Los Premios Forqué se rinden a "20.000 especies de abejas" reivindicando la paz en Gaza
La película de Estibaliz Urresola, sobre la búsqueda de identidad de una niña trans, se alzó con el Premio a Mejor Película; "La mesías", Mejor Serie del año
Madrid Creada:
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Le costaba al termómetro, pese al calor en los adentros que dan las luces de Navidad, pasar de los cuatro grados en Madrid. En IFEMA, ahora lugar de encuentro y en su momento pequeña burbuja para que el cine español pudiera celebrar(se), los Premios Forqué celebraron su 29ª. Edición de la mano de los presentadores Macarena Gómez y Pablo Chiapella. Fue precisamente la actriz, ceñida de morado en el centro del escenario, la encargada de dar comienzo a las festividades con un número extrañísimo que descongelaba a las Mama Chicho en este siglo. En el centenario de José María Forqué, y dos años después de que falleciera Verónica Forqué, el monólogo inicial se sucedió entre chascarrillos blancos y referencias a la historia de la comedia española, presente gracias a una escenografía que intentaba recrear la Gran Vía madrileña.
Cuando el bueno de Chiapella ya se había podido secar el sudor del arranque y los espectadores el del conato de bochorno por los chistes que no entraron, los Forqué comenzaron a repartir sus esperados galardones. Paco Tous y Cristina Castaño le entregaron el premio al Mejor Actor en serie a Roger Casamajor, por su trabajo en "La mesías". Como niño del trauma en la ficción, el actor catalán podría fácilmente ser el mejor del año, en cualquier categoría, género y hasta disciplina. "Para ti, allá donde estés", le dedicó el premio Casamajor al fallecido Agustí Villaronga. Y justo después, sin apenas solución de continuidad, los Forqué se quitaron de en medio otro de esos premios inapelables, celebrando a la chilena "La memoria infinita" como la Mejor Película Latinoamericana del curso. Había dejado de hacer frío.
"Muchas gracias a todos los que hicieron posible esta película tan rara, como es "Que nadie duerma" (...). Una parte de esto va para el director, Antonio Méndez Esparza. Va a medias. Porque el personaje lo hicimos entre los dos. Gracias por abrirme nuevas formas de trabajar", abría su discurso de agradecimiento Malena Alterio, Mejor Actriz de cine por "Que nadie duerma". Dando pie, segundos más tarde, a lo que bien se podía intuir al principio de la ceremonia como la tónica general de la celebración: "No puedo dejar de pedir que pare el bombardeo de Gaza. Un poco de paz", explicaba la actriz, aludiendo que había sido en valores que no la permitían mantenerse en silencio respecto a la cuestión palestina-israelí. No fueron tantos, sin embargo, los compañeros de profesión y oficio que lucieron la chapita reivindicativa que estaba planeada para con la alfombra roja.
Con el escenario vestido de luto, fue la misma Castaño la que abrió un sentido homenaje y celebración de la figura de Concha Velasco, en el que la cantante Ana Guerra interpretó "Chica Yé-yé". Sin el pelo alborotado, pero con las medias de color, la primera -y sólida- media hora de los Forqué entendió su propia naturaleza de gala de apertura de la temporada de premios, picando rápido y al espacio todos los balones que pudo. Allá llegaron Chiapella y Gómez, de nuevo, para perder momentáneamente al equipo de iluminación y dar paso al premio para el Mejor Cortometraje: "Aunque es de noche", de Guillermo García López, subió a sus protagonistas -jóvenes de la Cañada Real- al escenario antes de que "20.000 especies de abejas" hiciera vivo el comentario social, llevándose el Premio al Cine en Educación y Valores. "Pido que hagamos algo para detener esta masacre de la vida que está sucediendo en Gaza", espetó Estíbaliz Urresola, la directora, al recoger el galardón.
Tras una actuación de Fran Perea, de actualidad por el próximo "revival" de "Los Serrano", Lola Dueñas recogió el segundo premio de la noche para "La mesías". La actriz, aquí madre terrible para la historia del audiovisual español, agradeció el premio a Javier Calvo y Javier Ambrossi: "Gracias por quitarme el miedo", dijo emocionada. Ese mismo sentimiento despertó, ahora en la audiencia, el recuerdo de Macarena Gómez a Itziar Castro, recientemente fallecida. Y esa misma audiencia, mediante votación popular, eligió a su favorita: "Campeonex" se hizo con el Premio del Público inaugural. "Las personas con discapacidad intelectual jamás organizarían una guerra. Nos parece insoportable que haya gente con nada que celebrar", comentó un Javier Fesser que sí lucía la chapa pidiendo el alto el fuego en Gaza.
La gala se estancó ya sin remedio al llegar a la hora de duración, cuando Paz Padilla salió a reivindicar a las grandes cómicas de la historia del cine español... y de paso a ella misma. Y no se redujeron las miradas furtivas al reloj, por arte que le pusiera Ana Mena, cuando la pantalla se tintó en blanco y negro en su actuación rindiéndose a Lola Flores. Algo de brío le pusieron la naturalidad de Salva Reina y Hovik Keuchkerian, quien se saltó los protocolos interpelando a Chiapella por su trabajo en "La que se avecina". Pero fue finalmente David Verdaguer, y no el armenio, quien se acabó llevando el premio a la Mejor Interpretación Masculina en cine, por su extraordinario trabajo como Eugenio en "Saben aquell". Y así, antes de enharinarse con los cuatro últimos galardones, los Forqué celebraron al productor Eduardo Campoy y pusieron a Verdaguer y a Alterio como máximos favoritos de cara a los Goya en interpretación.
Tras la tentativa de actuación de Vicco, a la que se acabaron comiendo sus propias voces de apoyo, llegó el turno del cine documental: la victoria de "Juan Mariné, un siglo de cine" se entendió como una celebración anticipada del que será este año Goya de Honor en Valladolid. Del mismo modo, la excelente "Robot Dreams" de Pablo Berger inauguró la categoría propia de animación de los Forqué, quizá preparándose para su carrera americana y esa más que posible nominación al Oscar que podría llegar en cuestión de días.
Para el final de la ceremonia, con menos bostezos de los esperados pero la contramedida de tener que escuchar a Taburete, los Premios Forqué se guardaron los dos premios más importantes. Mientras que "La mesías" cerró su triplete triunfal con el premio a la Mejor Serie del año ("Sin libertad creativa no existiríamos. Una industria sana es la que está a la altura de sus creadores", dijo certero Javier Ambrossi en su discurso), el galardón a la Mejor Película fue para "20.000 especies de abejas". "No podemos caer en los discursos de vencedores y vencidos", reivindicó Urresola sobre la carrera de premios, mejor colocada que nadie para que salte la sorpresa también, con su picotazo de ternura, en los Premios Goya.