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Estreno en Madrid
'Life is a Dream': Calderón de la Barca en la guerra de Ucrania
El Festival de Otoño trae a La Abadía 'La vida es sueño' estrenada en Kiev por jóvenes dirigidos por Ignacio García. Una versión bélica del clásico del Siglo de Oro

La ocasión era especial por muchos motivos, estrenar en Kiev «Life is a Dream», una adaptación en ucraniano de «La vida es sueño» de Calderón de la Barca ya lo es en sí mismo, y más aún es hacerlo en plena guerra. El estreno se produjo el pasado diciembre entre la emoción y la incertidumbre, pero ese día las alarmas aéreas no sonaron en la capital del país y la representación pudo finalizar.
Ahora llega a La Abadía (15 y 16 de noviembre) en el Festival de Otoño, dirigido por Ignacio García, y después irán a Pamplona, el 18, y Logroño, el 20. El proyecto surgió de la embajada de España en Ucrania y la Agencia Española de Cooperación en 2022, al inicio de la guerra, cuando las instituciones ucranianas intentaban retomar la actividad cultural. Contó con dos expertos en teatro del Siglo de Oro, el director de escena Ignacio García, y José Gabriel López Antuñano, dramaturgo, que fueron a Kiev para realizar un taller de preparación del montaje, junto al Lesya Ukrainka National Academic Drama Theatre.
La heroicidad de subir a escena
«En Ucrania hay una pelea porque la cultura siga viva en un contexto tan difícil como la guerra, el público necesita teatro, conciertos, porque está muy acostumbrado al consumo cultural y también necesita espacios de reunión en medio de lo que están sufriendo, aunque haya bombardeos, se vaya la electricidad o suenen las alarmas en mitad de la representación y haya que bajar a un refugio», afirma Ignacio García, que ha hecho once viajes, el último en septiembre para ensayar la producción que estos días se representa en Kiev, además de «La rosa del azafrán», que también dirige.
«Hacer teatro allí es una heroicidad, la guerra cada vez mata más gente, cada vez hay más dolor y sufrimiento cercano en los intérpretes, como le ocurrió a Valeriia Saakian, una chica del reparto de 24 años que hace el papel de Estrella, a la que mataron su novio que había asistido al estreno. No era militar, trabajaba en una fábrica que bombardearon y murió. Esas experiencias de su día a día las cuentan en primera persona en el espectáculo y no te imaginas la respuesta del público –resalta García–. Cuando Valeriia habla de su novio asesinado se produce una catarsis y un impacto en el público bestial, porque no hay ucraniano que no tenga un muerto en su familia, alguien que haya sido herido, que haya perdido la casa o haya sido exiliado. Y claro –explica–, cada cierto tiempo ese texto se renueva porque habla de una actualidad que cambia continua y tremendamente».
Dos obras en una
En realidad son dos obras en una, cuenta García, «por un lado “La vida es sueño”, que se hace tal cual en una adaptación muy fiel al original, pero tiene momentos en los que se quitan la máscara, se dirigen al público y opinan sobre el significado de la obra para ellos, la van ilustrando con su realidad, hablan de dolor, de pérdidas, de sueños, de la rabia que sienten y reflexionan sobre la libertad, la traición, la dignidad, el gobierno... Cuando Segismundo dice a Clotaldo que es un traidor, ellos reflexionan sobre qué significa la palabra traición en el contexto ucraniano. ¿Quién es un traidor para ellos?».
Esto habla también del enorme valor y actualidad de Calderón. «Los temas de la obra son tremendos, si es mejor tener un príncipe propio o uno ajeno que te imponen, te domina y oprime, si es legítimo coartar la libertad de los otros como hace Basilio con Segismundo. Es alucinante –explica García– que a quien ofrecen la posibilidad de ser rey de Polonia es al Duque de Moscovia y el parlamento ucraniano ha probado llamar a Rusia Ducado de Moscovia y no Rusia por un conflicto histórico sobre el Rus original, los ucranianos consideran una usurpación llamarla Rusia porque eso es quitarles a ellos el origen del nombre, cuyo original era el Rus de Kiev. Entonces, cuando Calderón dice que si no hay un príncipe autóctono le van a dar el gobierno al Duque de Moscovia, está diciendo lo que está pasando en todos los países de la región, Ucrania, Bielorrusia... que acaba gobernando un títere del Ducado de Moscovia, es decir, de Putin. Por tanto, para ellos hay una lectura política muy evidente y clara en Calderón».
Pero también hay una lectura metafísica, como explica el director, «por esa sensación de irrealidad en la que viven». Y pone un ejemplo: «El 27 de septiembre hubo un bombardeo enorme con cientos de drones sobre Kiev, sonaron alarmas toda la noche y al día siguiente ensayamos, cuando sales a la calle ves el haz de luz de un misil y los antiaéreos disparando, escuchas explosiones mientras ensayas la obra, pero a la vez, el supermercado está lleno, es una sensación completamente irreal y alucinante en la que llevan viviendo mucho tiempo. Segismundo sienten que no sabe si lo que está viviendo es verdad o un sueño y a los ucranianos lamentablemente en este momento les pasa eso, no saben si lo que viven es una pesadilla o la realidad. Cuando vengan a España estos jóvenes actores, por primera vez en cuatro años podrán ir a tomar una cerveza después de la función porque ese día no habrá bombardeo, ni toque de queda, ni alarma para bajar al refugio».
- Dónde: Teatro de la Abadía, Madrid. Cuándo: 15 y 16 de noviembre. Cuánto: 20 euros.
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