Sección patrocinada por sección patrocinada

Entrevista

Vanesa Martín: «Mi vena artística floreció gracias a mi padre, a él le debo estar aquí»

Con su noveno álbum, «Casa mía», la artista malagueña regresa a sus raíces a través de sonidos nuevos y experimentales

Entrevista con la cantante Vanesa Martín.
Entrevista con la cantante Vanesa Martín.Alberto R. RoldánLa Razón

Rodeada de flores y con una sonrisa que transmite serenidad, seguridad. En la portada de «Casa mía», su nuevo álbum, Vanesa Martín ya lo refleja. El hogar, allá donde se sembraron semillas y crecieron raíces, es aquel lugar que ofrece seguridad, donde se respira aire puro aunque sea bajo un techo. Es su noveno álbum y, si bien el próximo año sopla 20 velas en el mundo de la música, hay algo que no ha cambiado, y es su interés por huir de prejuicios y etiquetas. Estas canciones, asegura, se resumen en eso: «En el hogar como refugio, como templo, donde la gente pueda fluir sin sentirse juzgada».

Es algo frecuente que un artista tienda a volver al pasado, a visitar sus raíces. ¿Por qué?

Al salir de la pandemia, pensaba que todos íbamos a construir una conciencia más humana, pero hemos salido peores. Estamos dentro de un sistema capitalista y repleto de egos, y la gente tiene ansiedad por todo. Da pena, es un ruido que me sobrepasa a veces. Pero «Casa mía» me reconecta. Es un viaje hacia adentro, es cuerpo, alma y mundo. Es mezclar todo el rato lo de dentro y fuera, de ahí la estética del disco, con naturaleza dentro de una habitación. Me siento bien en esa curiosidad que me define entre la prisa y la calma. La tecnología es fenomenal, pero vamos a mirarnos a los ojos.

¿Cómo recuerda su hogar de la infancia?

Mi padre tenía un Renault 12 con los asientos rojos de terciopelo. Cuando descansábamos, íbamos a la playa, y en verano me compraban una barca de goma. Mi casa era superluminosa, siempre había música. Mis padres son superdivertidos. Gracias a mi padre estoy aquí, fue él quien me regaló mi primera guitarra, o quien me hablaba de emociones. Gracias a él mi vena artística floreció.

¿Dónde está hoy ese hogar?

En mis casas. Para mí son un templo, un búnker, mi refugio. El tiempo pasa deprisa y no nos damos cuenta. Cuando eres pequeña sueñas con que, a los 40, tendrás las cosas súper claras. Y no pasa nada si no es así, al revés.

¿Estamos destinados a no llegar a una estabilidad?

Yo vivo en búsqueda constante, y estoy contenta. Soy una persona afortunada y me gusta mi vida. Tanta inquietud y el no conformarme me ha generado un poco de trauma, por no saber cuándo voy a parar. Pero es que necesito sentirme viva todo el rato.

Cantas en la canción que da nombre al disco que «mi casa es la maleta».

Sí, porque cuando la gente venga a los conciertos quiero que entiendan que casa es donde tú estás. Es tu corazón. Y también es algo temporal.

"Ahora que se llevan las zapatillas y el español no me voy a poner tacones y a cantar en inglés"

Vanesa Martín

Del sonido de «Tiempo real» a la guitarra de «Casa mía» hay un cambio. ¿En el álbum hay más de experimentación o de riesgo?

Todo experimento lleva dentro un riesgo. No sabes por dónde te va a salir. Pero lo que sí hay es verdad, honestidad. Esa diversidad, ese florecer, me definen. Tenía ganas de hacer un disco así y salir de lo que venía haciendo. Imagina que Serrat hubiera hecho todo el rato «Mediterráneo». Es una joya, pero hay que hacer otras cosas. Si hago nueve discos manteniéndome en una misma línea, me mato.

¿Por qué no hay que huir del autotune?

Porque bien utilizado es maravilloso. Mucha gente que lo critica no es consciente de la cantidad de artistas en España que lo usan. Yo me he divertido un montón y me gusta. Me parece interesante y es un universo sonoro que, aunque al principio puede provocar rechazo, después se entiende. Se puede hablar de todo con educación y con el tono adecuado.

Dijo Sabina en su último concierto en Málaga que es de las grandes letristas que quedan en este país. ¿Cómo lo recibe?

Me muero de vergüenza. No es un tío que te piropee fácil o que te agrade porque seamos muy amigos. Él dice lo que piensa, y que suelte un halago de este tipo es para dar gracias al universo. Tener una colaboración con él en este disco es una pasada. Quién me lo iba a decir a mí cuando era niña, y en mi casa sonaba Sabina junto a Manzanita o Rocío Jurado.

¿Es el buen letrista una especie en extinción?

Valoro mucho cuando un artista me sorprende en cuanto a las conclusiones que haga, en cómo piensa y resuelve. Tenemos poder con nuestras palabras. El inglés, por ejemplo, es más básico. El castellano tiene una riqueza con la que puedes decir lo mismo de diferentes maneras. Entonces, ¿qué necesidad de hacerlo feo?

Cantar en inglés entonces no entra en sus experimentos.

En mi casa canto por Lady Gaga, pero no. Ahora que se llevan las zapatillas y el español, no me voy a poner yo tacones y empezar a cantar en inglés.