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Aranceles en el cine
Urtasun ante los supuestos aranceles de Trump: ¡que no cunda el pánico!
El ministro de Cultura se reúne con varios miembros del sector audiovisual para debatir sobre un posible escenario de consecuencias y medidas todavía no concretadas tras el anuncio de los aranceles de Trump
Visiblemente sereno, apacible, calmado, tranquilo, con esa seguridad pacífica y ligera tan significativa de la impronta de la burguesía catalana sellada en el gesto, con ese rictus inevitable de defensor anquilosado de Godard, el ministro Urtasun atendía esta tarde a la Prensa minutos después de reunirse con diferentes integrantes del sector audiovisual para abordar desde la vía conversacional y discursiva –en ningún caso a través de la acción directa traducida en medidas concretas– la cuestión que en estos momentos parece haber agitado el temblor de la industria del cine con más intensidad tras el último mal despertar de Trump: la dichosa, absurda e incoherente subida estratosférica del 100% de los aranceles a las películas extranjeras.
A pesar de la ambigüedad del anuncio y de la todavía ausencia evidente de especificaciones por parte de la administración americana (dejando en el aire un sinfín de cuestiones relacionadas con el hecho de que la supuesta aplicación del mencionado incremento vaya a afectar también a las series o a las plataformas o a los rodajes estadounidenses que en este momento se estén llevando a cabo en otros países) y de la distancia territorial con la que contamos desde España en el caso hipotético de que se materialicen las consecuencias de su puesta en marcha, el ministro de Cultura ha querido asentar las bases de un escenario precavido asegurando dos ramas de clarificación al respecto.
Por un lado, «no es la primera vez que el presidente de los Estados Unidos va a mostrar una idea en redes sociales y después se concreta de manera muy distinta, por lo cual el primer mensaje que quiero y también hemos podido compartir con el conjunto de sectores es un mensaje de tranquilidad», afirmó. Por otro lado, «evidentemente el gobierno de España está preparado para responder ante cualquier ataque que se pueda producir a un sector cultural y también para seguir defendiendo a nuestro cine ante cualquier ataque que pueda venir de la administración de Donald Trump».
El martes 13 de mayo, se producirá, tal y como se encargó de confirmar el propio Urtasun, una reunión en Bruselas con algunos de los ministros europeos de Cultura y «yo he pedido que se introduzca un punto en el orden del día para que podamos también debatir entre nosotros las posibles afectaciones de las presuntas medidas que puedan venir por parte de los Estados Unidos. Es evidente que los europeos debemos estar coordinados en defender nuestra cultura».
Además de la evidencia al abrazo europeísta en términos de acciones conjuntas y cohesión institucional, el ministro también quiso incidir en nuestra parcela de vinculación con el mercado estadounidense subrayando que «es importante para nuestro sector ya que estamos hablando de alrededor de más o menos 15 películas anuales españolas estrenadas allí y un volumen de negocio de unos 6 millones de euros –en referencia a lo que representa el mercado norteamericano–. Algo que no es mucho, pero sí destacable y por lo tanto es importante que podamos proteger a actores económicos del audiovisual español que tienen actividad en este mercado», puntualizó antes de añadir a modo de recordatorio la relevancia que el territorio nacional tiene en la acogida de rodajes: «España se ha convertido en los últimos años en un grandísimo centro de rodajes y de producciones. Somos uno de los primeros países del mundo en realizar rodajes y producciones y eso ha sido gracias en parte no solo a la grandísima política pública que se ha hecho en los últimos años sino también a los excelentes profesionales del audiovisual que tenemos en nuestro país».
"España se ha convertido en los últimos años en un grandísimo centro de rodajes y producciones"
Sin modificar un ápice gestual del característico sosiego, Urtasun remataba a modo de despedida: «No sería muy responsable por mi parte empezar a anunciar posibles medidas sin saber exactamente en qué terminará todo lo que se ha anunciado. Pero sí me pareció importante reunir al sector y explicar que estamos preparados para lo que puede venir. La cultura no debe haberse afectada por las guerras comerciales», clamó visiblemente sereno, apacible, calmado, con esa seguridad pacífica tan ligera y significativa de la burguesía catalana sellada en el gesto. Exactamente igual que al comienzo de su intervención. Previsiblemente igual que la mantenida el próximo martes. Que no cunda el pánico.
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