Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por

La peor película de Hollywood: los incendios ponen los Oscar en peligro

Los premios más importantes de la industria esperan, como Norma Desmond
La peor película de Hollywood: los incendios ponen los Oscar en peligro
El mítico cartel de Sunset Boulevard se enfrenta a la voracidad de las llamas mientras la propiedad de detrás queda calcinadaAFP
Marta Moleón
  • Periodista. Amante de muchas cosas. Experta oficial de ninguna. Admiradora tardía de Kiarostami y Rohmer. Hablo alto, llego tarde y escribo en La Razón

Madrid Creada:

Última actualización:

El cielo de Los Ángeles arde y explota igual que las arañas entre las estrellas de Kerouac mientras los letreros de las películas clásicas que un día invadieron los sueños de ambición de Norma Desmond se resisten al abrazo condenatorio de las llamas. Ese mismo cartel de Sunset Boulevard que resalta en mitad del fuego frente a una propiedad completamente arrasada, poco o nada se parece ya al que encabezaba esa escena inolvidable de apertura en "El crepúsculo de los Dioses", adherido a un bordillo del pavimento y rodeado de colillas esparcidas al tiempo que la voz del narrador adelanta que el joven cuyo cuerpo muerto flota en las inmediaciones de una mansión "siempre quiso una piscina. Bueno, al final consiguió una. Solo que el precio resultó ser un poco alto". 
No sabemos si el que pagaron por la fama todos los actores y actrices o famosos en general –que ahora parecen lo mismo pero en realidad no lo son– fue tan elevado como el del cadáver de la obra maestra de Billy Wilder, pero desde luego sí que lo están siendo las terribles consecuencias de los incendios forestales que están devastando el condado californiano. 
Desde la casa que Jeff Bridges había heredado de sus padres, a la compartida por los actores Adam Brody y Leighton Meester, la regentada por Billy Crystal en Pacific Palisades, la propiedad familiar del protagonista de "La princesa prometida" Cary Elwes, la que poseía Anthony Hopkins o la que Mel Gibson tenía en Malibú, todos estos hogares de revista, enormes y carísimos que un día estuvieron habitados por la vida y por el tiempo han quedado completamente calcinados, siendo ésta una de las fatalidades ocasionadas en el epicentro de la industria hollywoodiense pero no la única. 
Además de las viviendas, también parece haberse quemado la euforia colectiva de la temporada alta de premios de la industria audiovisual. "Con el debido respeto a la temporada de celebraciones de Hollywood, espero que cualquiera de las cadenas que televisen los próximos premios consideren seriamente NO televisarlos y donar los ingresos que habrían recaudado a las víctimas de los incendios y a los bomberos", escribía en Instagram la estrella de "Hacks", Jean Smart, reciente ganadora del Globo de Oro, en referencia a la incertidumbre que sobrevuela en estos momentos la entrega de los Oscar.
Este mismo lunes, la Academia retrasaba por segunda vez el anuncio de sus nominaciones, las cuales se harán públicas virtualmente el 23 de febrero si ningún otro cambio en el calendario lo impide y a esta toma de decisiones también se sumó la cancelación del almuerzo anual de nominados y el anuncio compensatorio de que planean honrar a los trabajadores que han estado en primera línea de peligro y apoyar todos los esfuerzos de auxilio proporcionados. 
Hasta el momento, los premios Critics Choice Awards se han pospuesto, las nominaciones a los premios Producers Guild Awards se han retrasado dos veces sin que se haya fijado una nueva fecha, y varias series de televisión se han visto obligadas a detener su producción. La celebración de los Oscar en cambio, que sigue estando prevista para el domingo 2 de marzo, parece mantenerse en pie y envalentonada pese al ruido generado, como Gloria Swanson bajando las escaleras de una mansión instalada en la grandeza del pasado. Pero cuidado con la firmeza sostenida de los pasos: todavía puede haber espacio para el desequilibrio.

Archivado en: