El polo norte se deshelará en menos de 10 años, mucho antes de lo esperado
En menos de 10 años veremos que, durante algunos meses al año, el Ártico reduce su hielo marino por debajo del millón de kilómetros cuadrados
Cuando hablamos sobre el deshielo provocado por el cambio climático nos quedamos en lo abstracto. Decimos que el hielo se funde, que se pierde más o menos rápido, pero ¿qué significa eso? No es fácil imaginarlo. ¿Cuánto hielo tiene que perder para que nos demos cuenta? Sin embargo, todo cambia cuando hablamos de un deshielo total. Imagina el polo norte sin hielo, solo un océano azul cubriendo el septentrión de nuestro planeta. Ahora sí que nos hacemos una idea e incluso puede que nos sobrecojamos al leer que, según un estudio reciente, no tendremos que imaginarlo durante mucho más tiempo, porque en menos de 10 años el polo norte perderá su hielo.
Así lo dicen en el titular de la nota de prensa que ha publicado la Universidad de Colorado en Boulder en el Nature Reviews Earth & Environment. Y estrictamente es cierto, pero para que esto no lleve a confusión conviene aclarar un par de puntos. En primer lugar: en la investigación no hablan de un deshielo permanente, sino estacional, en algunos momentos del año que pueden durar más o menos según el ritmo al que sigamos emitiendo gases de efecto invernadero. En segundo lugar: al decir “libre de hielo”, se refieren al hielo marino , aquel que flota y que, en el Ártico es la mayoría, ya que no hay tierra bajo el casquete polar salvo por algunas pequeñas islas, Groenlandia y el extremo más septentrional de Europa, Asia y América.
Una reducción drástica
Es más, ni siquiera hablan de la desaparición de todo el hielo marino, porque no podríamos estar seguros de si existen pequeñas zonas todavía heladas. Hablan de una superficie helada menor a 1 millón de kilómetros cuadrados . Puede parecer mucho, pero es menos de un 20% de la superficie del polo norte cubierta por hielo durante el mínimo de 1980. Y, si no queremos retrotraernos tanto, lo cierto es que durante los últimos años la superficie cubierta por hielo durante el mínimo anual era de apenas 3,3 millones de kilómetros cuadrados. Según las estimaciones de este mismo modelo se estima que, durante los próximos 18 años el hielo se reduzca a menos de 1 kilómetro cuadrado. Una predicción que se adelanta 4 años a lo que pensábamos hasta ahora.
Se estima, por lo tanto, que el primer día sin hielo ocurrirá a finales de agosto o principios de septiembre durante la década de los 20 o la próxima. Antes o después según cuánto sigamos contaminando, pero en todo caso, estaría dentro de ese margen. No obstante, parece claro que, si reducimos las emisiones lo suficiente, en un escenario intermedio, a finales de siglo el Ártico podría estar libre de hielo entre finales de verano y principios de otoño, menos de 3 meses al año. Si no cambiamos nada, en cambio, podríamos estar hablando de 9 meses sin hielo cada año.
¿Qué podemos esperar?
En palabras de Alexandra Jahn, investigadora principal de este estudio y profesora asociada de ciencias atmosféricas y oceánicas e investigadora del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de CU Boulder lo dice con las siguientes palabras: "Esto transformaría el Ártico en un entorno completamente diferente, de un Ártico blanco en verano a un Ártico azul. Así que incluso si las condiciones sin hielo son inevitables, aún necesitamos mantener nuestras emisiones lo más bajas posible para evitar condiciones sin hielo prolongadas"
Por si fuera poco, debemos recordar que el clima del planeta, a veces, puede retroalimentarse a sí mismo, acelerando el calentamiento a medida que se calienta, y la superficie helada de la Tierra es uno de los puntos clave en este proceso. Dicho de forma muy sencilla: al aumentar la temperatura el hielo se funde y la superficie del planeta se oscurece, haciendo que retenga más calor (como una camiseta negra bajo el Sol), esto aumenta la temperatura, que funde más hielo. En conclusión: cuanto más hielo se funde más oscura la superficie del planeta, más calor retiene y más hielo se funde y más oscura la superficie, volviendo a empezar el ciclo.
Estamos a tiempo de cambiar las cosas, por supuesto. Tal vez no de frenarlas del todo, pero sí de amortiguar los daños que llevamos siglos causando. De hecho, dentro de lo que cabe la pérdida de hielo marino es mucho más sencilla de revertir que la pérdida de hielo sobre los continentes, como puede ser el caso de la Antártida y de Groenlandia. Mientras que una bajada de las temperaturas puede recuperar el hielo marino en cuestión de 10 años, el hielo continental ha tardado siglos en depositarse, y esa diferencia hay que tenerla en cuenta, tanto para bien como para mal.
- ¿De dónde viene la idea de que los expertos están realmente en desacuerdo en cuanto al origen del cambio climático que estamos viviendo? La respuesta no está clara, aunque es posible que tenga que ver con la falsa equidistancia que se le ha dado en algunos medios durante décadas, poniendo al mismo lugar a científicos y negacionistas, sobrerrepresentando a los segundos y haciéndoles parecer un porcentaje significativo de la comunidad. En cualquier caso, un reciente estudio publicado sobre este tema ha revisado ni más ni menos que 88125 artículos científicos para medir con precisión el porcentaje de consenso y esto es lo que ha encontrado.
- “Projections of an ice-free Arctic Ocean” Nature Reviews Earth & Environment [[LINK:EXTERNO|||http://dx.doi.org/10.1038/s43017-023-00515-9|||10.1038/s43017-023-00515-9 ]]