de lo que cantaba».